lunes, 15 de septiembre de 2014

Semana de las buenas acciones

Por Graciela Rivero
En la Semana de las Buenas Acciones los scouts
dejaron su mensaje en Calle Córdoba Nro. 85.
Una vez más el espíritu de colaboración de la comunidad rosaleña superó la prueba. Esta vez fue una campaña solidaria organizada por los Scouts a nivel del distrito, por lo que participaron todas las agrupaciones locales. Desde las 9 de la mañana hasta pasadas las 18 del sábado trabajaron en distintos puntos de la ciudad para el logro de distintos objetivos. La jornada, soleada y primaveral, fue el marco ideal para el desarrollo de la labor jovial de los protagonistas que no disimulaban la alegría que les producía trabajar para cooperar con el otro.
El 5 de setiembre es el Día Mundial del Scout. Por ello, durante la primera quincena del mes se destinan 7 días a lo que se conoce como Semana de las Buenas Acciones, consistente en la realización de campañas nacionales o locales que puedan ser visibles a la sociedad y le permita a los ciudadanos, empresas y autoridades realizar una buena acción junto a los Scouts. En el distrito se resolvió realizar este evento para coronar esa semana. Dentro de la organización nacional scout el Distrito I de la Zona Sur de Buenos Aires comprende las agrupaciones: Coronel de Marina Leonardo Rosales, Almirante Brown, Patricio Calvo (Villa Arias), Sagrado Corazón y se extiende a Cnel. Dorrego, Tres Arroyos y Claromecó.
Acorde a su vocación de servicio, con gran entusiasmo, los scouts acapararon la atención en varios espacios de la localidad. A la entrada de la Sucursal de la Cooperativa de Av. La Estación S/Nº se encontraban los más pequeños (de 7 a 11 años), pertenecientes a la “manadas” de “Sagrado Corazón” y “Almirante Brown” y en la ubicada en Sáenz Peña y Rivadavia, otro grupo de estos últimos y de “Coronel de Marina Leonardo Rosales”. El tercer conjunto, compuesto por Scouts Navales y de Sagrado Corazón, se instaló en la Plaza Gral. Manuel Belgrano. En estos lugares se recibían donaciones de ropa, calzado, pañales (para bebés y para colaborar con el Hogar de Ancianos) y alimentos no perecederos. Las personas que iban a hacer sus compras eran abordadas muy respetuosamente por los niños, que las enteraban sobre la tarea que estaban desarrollando y las invitaban a colaborar, a la salida, con un alimento. Los pequeños scouts explicaban qué tipo de alimento se necesitaba: leche larga vida, yerba, té, azúcar, cacao y masitas, pues su destino final sería ayudar al merendero “Nudo a nudo”, el cual funciona en la Sociedad de Fomento del Barrio Villa Laura los días domingos de 15 a 18 hs. Como su nombre lo indica, “Nudo a nudo” nació en el seno de los Scouts, más precisamente el grupo Sagrado Corazón. Una de sus promotoras fue Rocío Zamora (estudiante de 2do. año de periodismo y Scout), quien se unió a los jóvenes que iniciaron el proyecto: Laura Bolda y Matías Rodríguez. La Akela (nombre que se le da al jefe de una manada) Silvia Méndez Domínguez explicó que los jóvenes “Rovers” deben presentar proyectos que tiendan a brindar un servicio a la comunidad y que perduren más allá de su propia permanencia en la institución. Es así que, sumando los esfuerzos de jóvenes pertenecientes a la agrupación “Caminos de Vida Cristiana” y a otras agrupaciones de scouts, esta obra benéfica existe desde el año 2011. Allí los chicos juegan y además de la merienda reciben apoyo escolar. Declaró Rocío: “No pertenecemos a ningún partido político y recibimos ayuda de Acción Social con leche, yerba, azúcar y cacao. También contamos con un grupo de profesionales”.

En la citada plaza, pero sobre calle Rivadavia, los “Caminantes” y los “Rovers” (jóvenes entre 14 y 21 años) se dedicaron a colectar papel, cartón y plástico para su reciclado. Los fondos obtenidos serán destinados a las obras que se llevan a cabo en el distrito, según indicó el Director Distrital, Aníbal Ibarra. Una de las próximas metas sería la refacción del edificio de la ex - Estación Punta Alta, que fue donada años atrás por el Municipio para el funcionamiento de las agrupaciones del distrito, pero que necesita ser restaurada; pues por haber estado desocupado mucho tiempo, ha sido objeto de actos de vandalismo en reiteradas oportunidades. El equipo acompañó su labor con música y el sitio que ocuparon, plagado de banderas, objetos representativos y fotografías sirvió como un verdadero rincón educativo para donantes y transeúntes.
Mientras tanto, los chicos de 11 a 14 años de S. Corazón, Cnel. Rosales y Alte. Brown pintaron murales en las calles Córdoba Nº 85 y Salta Nº 262 (sede de los Scouts Cnel. de Marina Leonardo Rosales). Lo propio hicieron los Scouts de Patricio Calvo en el patio de la Escuela Jaime Harris de Villa Arias. Parte de la pintura utilizada fue donada por comerciantes y pinturerías puntaltenses. Los diseños plasmados en los murales se eligieron por votación entre los proyectos presentados por los mismos integrantes de las agrupaciones, y a decir de Daniela Bolda, a cargo del grupo de calle Córdoba: “es una manera de dejar nuestro espíritu en distintos sectores de la ciudad.”
El Director de Distrito, Aníbal Ibarra, remarcó que hace mucho tiempo que no se realizaba un evento a nivel distrital y que próximamente se reunirían nuevamente para tratar de restaurar la ex – Estación Punta Alta. Agregó: “La idea es siempre trabajar en conjunto, porque si sale bien   en conjunto lo individual es más fácil (…) Que la gente vea que el color de los pañuelos es una circunstancia; como en el fútbol, cada jugador tiene su camiseta pero son todos jugadores. Nosotros trabajamos todos para la comunidad.” Por su parte, el jefe de los Scouts Navales, Hugo Buso, comunicó que el 27 de setiembre nuevamente se congregará el grupo Rover en la plaza Gral. Manuel Belgrano, con un proyecto de Prevención de la Salud que los jóvenes llevarán al 5º Congreso Nacional Rover Moot, que tendrá lugar en Tucumán en octubre. 

Volviendo a la plaza, alrededor de las 16 hs. las tortas fritas preparadas por los scouts adultos a modo de compensación de los más jóvenes por el trabajo realizado, tentaban a los que pasaban, quienes no resistían y se acercaban dispuestos a comprarlas. Pero el destino final no era ése, así que una vez que los que trabajaban hubieran tenido su parte para acompañar un rico mate cocido, el excedente se compartiría con el público. A propósito de los adultos, algunos son padres de scouts, otros ex – scouts; el caso es que todos, sin excepción, se dedican con amor y entrega total a la tarea de formar hombres y mujeres de bien, que busquen siempre mejorar su entorno. ¿Cómo? De la manera más efectiva: “empezando por casa”. En lugar de limitarse a quejarse porque las cosas están mal, se animan y toman el compromiso de intentar cambiarlas. En un mundo que parece estar contaminado de malas noticias, he aquí una buena: existe mucha gente como ésta. Adultos capaces de comprometerse a guiar a los jóvenes con el propio ejemplo y, como contrapartida, jóvenes que ofrendan su tiempo libre con la esperanza de construir un mundo mejor para todos. Como reza la ilustración del mural del Barrio Villa Laura: “¡Siempre listos! El scout deja el mundo mejor de lo que lo encontró.”

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