Con decisiones tomadas por el gobierno nacional algunos
comercios, más conocidos como PYMES (Pequeñas y Medianas Empresas) empiezan a
sentir los aumentos en los impuestos, también en los productos que compran día
a día. Tan solo les queda reducir el personal o tocar fondo y tener que cerrar el negocio.
En diálogo con dueños de comercios manifestaron su descontento con el aumento de
las tarifas como luz, gas y agua. Y también con el precio del alquiler que cada uno o dos meses
le vuelve a aumentar. En una pollería (ubicada en Bahía Blanca) comentaron a
este medio los valores aproximados de cuanto pagan, el alquiler $3.000, luz
$1450, contador $400, municipalidad $613 e Ingresos Brutos $205. Más los
cajones de pollos y otros productos que recibe todos los días, el cajón de
pollo lo está pagando $950.
Por otro lado, un repartidor de pollo llamado Franco Onorato,
contó que cinco pollerías cerraron y algunas otras optaron por la reducción de
personal. Dijo que las ventas en la calle también habían caído, empezó a cargar
el 50% menos de lo habitual.
Otro testimonio es el de Natalia quien es proveedora de
bolsas plásticas y bandejas quien también contó que las ventas se redujeron y
que le cerraron dos comicios y a fin de mes le cierra otro más.
Todo esto originado por la subida de los impuestos y del
combustible.
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