Durante el fin de semana del 7 y
8 de noviembre, se llevó a cabo en nuestra ciudad un Encuentro Nacional de
Estatuas Vivientes. Este evento, que ya tiene tres ediciones, fue organizado
por Mariela Olivera, actriz y estatua viviente de hace años, y Mirta Gutiérrez,
incursionista. Este evento no trata de Festival o competencia, porque nadie
compite ni gana nada. Sencillamente se presenta al público como eso: una
exposición cultural, un encuentro que promete sensaciones inusuales, en una
localidad como la bahiense, que raramente encuentra personajes de este estilo
deambulando por las calles. “Las estatuas estamos en las calles para llevar un
amor y paz, y alegría a los chicos, principalmente”.
PeR pudo hablar con una de las
protagonistas de este encuentro, Karla Castillo, que es actriz en nuestra
ciudad. “Empecé un seminario que dictó Mariela Olivera, del cual salimos seis
estatuas. Todos los personajes surgieron del trabajo colectivo que se fue
haciendo en los encuentros; todos los sábados fuimos trabajando actividades de
movimiento, quietud, distintos elementos que nos fueron sirviendo para generar
la estatua de a poco, y a partir de esos ejercicios fueron naciendo los
personajes- nos cuenta-. Se trata de construcciones nuestras, propias, no de
personajes míticos o de la historia. Cada uno con su historia y sus
características.”
Su personaje creado resalta entre
los espacios acordados para la exposición: las escalinatas y plazoleta del
Teatro Municipal y las instalaciones al aire libre en la Casa de la Cultura,
Avenida Alem 925. Sobre ello relata “El mío es una especie de dríada del
bosque. Así que utilizo muchos elementos de la naturaleza: ramas, hojas… Pero
está ahí, en el proceso, en seguir trabajándolo para que crezca“.
Y amplía: “Se trata de dos
procesos: uno en el seminario y otro con el público. Arrancamos en abril, y, en
mi caso, tuve cinco presentaciones después. Yo soy nuevita entonces, pero por
suerte en mi segunda experiencia ya estuve en el encuentro de artesanos, que me
permitió tener mucho movimiento de gente. Entonces fue terrible, me encantó,
por la cantidad de público que se acercó. Por suerte, ahí ya había tenido la
experiencia de la cantidad de gente, de la adrenalina que eso te genera. Es muy
diferente a lo cotidiano, al que se acerca de vez en cuando para darte una
moneda, a de pronto tener un flujo
constante de gente que se acerca, que te da una moneda, que quiere que te
muevas, que los mires e interactúes con ellos. Entonces la quietud es casi
mínima. Estás todo el tiempo tratando de saludarlos, de agradecerles… “
¿Cuál es la expectativa de aquí
en adelante? Ya adentrarse en otro proceso.
No se trata más de ser estudiantes con sus pares, porque ya están en contacto
con el público. “La expectativa es continuar con este personaje, seguir haciéndolo,
y ver hasta dónde crece”-culmina Karla.
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