El arte de golpear

“Mujeres boxeadoras”: el arte de golpear y no dejarse golpear.

Por María Sol Medek

Ayer a las 20 se inauguró la muestra “Mujeres boxeadoras”, en la  sala Ismael Jaka del Museo Municipal José Mulazzi. Contó con la presencia de la autora, Claudia Gaudelli, residente en Buenos Aires. Además, se encontraba la representante de la Alianza Francesa, quien se encargó de la organización y explicó que en la sede de la Alianza se realizan concursos de fotografía, y por eso, a través de esta, la muestra llegó al interior de la provincia.

Las fotografías retratan un seguimiento de mujeres dedicadas al boxeo, proyecto que duró dos años, ya que la autora tuvo que convivir con ellas, acudir a su entrenamiento y hasta acompañarlas en algún torneo. También contó que viajó a México de vacaciones y se comunicó con un gimnasio de allá, por lo que la muestra incluye dos mujeres mexicanas.

Cada una de estas deportistas tiene su propia historia, pero un punto en común: un origen humilde y ámbitos familiares donde lo que abunda son las privaciones.

La sala estuvo bien ordenada, con las fotos dispuestas en su lugar, y muy buena iluminación. La organizadora y la fotógrafa llegaron con tiempo, esta última acompañada de su marido, quien llegó con una cámara en la mano. En un ambiente muy tranquilo, Claudia respondió amablemente algunas preguntas.

-¿Cómo surgió la idea de realizar esta muestra?

-Este ensayo surgió de mis ganas de querer encontrar una mujer fuera de su rol típico, encajarla y redescubrirla en otra faceta que no es común en la mujer. Y se me ocurrió que las boxeadoras podían cumplir ese rol, de mujer atípica y valiente, que era lo que yo quería demostrar, de esa fuerza interior para ponerle el cuerpo a la vida.

-¿Cómo se tomaron estas “mujeres boxeadoras” la idea de ser fotografiadas?

Por primera vez sintieron que alguien se fijaba en ellas, en lo que hacían, en su trabajo. Además, yo vivía cerca de la Federación de Box, su lugar de entrenamiento. Estas mujeres viven en diferentes lugares, la mayoría en el conurbano, bastante lejos. Se formó un vínculo muy fuerte.

-¿Hace mucho que te dedicas a la fotografía?

La fotografía fue una pasión mía de joven, mi primer pasión. Luego, por motivos económicos, como antes era todo analógico y el costo era mucho mayor, tuve que dejar. Y ahora, estoy en un momento de la vida, donde mis hijos ya hicieron su camino, no me necesitan tanto y retomé lo que a mí me gusta. Volví a la fotografía y me encontré con los equipos digitales.

-Así que ganaste un concurso con estas fotografías…

Si. Yo participé del Festival de la Luz, en Buenos Aires, que se realiza cada dos años. Me presenté con este proyecto, hice revisión de portfolio. Había muchos fotógrafos del exterior y elegí a los que podía interesarle la parte documental. Uno de los que vio mi trabajo fue un fotógrafo de Hong Kong. Y cuando a él lo invitaron en China a armar una muestra de documental latinoamericana, se acordó de mí y me invitó a participar. En 2015 fue la muestra china, una experiencia increíble. Esta es la cuarta muestra que se hace.