miércoles, 22 de agosto de 2018

Una tarde a pura diversión festejando el día del niño


Guadalupe Goñi
Los chicos divirtiéndose mientras juegan al vóley.
El lunes por la tarde, en la biblioteca  Almafuerte, se llevó a cabo un festejo por el día del niño. La celebración estuvo colmada de risas, música, juegos y un gran número de pequeños de todas las edades que, con sus familias, fueron a divertirse y pasar la tarde. La entrada era libre y gratuita.

Tanto el exterior como el interior de la biblioteca estaban decorados con globos y banderines de distintos colores. Dentro, también, había carteles deseando un feliz día a los protagonistas de la tarde, e incluso un cartel en donde se describían los derechos de los niños. Comenzó a las 14:00 y en poco tiempo, más de un centenar de pequeños ya estaban dentro de las instalaciones.

Más allá del salón techado se extiende un amplio espacio verde, oficiando de patio recreativo. Allí se desplegaba un sin fin de posibilidades para el entretenimiento de los chicos: desde una canchita de fútbol y basket, pasando por una red de voley, hasta árboles para poder jugar a las escondidas y la mancha.

Lorena, Marcela y Belén estaban sentadas en el borde de un cantero, tomando mate y charlando. Lorena y Marcela son madres de dos varones, y Belén es mamá de una dulce chiquita. No es la primera vez que asisten a este tipo de festejos barriales y consideran que son la ocasión perfecta para sacar a los chicos de en frente de las pantallas que ya forman parte de la cotidianeidad. Ellas festejan que sus hijos se diviertan al aire libre con juegos tradicionales que, de otra manera, no jugarían.

Al ser un evento convocado por la biblioteca del barrio, como se acostumbra desde hace diez años, la mayoría de los participantes se conocía. Mientras que los niños optaban por andar en bici, correr y jugar, las familias se dispersaron para conversar y observar a sus hijos, sobrinos, nietos, desde la distancia. El día, a pesar de estar un poco ventoso, acompañó los festejos con un radiante sol durante toda la tarde.

Eliana y Mía, de trece y diez años respectivamente, comentaron que sus juegos favoritos son al aire libre y que no querían desperdiciar la oportunidad de ir y jugar con sus amiguitos.

Un grupo de cinco voluntarios del Instituto Avanza, que cursan el primer año de la carrera de educación primaria, eran los encargados de servir jugo en vasitos descartables a todo aquel que se los pidiera. Más tarde, sirvieron leche chocolatada y repartieron torta, bollitos y demás comida dulce que amablemente cocinó la gente de la biblioteca en conjunto con el centro de jubilados del barrio.

A las 16:00 hs comenzó el show del grupo de animación infantil “La Caracola”, compuesto por Mayra y Silvana, dos profesoras de música que hace tan solo un par de meses se unieron para crear un show lleno de cuentos, risas y cantos. Muchos de los niños estaban sentados al frente en almohadoncitos, otros estaban subidos a “upa” de sus padres o abuelos. Un par de sillas y butacas también estaban disponibles para los adultos que desearan un descanso.

A partir de las 17:00 hs comenzó el momento de tomar la leche y comer algo rico para recuperar las energías perdidas. Por unos minutos las colas se hicieron interminables, repletas de niños alegres y expectantes a la merienda. Música infantil comenzó a sonar fuertemente por unos parlantes mientras que muchos de los niños se retiraban al patio, con un vasito en la mano y comida en la otra. Ya cerca de las 18:00hs, los gritos comenzaron a disminuir, a la vez que el frío se hacía presente. El festejo terminó pero los niños se iban con sonrisas y globos.

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