El Honorable Concejo Deliberante de la ciudad de Bahía Blanca, sancionó el pasado jueves una ordenanza con el fin de regular la realización de fiestas privadas. La medida fue aprobada por unanimidad y ya está en funcionamiento.
Por Franco Cardone
Manuel Mendoza en su despacho del Concejo Deliberante |
La nueva
disposición establece que los organizadores de este tipo de eventos en lugares
privados, ya sean en viviendas particulares, casas de campo, quintas, fincas o
galpones, y de concurrencia masiva, deben solicitar una autorización
excepcional al municipio por lo menos treinta días antes de la fecha. La misma,
se analizará previa presentación de todos
los datos y especificaciones correspondientes en orden: lugar, fecha, horario,
cantidad de personas, tipo de vivienda, plano a escala, informe técnico de
instalación eléctrica, seguro de responsabilidad civil y contratación de
servicios de emergencia, entre otras.
El ex
presidente del Concejo Escolar y actual Concejal por el Frente Amplio
Progresista, Manuel Mendoza, dejó en claro que la nueva ordenanza no tiene como
objetivo prohibir las fiestas privadas, sino regularlas y dar mayor seguridad a sus
concurrentes.
La medida se
pensó también en respuesta a las repetidas quejas y demandas de vecinos. “Las
fiestas podrán extenderse hasta las 5:30 de la madrugada, se le medirán
previamente los decibeles a los equipos que van a ser utilizados y las paredes
tendrán que ser las necesarias para este tipo de eventos, como tienen los
boliches”, dijo el Concejal bahiense.
Por otro
lado, uno de los objetivos es generar que la competencia sea más justa y leal
entre los sitios bailables. Los lugares autorizados por el municipio, por
ejemplo boliches, cabarets, pubs o bares, deben cumplir una serie de
condiciones y pagar impuestos que quienes realizan fiestas privadas evaden.
Esto, según Mendoza, les favorece a quienes las realizan ya que pueden manejar
a su gusto precios de entradas y de consumiciones, teniendo menores gastos.
Según lo
establecido, se otorga solamente un permiso anual a cada persona. “Hay fiestas
privadas todos los fines de semana lo cual creó una nueva modalidad de negocio
que hay que regular de alguna manera. Es un negocio bárbaro que no está
reglado”.
En el caso de
haber pileta en el domicilio o predio, la misma deberá estar cercada. En caso
utilizarse en la fiesta se deberá contratar un guardavidas con título
profesional.
El Cuerpo
Único de Inspectores Municipales (CUIM), según el concejal consultado, es el
principal encargado que esta ordenanza se lleve a cabo de una manera correcta.
“Tienen la obligación de controlar este tipo de fiestas como si fuese un
boliche, verificando cantidad de personas, salidas de emergencia, que no se
venda alcohol a menores y que todo vaya según lo estipulado”. De no ser de esta
manera, el responsable recibirá fuertes multas. El costo de las mismas depende de la gravedad del
hecho.
Para culminar
la charla, Manuel Mendoza agregó: “No queremos un Cromagnón en nuestra ciudad”
y anticipó que se harán importantes controles en las fiestas de Navidad y Año
Nuevo.
Esta medida
ya se encuentra en marcha y el CUIM está trabajando para que la normativa se
cumpla. El sábado pasado se clausuró la fiesta del Centro de Humanidades de la
Universidad Nacional del Sur y se realizaron varios controles nocturnos en la
ciudad.
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