Lautaro Peñaflor- Bahía Blanca
Para el juicio se montó una globa especial, que garantiza el acceso al público. Foto de laretaguardia,com.ar |
Relmu Ñamku es miembro y dirigente de la comunidad Mapuche
Wincul Newen, situada en la provincia de Neuquén de nuestro país.
Específicamente, en el Paraje Portezuelo Chico, cerca de la localidad de
Zapala. Desde el pasado 26 de octubre hasta el 4 de noviembre, estará
enfrentando un juicio oral y público, acusada de “tentativa de homicidio”, por
resistir un desalojo arrojando piedras, una de las cuales impactó en el rostro
de la oficial de justicia Verónica Pelayes, quien había ido a la zona, a
notificar la orden del procedimiento.
Los mapuches habitan esas tierras ancestralmente y en las
mismas, los hermanos llevan adelante su cultura, y todo lo que su cosmovisión
implica: desde la obtención de su alimento, hasta sus homenajes a la Madre
Tierra. No dañan a nadie: simplemente, viven diferente. Lo hacen del modo y con
la idiosincrasia de nuestros primeros pobladores: los pueblos indígenas.
Pero sus tierras no son cualquier tierra, ni todo es tan
tranquilo como se describió en el párrafo anterior: hace tiempo su terruño es
pretendido por diversos sectores de poder, por ser una zona rica en petróleo,
gran fuente de riqueza, y motor de muchas economías. Es en este contexto, que allí
se encuentra instalado el Yacimiento Portezuelo Norte, explotador por
diferentes petroleras a lo largo del tiempo (entre ellas, Apache y Pioneer).
Es por ello, que tanto el Estado como las Petroleras han
avanzado, sin tener en cuenta más que superficialmente los derechos de los
Pueblos Indígenas, sin escuchar sus opiniones, y sin valorar que esa tierra, es
esencial para que las comunidades allí instaladas puedan llevar adelante todas
y cada una de sus creencias, como históricamente lo han hecho. Cada elemento de
la naturaleza dentro del mismo, tiene una significación especial para los
mapuches. Representa algo. Y disputar ese territorio, es disputar cada elemento
representativo, y con ellos, su misma cultura.
Ante este panorama, los Pueblos estuvieron dispuestos a
resistir, a defender su tierra, su identidad y sus derechos. Cuando en 2012, el
Poder Judicial de Neuquén ordena desalojar a la comunidad Wincul Newen, para
dar lugar a la explotación de petróleo, la misma no se quedó quieta. Resistió.
Y lo hizo con los elementos que tenía, que no eran más que sus propios cuerpos
y algunas piedras. Y ahí estaban Relmu Ñamku, Martín Maliqueo y Mauricio Rain,
defendiendo lo que les pertenece.
En ese marco, la comunidad se defendió a piedrazos. Y una de
esas piedras hirió a Verónica Pelayes, oficial de justicia que sólo fue a
notificar la orden de desalojo. Por este hecho, hoy Relmu Ñamku y sus dos
hermanos mapuches, enfrentan un juicio penal. A ella, podrían corresponderle 15
años de prisión por el hecho caratulado como “tentativa de homicidio”.
El juicio por tal imputación, se está llevando a cabo en la
localidad de Zapala hasta el 4 de noviembre, día en el cual se conocerá si el
veredicto es de culpabilidad. Allí se encuentra, presenciando y acompañando,
Nilo Cayuqueo, integrante de la Comunidad Mapuche y miembro de la Mesa de
Diálogo de Pueblos Originarios de la Provincia de Buenos Aires. Con él, Periodismo
en Redacción pudo dialogar telefónicamente, respecto al caso.
“Lo sucedido fue consecuencia de querer explotar los
recursos de forma irresponsable, por parte de las autoridades, del Gobierno, de
las compañías multinacionales y de la Justicia, que también es cómplice. Nada
hubiera pasado si se hubieran explotado los recursos naturales de forma
consciente, si se hubiera respetado la vida”, explicó Cayuqueo.
Al superar los 15 años de condena, el juicio debe ser por
jurados, conforme a la Ley Provincial. Se trata de la primera vez en
Latinoamérica, que el jurado es intercultural, compuesto por mitad de personas
mapuches. Al respecto, el miembro de la Mesa de Diálogo dijo a PeR: “Se
eligieron 30 apellidos mapuches de la guía telefónica, pero no hay ninguna
certeza de que pertenezcan a alguna comunidad”. Además, el debate será
traducido al idioma mapuzundung (el que habla la etnia).
Por otro lado, los miembros de la comunidad Wincul Newen
denuncian que se trata de un caso de criminalización de los pueblos, con el
objetivo de amedrentarlos, amenazarlos e intimidarlos, y así poder avanzar
sobre sus tierras. Al respecto, el representante del pueblo mapuche comentó: “Quisieron
entrar a la fuerza con la policía a explotar el petróleo, la gente se puso en
el camino, tiraron piedras, y ahora quieren condenar a Relmu Ñamku a 15 años de
prisión. 15 años por tirar una piedra, que ni siquiera pueden probar que fue la
acusada quien la tiró. Está claro que es una intimidación, una forma de
amedrentar a la gente que defiende a la Madre Tierra”.
Asimismo, respecto a las garantías que deben rodear toda causa
penal, Nilo Cayuqueo advierte: “cambiaron la carátula a ´tentativa de
homicidio´, pidieron 15 años de pena cuando por un homicidio se piden entre 8 y
10 años, el Juez corta al Abogado Defensor y deja extenderse a la Fiscal, que
tiene malos antecedentes en materia de derechos humanos… Pero con los
testimonios queda en evidencia la situación. Los que tendrían que estar en el
banquillo de acusados son el Gobierno y las empresas trasnacionales,
depredadores de los recursos naturales”.
El veredicto de culpabilidad o no, se conocerá la semana
próxima y luego, se evaluará la cuantificación de la pena. Mientras tanto, la
comunidad Mapuche se encuentra unida, y acompaña a sus hermanos en cada
audiencia del Juicio oral y público. “El mayor apoyo es de organizaciones y
medios de comunicación alternativos, que nos ayudan a llegar a la mayor
cantidad de gente posible”, explica Cayuqueo.
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