martes, 30 de mayo de 2023

Impulsando la producción y exportación de gas en Argentina

Gasoducto Presidente Néstor Kirchner

Por Sol Romero
El futuro a través de las gafas del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner: la solución al problema energético y la oportunidad ante la crisis gasífera. Fortalecerá la soberanía energética argentina, convirtiéndola en productora y exportadora internacional de gas.

El gas es la principal fuente de energía en Argentina, pero no se alcanzan a cubrir la totalidad de las necesidades locales.
El problema energético es multicausal y convive desde hace décadas, junto con el desfinanciamiento estatal en políticas de obra pública, con su continuo enfrentamiento entre el interés político y económico; y con las necesidades básicas no cubiertas de grandes sectores del país.

Imagen aérea del gasoducto en etapa de soldadura. Fuente: Revista Área Tres
El territorio argentino requiere de una inmensa red que provea de energía desde la Patagonia hasta el Litoral, y de un suministro estacional (es decir, que durante las estaciones más frías el consumo aumenta considerablemente). Y Argentina no tiene una red propia de esa envergadura, que permita abastecer a todas las familias del país.
Desde 2011 Argentina importa gas, principalmente desde Bolivia, por medio del Gasoducto de Integración Juana Azurduy (GIJA), justamente para poder abarcar las necesidades en el país. Pero la producción de gas en Bolivia ha experimentado un declive en los últimos años, lo que ha coincidido con un aumento en el precio del gas exportado desde Europa, debido a la guerra en Ucrania. Esta situación expuso un nuevo contexto de crisis energética. Sin embargo, también ha generado una oportunidad para que Argentina se convierta en productora y exportadora a nivel internacional del gas producido en Vaca Muerta. 

Vaca Muerta es la roca madre de todos los yacimientos petrolíferos en su zona (Neuquén). Es una formación que se perfora a un nivel mucho más profundo que lo convencional, por eso se le llama “no convencional”. Alrededor de esta formación hay 10 productoras (entre las que se encuentran YPF, Shell, Chevron, EXXON) y más de 30 empresas privadas trabajando en proyectos que implicaron ganancias records durante el año 2022 en las exportaciones de crudo. 

Se dice que una de las imágenes más comunes de ver en la zona de los yacimientos son los mecheros de las plantas quemando gases excedentes que no pueden almacenarse. Es decir, que esa formación geológica produce hoy mucho más de lo que se alcanza a distribuir para su uso.


Allí es donde comienza el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK), y se pretende que cuando comience a operar se ponga a disposición de distribuir los gases excedentes para que sean económicamente rentables y lleguen a los centros de consumo.
En principio, el GPNK está pensado para abastecer el consumo interno, pero también se prevé que pueda exportar los excedentes en las estaciones del año de menos consumo

Foto: Red de Gasoductos en Argentina

Recorrido del gasoducto
Se construirá en etapas: la primera conectará el parque industrial de Tratayen en el corazón de Vaca Muerta, con la ciudad de Salliqueló.
La segunda etapa permitirá llegar hasta San Jeronimo, al sur de la provincia de Santa Fe. Por último se planea la reversión del Gasoducto Norte una obra que irá desde Córdoba hasta el límite con Bolivia.
 


Crónica abreviada
Si bien el camino hacia la construcción del GPNK comienza en julio de 2019, no es hasta octubre de 2022 que efectivamente comienzan a construirlo.
-    En 2019, el entonces presidente Mauricio Macri llama a licitación para el diseño y la construcción de un gasoducto que conecte Vaca Muerta con la localidad de Salliqueló.
-    Esa licitación vence en plena pandemia por COVID-19, en diciembre de 2020.
-    Pocos días después de su vencimiento, Alberto Fernández llama a nuevas licitaciones vinculadas a la compra de materiales .
-    En julio 2022 se lanza la licitación oficial para la construcción en sí misma. Se presentan Techint, Sacde, Víctor Contreras y BTU.
-    En octubre de 2022 comienza la construcción a cargo de la empresa Techint de Paolo Rocca.
-    El 12 mayo de 2023 se realiza la última soldadura en la traza del gasoducto.
-    23 de mayo de 2023: Enarsa llama a concurso para adjudicar el servicio de operación y mantenimiento por 10 años del GPNK
 

Los números del gasoducto
-    Se utilizan caños de 36 pulgadas para su realización.
-    Son 573km de tubos.
-    Se utilizarán tubos de 12 metros de largo.
-    Se requieren 1030 equipos para la construcción.
-    Se realizará en un tiempo récord de 10 meses.
-    Recorre más de 600 km.
-    Atraviesa 4 provincias
-    Se necesitaran 14mil viajes de camiones para terminar el proceso.
-    Distribuirá 11 millones de metros cúbicos diarios de gas.
-    Permitirá ahorrar 2 mil millones de dólares al año.
-    Se invierten más de 2500 millones de dólares en su construcción.

 

¿Por qué se habla de soberanía energética?
El tiempo dirá y confirmará (o no) si el gasoducto se convierte en eso de lo que todos hablan: una solución a la crisis energética nacional, que permita llegar a más familias, con gas confiable y de calidad; a su vez, que permitirá el ahorro, mientras que atraerá nuevas divisas con la exportación de gas, por medio de la reversión del gasoducto norte a toda la región, y como gas natural licuado (GNL) por vía marítima al resto del mundo.
De lo que claramente no se está hablando ahora es de la transición hacia energías limpias y renovables. Sino todo lo contrario, se sigue apostando al tan cuestionado método extractivista, mientras se incentiva el uso de combustibles fósiles tanto en el uso industrial como el hogareño. 

La comunidad científica no deja de reclamar que sean los estados y sus gobiernos quienes fortalezcan políticas estratégicas que eviten aumentar el efecto invernadero, causante del preocupante cambio climático que estamos sufriendo.
La transición a energías limpias supone que los estados abandonen la producción de energía a partir de fuentes que emiten gases de efecto invernadero, como los combustibles fósiles, y adoptar otras que emiten pocos gases de efecto invernadero o ninguno, como la energía solar, hidráulica o eólica. 

Hablaremos entonces de soberanía energética cuando hayamos, al menos, comenzado la transición, obligando a las empresas que explotan los recursos naturales a convertirse en verdaderas empresas verdes, inclusivas y amigables con el ambiente. Y cuando el uso que hagamos de esa energía sea para mejorar la calidad de vida de todos y todas.


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