Por María Cristina GALLO.
Acto llevado a cabo en "La Escuelita" |
Este 24 de marzo, la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Universidad Nacional del Sur adhirió a los actos programados por los Organismos de Derechos Humanos de Bahía Blanca en conmemoración del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, fijado como feriado inamovible por la Ley 25.633 en el 2002.
Una actividad de reflexión se realizó en el Centro Clandestino de Detención “La Escuelita”. Allí se convocaron distintas agrupaciones de Derechos Humanos de Bahía Blanca. Entre otros, estuvieron presentes, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, H.I.J.O.S, la Red por el Derecho a la Identidad de Abuelas de Plaza de Mayo y la Mesa por el Juicio y Castigo Unidos y Organizados; además de público en general. El acto comenzó con la lectura de cantidad de adhesiones de diversas organizaciones políticas, sindicales y educativas. Se leyeron poemas de Daniel BOMBARA, José Eduardo RAMOS y Alicia Mabel PARTNOY y se escuchó a diversos oradores como Julio RUIZ, Francisco MARTINEZ de la Fábrica Recuperada “Textiles Pigüé”, el abogado Walter LARREA, Anabel BUSTOS y Eduardo HIDALGO.
Cartel ubicado en el predio donde funcionó el Centro Clandestino de Detención |
Este Centro se encontraba ubicado sobre el actual camino Juan Domingo Perón (ex Carrindanga) de Bahía Blanca, detrás del V Cuerpo de Ejército y era una edificación de dos habitaciones que se usaba para guardar los caballos militares. Fue demolida antes de la caída de la dictadura, pero el Juzgado Federal nº 1 de Bahía Blanca, dictó una Medida de No Innovar a fin de preservar el predio.
Además, a la tarde, a partir de las 16, comenzó una concentración en la calle Sarmiento, frente a la plaza Rivadavia, que luego marchó hasta el Teatro Municipal local.
El martes se cumplieron 39 años del comienzo de la última Dictadura Cívico-Militar. Ese día, la presidente de la Nación, María Estela MARTINEZ de PERON, fue destituida, detenida y reemplazada por una Junta constituida por los tres comandantes de las Fuerzas Armadas Argentinas, quienes se hicieron ilegalmente cargo del gobierno. Se clausuró el Congreso y se lo reemplazó por la Comisión de Asesoramiento Legislativo. Se sacaron a miembros del Poder Judicial. En todos los niveles del Estado: Nacional, Provincial y Municipal, se destituyó a quienes habían sido electos democráticamente para ocupar cargos públicos. O sea que, los tres poderes del Estado quedaron desmantelados y por lo tanto quedaron abiertas todas las puertas para que se cometan actos ilegales en violación a los derechos propios e innatos de los seres humanos. Se suspendieron las garantías constitucionales: se prohibió toda actividad política y sindical, se estableció la pena de muerte sin juicio previo, un sistema de desaparición de personas, un plan sistemático de robos de bebés y propiedades, censura hacia los medios de comunicación y prohibición de la libertad de expresión. Este nuevo Golpe de Estado, que dio inicio a 2.818 días de Dictadura, fue distinto y se utilizaron nuevos recursos: la desaparición de personas para algunas, fueran argentinas o extranjeras; el cambio de identidad para otras, especialmente bebés y 340 centros clandestinos de detención, tortura y exterminio. El saldo fueron 30 mil personas desaparecidas, 500 niños apropiados y un plan económico que comenzó a principios de 1977 y terminó con alta inflación, baja del consumo y una deuda externa argentina quintuplicada. A través de testimonios de ex presos políticos que lograron salvar sus vidas y de exiliados se pudo reconstruir la historia. Hoy los juicios de Lesa Humanidad, que se vienen llevando a cabo, intentan acompañar quienes, aún continúan luchando contra la Injusticia y la Impunidad con un grito que nunca callarán en su camino de Memoria, Verdad y Justicia: “¡30 mil Compañeros Detenidos- Desaparecidos presentes! ¡Ahora y siempre!”.-
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