Todo lo recolectado: más de treinta litros de leche. |
Dos horas de la soleada tarde del
domingo bahiense sirvieron para recolectar litros y litros de leche larga vida
en polvo, entre otros productos necesarios para llevar adelante la merienda de
los chicos más necesitados. El evento se desarrolló en el Parque de Mayo, en el
Monumento a Rómulo y Remo.
Graciela, Mariela y Stella Maris
fueron las encargadas de recibir a quienes se acercaban al monumento a donar
leche, galletitas, azúcar o cacao. El grupo “1 litro de leche por mes bahiense”
está conformado por cinco mujeres, que desde hace siete años, el segundo
domingo de cada mes, se reúnen en un espacio público invitando a toda la
comunidad bahiense a colaborar. Si quien desee donar tiene problemas o
dificultades en llegar el día del encuentro al espacio acordado entonces tiene
la posibilidad de dejarlo en uno de los domicilios de las organizadoras.
La idea surgió tomando como
inspiración a un grupo de Florencio Varela que se ocupaba de esto mismo:
recolectar alimentos y bebidas para darle la merienda a los chicos de un barrio
carenciado. Una de las reglas básicas es no involucrar la política o la
religión. Al ser algo que nunca antes se había llevado a cabo en la ciudad,
Graciela cuenta que comenzaron por hacer la difusión a sus familias y amigos
más cercanos. Luego, en pleno auge de las redes sociales, se dieron cuenta de
que ese sería el medio más efectivo para llegar a la mayor cantidad de personas
posible.
Lo recaudado se dona principalmente
a comedores y merenderos, entre los que se destacan el merendero Ositos
Cariñosos (Salinas chicas 3622) y el merendero Juntos por los necesitados (Roca
1652). También colaboran con la Fundación Aurora, que lleva productos al
impenetrable chaqueño.
Para Graciela, la situación
económica actual del país no se refleja en la cantidad de alimentos que se
juntan por mes: “Es muy variado, depende mucho del clima de ese día. El mes
pasado llovió y estábamos solas”. Según su punto de vista, es un tema que
refiere más a la difusión que se llegue a hacer del evento que de la situación
económica de cada donante en particular. “Pobres hubo siempre, sin importar
cuál sea el gobierno de turno”.
Las dos horas pasaron rápido para
aquellas mujeres que, con mate y torta, recibían sonrientes la generosidad de
muchísima gente. Basta con mirar sus rostros para saber que ayudar a todos esos
niños en situaciones de necesidad es algo que realmente disfrutan hacer.
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