Pasaron los festejos de la primavera y dejaron una onda
expansiva de replanteamientos a nivel cultural en nuestra ciudad. Por un lado,
el centro bahiense que, con un presupuesto notoriamente alto, dejo en velo el
tipo de público que asistiría. No existiría un lugar para los típicos
rockeros de barrio, los que gustan de compartir una cerveza y un abrazo con los
mismos de siempre. Los “food truck” y una avenida vacía fueron los principales
actores de esta fecha particular. Con promesas de un espectáculo al aire libre,
las bandas principales brindaron un espectáculo “indoor”, refugiándose quizás
de un público prácticamente inexistente.
Sin embargo, cuando se ahonda en nuestra ciudad, en los
barrios, se puede observar que todavía existen esperanzas para la cultura
emergente. En el marco del “Festival de la Primavera en DUBa” se presentaron
bandas ya reconocidas en las personas que están acostumbradas a “patear la
calle”: La masturbanda, Vieja Vecindad, Serebrios y Fantabulosikos. En este
festival se dejó a flor de piel el sacrificio de los que todas las mañanas
salen a buscar el pan y con mucho esfuerzo logran poner un escenario acorde a
los festejos. DUBa es una institución que busca la inclusión de las personas
con discapacidad. Uno de los integrantes del equipo de básquet adaptado
de dicha institución conto que el festival está pensado desde principio de año
y buscaron un ambiente apto para que las familias puedan ir y disfrutar de unos
mates mientras sus hijos juegan. A contratapa del festival celebrado en la
Avenida Alem, el espacio verde donde se propuso esta celebración tuvo gran
concurrencia de gente, de familias, tal vez por la propuesta diferente de
convocar bandas que se criaron en el seno de los barrios y saben lo que pasa
cada uno de los espectadores. De una u otra manera se dejó reflejado que no se
necesita mucho dinero ni grandes presupuestos para poder disfrutar en familia
una linda tarde.
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