Por Viviana Montenegro
El único
tomógrafo en la localidad de Coronel Rosales, estaba en el Hospital Naval de
Puerto Belgrano, pero por causas que se desconocen, hace más de un mes que está
sin uso.
Los pacientes
con patologías de gravedad, son trasladados a la ciudad vecina de Bahía Blanca,
con el riesgo, que eso implica para la salud del enfermo.
La Dirección
de Bienestar de la Armada (DIBA), hace oídos sordos a los reclamos de sus
afiliados. Son muchas las quejas planteadas y no resueltas. En especial, con
los turnos que se dan a largo plazo, que son pocos y que ocasionan malestar en
la gente.
El nosocomio
padece la falta de camas y el poco personal médico especializado para cubrir
las guardias, hace que los enfermeros tengan todo el peso de llevar adelante un
tratamiento precario para no tener que derivar a los internados a otra
localidad.
El uso
indiscriminado de residentes, con la cantidad de internos que ingresan al
hospital, pone de manifiesto, que la obra social, no responde a las
expectativas ni las obligaciones que por ley, tendría que cumplir.
Un familiar
de una anciana de 80 años relató, “mi mamá, sigue luchando por su vida gracias
a la atención que recibe del personal, pero no tiene las comodidades, que
necesita para una pronta recuperación”.
Se espera por
parte de la población, una respuesta rápida a sus inquietudes, porque es de
carácter urgente contar con un aparato de ésas características, para
diagnosticar a tiempo y disminuir el índice de mortalidad.
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