Por Fernando Ahumada
Acompañado por un estilo sutil, Ariel Isaías lleva con el canto, la
cultura de su tierra a toda la gente en cada lugar donde se presente.
Oriundo de Rosario de la
Frontera, Salta, en su periplo de artista, Ariel recorrió Argentina de
norte a sur y de este a oeste. Incluso estuvo en las gélidas latitudes de la
Antártida, cantando tanto a sus compañeros como a extranjeros que lo vieron.
Lejos del calor del hogar todos se sentían más cerca de sus lugares de origen,
cuando Ariel desenfundaba “la viola” y echaba a correr las emociones en cada
acorde de folklore.
Cuando se le pregunta sobre sus comienzos, Ariel recuerda:
“Crecí en ese ambiente, en mi familia se respiraba eso: música y arte. Siempre
había un poeta o algún músico que iba a mi casa y crecí con eso. Desde muy
chico, a los 12 años comencé a tocar el teclado, seguí con bombo y percusión.
Armamos una banda con mi papa y hermanos, juntos recorrimos escenarios de
Salta, Jujuy, Tucumán y en Córdoba: Cosquin y Jesús
María.”
Como cantor, lleva a la gente su mensaje a través de la
música. Según el, es la voz de los que no puede decir, ni hacer. “La misión del
cantor es ser la voz del pueblo. A través de la radio y la televisión. Hay
muchos que les gustaría y no pueden por el simple hecho de no contar con la
posibilidad que hoy cuento yo. Doy gracias a Dios por eso” dice Ariel,
orgulloso y agradecido.
Aunque es un músico emergente, Ariel Isaías, ya editó su
primer disco, “Sin mirar atrás” y que para el cual, contó con la presencia y
apoyo de grandes de la música
folklórica, tales como: Raúl Palma y Cuti Carabajal, entre otros.
“Esa experiencia fue muy linda. La etapa de compartir, de
grabación y ahora presentar mi primer material discográfico es una alegría,
porque cuando uno graba, eso ya queda para toda la vida. En cada tema queda
plasmado el sentimiento nuestro, lo que queremos transmitir, queda en los
discos”, dice entre alegre y emocionado.
“Sin mirar a atrás” es el nombre de su disco y habla de su
vida personal. Habla de hechos de su vida en el pasado y de emprendimientos que
no se pudieron llevar a cabo. Ahora quiere dar un nuevo rumbo a su vida
artística, sin mirar a atrás, siempre mirando hacia adelante, proponiéndose
nuevas metas y objetivos.
Siguiendo los pasos de sus referentes, Ariel camina sobre el
sendero de la sencillez, la humildad y con una postura muy abierta hacia la
gente y hacia la música. Estos referentes, fueron su familia, pero de grandes
artistas consagrados, él sigue a Raúl
Palma (autor de “salta
es una mujer” entre otros temas conocidos) Cuti Carabajal y Hernán Figueroa
Reyes.
La vida y su trabajo lo llevó a vivir en Buenos Aires. Lejos
de su Salta querida, pero llevando siempre sus costumbres natales, se presenta
en diversos escenarios de Capital Federal y el conurbano bonaerense, cosechando
más seguidores, tanto suyos, como del folklore,
como cultura unificadora de millones de argentinos dispersos por nuestro
territorio nacional y el mundo.
Hoy Ariel piensa en su nuevo disco, que en primicia dio a
conocer su nombre: “Zambas y algo más”. Con un carácter más relajado, con
respecto al primer material y con más experiencia, promete ofrecer lo que la
gente está buscando y siempre siguiendo la línea de cantor folklórico
romántico, concluye con una reflexión: “Siempre es más importante hacer que
decir, más importante la acción que la palabra”.
El contexto de la entrevista con Ariel Isaías fue muy bueno, como se describió en el comienzo, Ariel es una persona muy sociable, humilde y agradecida con respecto a que le gusta que los medios periodísticos se acerquen a él y difundan parte de sus vivencias y su material discográfico. No presentó oposición, fue siempre amable, divertido y claro en sus respuestas.
ResponderEliminarEn general, es una nota muy buena y con una calidad narrativa aceptable. entre palabras deja ver el espíritu sensible, humano y emprendedor del entrevistado. Apoya la trayectoria del bohemio e incentiva en cada trazo a otros artistas emergentes a no bajar los brazos.
Ariel Isaías, muestra que nada es imposible y que con un poco de dedicación y esfuerzo, uno puede llegar hasta ese lugar que soñó cuando emprendió este apasionante camino de la música y el arte. Él demuestra con sus viajes, que si uno quiere ser conocido y quiere triunfar, no sólo debe quedarse en su lugar, sino que también debe expandirse, llevando su música, su cultura y sus tradiciones a todos los lugares posibles.
A lo largo de la nota, se puede ver como se fueron aplicando enlaces, hipervínculos, que hace más amena y entendible la lectura. Se puede entender y enriquecer el acervo cultural de cada lector, en cada explicación a través de cada hipervínculo, sobre temas que en la vida cotidiana dejamos pasar por alto, por ejemplo los nombres y el conocimiento de los artistas consagrados que ayudaron a Ariel en la producción de su disco, o en la palabra folklore. Folklore, es una palabra que todos conocemos, pero que no todos sabemos de qué se trata en sí, qué significa, qué danzas autóctonas tenemos como argentinos, etc.
Aunque didáctica, explicativa y narrativa de la vida de este artista norteño, la nota en su extensión, puede ser o parecer más bien dura para algunos lectores que no tienen la intensión de inmiscuirse en este tipo de composición, que a su vez intenta revelar los por menores de su vida y darlo a luz al mundo público.