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Gran gesto del rival, recibimiento con
aplausos tras la vuelta olímpica
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Por Rocío Arguello
En la última fecha del torneo de segunda división de la liga
de Tres Arroyos, el equipo de De la Garma se consagró campeón, tras empatar 1-1
con Juan Eulogio Barra.
Lunes atípico, un feriado largo que tuvo como principal
protagonista al fútbol local, con apasionantes definiciones.
En una tarde ventosa, en la localidad de De la Garma, se
jugó un nuevo clásico, Agrario, el puntero, recibió al golpeado Juan E.
Barra, en un partido que desde la previa se percibía picante, por la clásica
rivalidad y por lo que se ponía en juego.
Con papelitos, banderas y mucho color fueron recibidos ambos
equipos por sus respectivas hinchadas, en un marco excepcional en cuanto al
público presente.
El partido comenzó con El Rojo tratando de imponer su juego,
y un Barra a la espera, con ganas de arruinarle la fiesta al rival. Poco a poco
el visitante fue marcando el ritmo del partido, jugando con la desesperación
del local. Si bien Agrario llegaba, tras los desbordes del delantero Roldós, su
juego no era claro y no podía concretar.
Cuando mediaba el primer tiempo, tras un tiro de esquina, el
aurinegro logró ponerse en ventaja, con un gol en contra de Díaz, un duro golpe
para el local, que lo dejó sin reacción y que iría apagando las esperanzas de
gritar campeón en su cancha. Un segundo gol del equipo visitante, convertido
por Bramajo fue anulado por posición adelantada.
El equipo dirigido por Luciano Díaz, se fue al entretiempo
con una victoria parcial, que ponía un condimento especial a la tarde y un
intenso fervor a su hinchada. Tanto es así, que el excesivo operativo policial
presente en la cancha, protagonizó un entredicho con parte de los simpatizantes
de Barra, tras incautar bebidas alcohólicas. Dicho operativo también fue
aplicado en la tribuna local.
Al comienzo del segundo tiempo, Agrario trató de demostrar
otra actitud y de progresar en el juego, pero los nervios le jugaban en contra,
la defensa firme del visitante, que tuvo como figura a Gutiérrez, no le
permitía su máximo anhelo, poder convertir. Desordenado, buscaba el empate,
mientras Barra jugaba de contragolpe tratando de estirar la diferencia.
Los minutos pasaban y las miradas no solo estaban puestas en
este partido. Agrario no lograba sumar y sus escoltas estaban al acecho,
Garmense empataba 0-0 en Chaves con San Martín y Villa del parque le ganaba a
Copetonas por 2-1, con estos resultados momentáneamente se le escapaba el
campeonato y tendría que jugar un triangular para definir el torneo.
Con las pulsaciones a mil, y el nerviosismo que se percibía
dentro y fuera de la cancha, faltando siete minutos para el final del partido,
un tiro de esquina ejecutado por Tavernini, marcó el empate tras un gol
olímpico, nada que hacer para el arquero Legarreta. Este empate daba un poco de
tranquilidad a la gente de Agrario, pero nada había terminado, si Garmense
lograba el triunfo se quedaría con la fiesta.
Minutos más tarde se hizo eco en todo el estadio el grito de
gol de San Martín, que le dio a Agrario el tan ansiado campeonato, y que desató
la gran fiesta.
Finalizó el partido antes del tiempo estipulado por el
árbitro García, el encuentro culminó 1-1 y el local se alzó del segundo título
en su historia, y tendrá la chance de ascender a la primera división, jugando
la final del año ante el campeón del apertura, Olimpo.
Entre abrazos y llantos el DT del flamante campeón, Rubén
Toyos, expresó su emoción: “nos merecíamos esto, por todo el sufrimiento que
pasamos, por la garra de esta gente, por esta hinchada. Me encantaría tener a
mi viejo en este momento. Ubico este campeonato en lo más alto, tuve el
privilegio de salir campeón como jugador, y ahora también como técnico, quedar
en la historia del club es un orgullo. Ahora solo pienso en festejar, después
pensaremos en Olimpo”.
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