El último martes trascendió en medios locales que habría ingresado al Hospital Pirovano un niño golpeado, aparentemente con signos de abuso sexual. A partir de ese momento se filtraron cada vez más datos del caso y los tresarroyense conmovidos han salido a las calles a reclamar justicia.
Los hechos se inician el martes por la mañana cuando un
vecino dio aviso a la policía de un caso de violencia de género en un domicilio
del Barrio Ruta 3 Sur. Al arribar las fuerzas de seguridad se encontraron con
un escenario más grave del alertado por lo que aprehenden a Brian Miguel Ianiro
de 21 años (padrastro del menor), y procedieron a trasladar a la madre del niño
a la Comisaria de la Mujer donde erradicó la denuncia correspondiente.
Según el comunicado oficial que
emitió el Hospital Pirovano horas después “El menor presentaba hematomas
múltiples en rostro y párpados, heridas cortantes en ambos labios, traumatismo
de región nasal y algunos signos de mordedura en la región de la ingle y el
rostro. Así mismo se constata dentro de los estudios realizados una fractura de
húmero derecho, de mediana data, la cual no fue ni consulta ni tratada. Se da
intervención a todos los estamentos de Servicio de trabajo Social, Equipo Local
de Protección de los Derechos del Niño, se interviene junto con Policía
Científica, médica forense y se concluye en que hay signos de maltrato infantil
y abuso sexual sostenidos en el tiempo. El niño presenta signos de abuso sexual
con lesiones anales”.
Se informó que la madre también estaba golpeada, internada
en observación y que en el domicilio también vivían dos niñas, que quedaron en
el Pequeño Hogar bajo el resguardo del Municipio a través del Servicio de
Promoción y Protección de los Derechos del Niño.
Durante la tarde apareció la madre de Ianiro, llamada
Marcela, aportando un video a la causa, que se difundió en medios locales,
donde se escucha al bebe llorar durante tres minutos y conversaciones de la
familia. La señora denuncia que la madre de los niños los maltrataba, y que su
hijo es inocente.
Paralelamente a esto, en las redes sociales se empezó a
escrachar tanto al padrastro como a la madre de Alejo. Se filtró el nombre del
menor de edad, y creció la idea de movilizarse.
Se dio a conocer que Ianiro fue trasladado a una Comisaria
de la región, y el fiscal a cargo del caso, Gabriel Lopazzo manifestó para la
prensa “el sumario primario que se hace, indican la
responsabilidad hacia el padrastro, o sea la pareja de la madre. En el
trascurso de las horas siguientes, no se descarta que se puedan involucrar a
más personas hayan sometido a este bebe desde hace un tiempo prolongado. Eventualmente
se podrán incorporar nuevos responsables o descartar a los que a priori la
investigación indica que podrían haber sido los autores”.
A las 20:30 un grupo de vecinos
auto convocados por redes sociales se hizo presente en la Plaza San Martín
pidiendo justicia. Alzó la voz en el nombre del grupo Coca Boneiro, anticipando
que volverían a movilizarse al día siguiente en horas del mediodía. Boneiro es
reconocida por estar comprometida en la lucha contra el cáncer, por la
experiencia con su hijo Thiago.
En la mañana del miércoles Ianiro
fue trasladado a la ciudad para declarar ante el fiscal Lopazzo. El joven se
negó a hablar. Las actuaciones fueron giradas al Juzgado de Garantías de Tres
Arroyos, se pidió la conversión de aprehensión a detención y el magistrado
interviniente deberá dar respuesta en un plazo de cinco días.
También trascendió que los médicos
del hospital denunciarían a la madre del niño, para pedir que investiguen si
existe algún grado de complicidad.
Al día siguiente, un grupo de vecinos
se movilizó bajo la consigna “Justicia por Alejo”.
En esta ocasión no solo pedían que la justicia avance sobre Ianiro, sino
también sobre la madre del menor. Además expresaron que tanto Alejo como sus
hermanas deben ser resguardados y no restituidos a esta familia. También repudiaron
el hecho de que en redes sociales se haya difundido morbosamente una foto del
menor golpeado en el Hospital.
Monique Godoy, presidente de la
agrupación Corazones Solidarios, que propuso y difundió la convocatoria
manifestó “acá no se trata de ir a hacer quilombo, ni nada, es una marcha pacífica.
Como mamás y papás de Tres Arroyos queremos preservar a nuestros hijos porque
hoy le pasó a Alejo y mañana puede pasarle a los nuestros. Hay que tomar
conciencia y no hacer la vista gorda. Si escuchás gritos de tus vecinos, llamar
a la policía, así sea una pavada, es mejor prevenir que curar”.
Luego de movilizarse por el
centro, algunos manifestantes se trasladaron al Hospital y cortaron la ruta en
el cruce con calle Pellegrini, donde protestaron y quemaron gomas.
Durante la marcha apareció Marcos
Fernández, el papá de Alejo. El hombre contó que hace tres meses se había
separado de la mama del niño, con quien vivía en la localidad de González Chaves
y desconocía el paradero de los mismos. El estaba trabajando de camionero en 9
de julio.
Por la tarde otro grupo de vecinos
se manifestó en la Plaza San Martín, y por la noche nuevamente se marchó desde
la Plaza hasta la Comisaria reclamando justicia. En esta oportunidad quemaron
basura en Moreno y Lucio V. López. Concluyendo un día completo de movilización
y reclamo en la ciudad conmovida por un hecho de violencia extrema contra un
nene de apenas 3 años.
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