Por Camila Butassi
Por la última fecha del Torneo Clausura de Primera División,
Quilmes recibió en el Complejo Orfel Fontán a El Nacional con la chance de
salir campeón, después de trece años.
El partido comenzaba a las 16hs, pero una hora antes la cancha ya casi estaba
repleta, tanto por hinchas locales como visitantes. Se podía sentir el
nerviosismo de los hinchas cerveceros, familias completas esperando al club de
sus amores. Banderas grandes, medianas y chicas, globos y papeles decoraban el
lugar. Algunos, hacían fila frente a la humeante parrilla del lugar para
comprar el sánguche más tradicional del país, el choripán.
Sin duda el fútbol desata pasión y amor, era lo que expresaban las caras de los
fanáticos, que cada minuto a la espera del arranque del partido, los sentían
interminables.
El Cervecero salió decidido a buscar la victoria desde que
la pelota se puso en movimiento. Fue un claro dominador de la primera etapa
frente a un duro rival.
El Nacional se basó en aguantar la ofensiva e ir ganando terreno, pero Quilmes
seguía siendo mejor dentro del campo de juego, a pesar de no haber podido
aprovechar dos chances claras de gol ejecutadas por Aramendi.
A los 36’ el árbitro Luis Boneiro cobró
penal a favor del local, por una clara falta de Sebastián Gutiérrez sobre
Gastón Di Croce. El mismo lo realizó su
capitán, Luis Aramendi, quién le “rompió” el arco a Jorge Flores y abrió el
marcador.
En el segundo tiempo, fue un partido trabado con un Quilmes más adelantado que
el Decano en el terreno de juego. Sin
embargo, El Nacional tuvo una chance importante con Juan Silva, quién definió
de cabeza y al arquero cervecero Darío Luengo se le escapó de las manos, pero
que al final, lo pudo controlar.
A los 19’ fue expulsado Patricio Barrionuevo y el plantel de Gustavo Córdoba
quedó con 10 jugadores.
Minutos más tarde, se dio una jugada de pelota parada que conectó de cabeza
Jesús Espinal, el remate se le escapó a Flores por entre las piernas y terminó
en gol, que no fue convalidado por off side.
Faltando alrededor de 7’ para el final, en un gran desborde y centro de
“Vizcacha” Aramendi, llegó Di Croce para conectar de cabeza y sentenciar el
partido. A la vez que terminaba en empate (1-1)
el partido de Unión – Huracán. Con estos resultados, Quilmes se consagró
campeón del Clausura 2017.
El grito sagrado “dale campeón” estalló en miles de gargantas, dentro y fuera
del campo de juego. Jugadores, cuerpo técnico e hinchas con lágrimas en los
ojos al ver a su equipo poder dar la vuelta una vez más, después de tanto
tiempo.
En una entrevista con Nahuel Viera (jugador de Quilmes), aún
con la euforia de los festejos, expresó “el partido fue muy difícil, pero se
nos dieron los resultados, Unión pudo igualarle a Huracán y nosotros ganarle al
Nacional y salir campeones, que era lo que buscábamos” y agregó “se lo dedico a
todo Quilmes y a mi familia que estuvo siempre conmigo”.
Muy bueno
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