Por Silvia Majluf
-¿Qué
fue lo que le incentivó a realizar esta
obra sobre los caracoles de Monte Hermoso, teniendo en cuenta que es una tarea
un tanto ardua, ya que hay que hundir una rodilla en la arena, doblar la
espalda, elegir y juntar los caracoles uno a uno?
-La
playa es una fuente inagotable de novedades y los caracoles están entre las
maravillas de ese universo de espuma y arena que nos atrae desde pequeños. Este
libro nació de la intersección fortuita de algunas variables, por un lado mi
interés casi pasional por la naturaleza y especialmente los seres vivos, en las
distintas variedades que habitan este mundo, por el otro una disciplina de
observacional y taxonómica que aprendí en la práctica de la ginecología y en la
observación de las aves y finalmente la oportunidad de tener acceso frecuente a
la playa de Monte Hermoso.
-¿Qué
podemos decir de los caracoles, como podemos describirlos?
-Son
seres vivos humildes, que carecen de la musical estridencia y colorido de las
aves, de la elegancia del galope de los caballos, del leal compañerismo de los
perros; los caracoles en cambio son grandes escultores y excelentes
arquitectos, fabrican su estructura con los diseños más hermosos, con pliegues,
voladizos, formas de diversos colores, en fin una exuberante variedad de
dibujos y molduras que se disfrutan a simple vista, con solo caminar por la
playa.
-¿Qué
tiempo le llevó este intenso trabajo que ha realizado de investigación
personal, de campo, de gabinete y además de un gran rigor científico? A la par vemos la amabilidad de una gran obra
de divulgación.
-Fueron
solo seis años, contando con una gran pasión, tenacidad por andar por la playa
hurgar en la arena en pleno invierno en busca de caracoles, constancia y
paciencia para identificar con la lupa, estas especies que me eran
desconocidas, perseverancia para tomar fotos con lupas de estas miniaturas de
poco milímetros e inteligencia para comprender los fenómenos biológicos,
también hace falta humildad para reconocer los propios límites y entonces
consultar especialistas como la Dra. Farinati y de ese modo poder construir
este libro.
-Sabemos
que la playa nunca es igual pues el mar no siempre está del mismo modo, es
también así cada caracol, es decir ¿cada caracol es único y diferente a los
demás?
-Cada
caracol es diferente a los demás, de un millón de maneras el caracol es la
síntesis del mar, la representación a escala de la inmensidad del Océano. Un
caracol sobre mi escritorio es el mar a la vista. El mar es tan inmenso, tan
grandioso, que es capaz de volverse caracol para entrar en el cuenco de mi
mano, para entrar en mi bolsillo.
Podemos
decir entonces que este libro “Caracoles de Monte Hermoso y alrededores” abre
un micro mundo de maravillas a nuestros ojos.
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