lunes, 10 de septiembre de 2018

“Despertar en el corazón de África” fue presentado en Punta Alta.

El libro de Vanesa Dapsich, en el cual cuenta su experiencia tras un viaje a África y la adopción de un niño de Guinea-Bisáu, fue presentado este viernes en la Biblioteca Popular y Centro Cultural Juan Bautista Alberdi.

Por Fabrizio Colantonio.
Vanesa Dapsich presentando su libro en la Biblioteca Alberdi
“Podré salir del corazón de África, pero jamás África saldrá de mi corazón”. Con esta frase comienza “Despertar en el corazón de África”, un libro con una historia conmovedora. Vanesa Dapsich, su autora, es de Bahía Blanca. En 2017, viajó, junto a sus dos hijos biológicos, al continente africano para concretar la adopción de Mussa, un niño de 9 años, huérfano, que vivía en un orfanato en Guinea-Bisáu, un país al oeste de África.
En el libro, además de contar su propia experiencia en suelo africano y lo que la llevó a adoptar a un niño de esa tierra, cuenta la dura y cruda realidad que se vive en ese sector del mundo, en una situación de extrema pobreza estructural.
“En este libro, Vanesa nos relata la intensa vibración de Amor que guió su corazón en el camino de la adopción, la transformación que surgió a partir de ella y el precioso modo en el que se produjo el bendito encuentro entre estos hermosos seres, conociendo, vivenciando, integrando un nuevo modo de cosmovisionar la vida en familia”, comenta Laura Airola, escritora y amiga de la autora, quien la guió para realizar “Despertar en el corazón de África”.
“África es la tierra que me dio la oportunidad de volver a ser madre. Desde mi pequeño lugar en este mundo voy a seguir colaborando. Esperando con anhelo poder volver”, expresa la autora.
“Cuando volví a Bahía Blanca, los primeros quince días no podía levantarme de la cama. El viaje y todo lo vivido había sido muy intenso”, dijo Vanesa sobre lo que fue su regreso a Argentina. Y agregó: “Después de varios días, empecé a procesar todo lo que había vivido. Sentía la necesidad de sacarlo, de expresarlo, de ponerlo en palabras. Por eso decidí comenzar a escribir lo que sentía. Igual, nunca pensé que iba a terminar en un libro. Hasta que mi amiga Laura Airola, mi guía espiritual, me dijo de hacerlo”.
Respecto al modo de vida en África, Vanesa comentó: “La forma en la que viven es inhumana. No tienen nada y sólo piensan en comer, como mucho y con suerte, al menos una vez al día”. Y reflexiona: “Personalmente tuve un cambio interno, cambié como persona. Empecé a tener otras prioridades. Tenemos tantas cosas materiales y no nos damos cuenta que con muy poco podemos ser felices”.
También añadió: “Hoy me preguntan si soy feliz y respondo que si, simplemente porque tengo a mis tres hijos sanos y con eso me alcanza”.
Por supuesto, Vanesa también habló de Mussa, el niño africano que adoptó: “El proceso fue largo y complejo. También es difícil la adaptación. Ahora es un poco más sencillo porque ya entiende mucho mejor el idioma”.
“Es una adopción plena, es decir, que Mussa ya lleva el apellido de la familia y tiene nacionalidad argentina”, comentó en cuanto a la adopción.
Sobre lo que eran sus expectativas y lo que nota ahora, señaló: “Hoy me doy cuenta que Mussa no necesita nada de todo lo que le podemos ofrecer. Él es feliz como es, jugando al aire libre y con barro. Sólo necesitaba una familia y amor”.
“El sistema educativo no me ha ayudado en nada”, mencionó en referencia a su inserción en la escolaridad. Y agregó: “Mussa tiene edad de un nene de quinto grado, pero en algunas materias está atrasado. Igualmente sólo necesita tiempo”.
También contó que en los primeros días de clases, Mussa reglaba sus útiles, rompía los lápices y les daba la otra mitad a sus compañeros. “Es una actitud de cómo viven en África, donde todo es partir y compartir”, señaló Vanesa.
En cuanto al trato de la sociedad, Vanesa contó: “Es raro. A veces los chicos son crueles y otras veces lo peor es el acoso de los grandes. La gente se acerca para hablarle, tocarlo, sacarse fotos con él”.
Sobre el futuro, Vanesa expresó: “No sé cómo imagino a Mussa en unos años. Tampoco él puede imaginarse nada ahora. No conoce lo que es una carrera, un oficio o una profesión. ¿Cómo saberlo? Si viene de un lugar donde sólo piensan en poder comer. Simplemente espero que sea feliz y si desea volver a África, tendrá la libertad de hacerlo”.
Tras algunas preguntas nacidas desde la curiosidad del público presente y la interacción de ellos con la autora, concluyó la presentación de una historia que fue plasmada en un libro, donde “Despertar” hace referencia al despertar de la consciencia que deberíamos tener sobre el corazón de África, el cual bombea humildad, amor y felicidad pese a tener una vida realmente llena de carencias.

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