Es el primer fósil de pichiciego, el armadillo más pequeño del mundo
Por Mónica Carmelino
Daniel Barasoain. Foto: Conicet |
Un grupo de investigadores del CONICET identificó por primera vez restos fósiles de un pichiciego; un armadillo que es el más pequeño del mundo y que habitó en Argentina y en otros país de Sudamérica.
Vicente Di Martino, quién fue el Director del Museo de Ciencias Naturales de Monte Hermoso, que lleva su nombre, lo descubrió hace más de 30 años en cercanías de la Laguna Chasicó.
Di Martino, un coleccionista y aficionado había recolectado estos restos y los exponía en el museo local. Este inusual armadillo representa el primer registro fósil del género y de la especie. Esta identificación fue publicada recientemente en el Journal of Vertebrate Paleontology, con el nombre de “Chlamyphractus dimartinoi” en homenaje a Vicente Di Martino.
Estos restos tienen entre 9 y 10 millones de años de antigüedad y corresponden a un ejemplar que actualmente mide apenas unos 10 centímetros, pesa menos de 100 gramos y tiene un hermoso caparazón de color rosa cubierto con pelos blancos.
Daniel Barasoain, becario doctoral del CONICET en el Centro de Ecología Aplicada del Litoral (CECOAL, CONICET – UNNE), responsable del descubrimiento, señala que haber encontrado este fósil equivale a hallar una aguja en un pajar. Relata que estudiaba distintos aspectos de los cingulados del Mioceno tardío en Argentina y así encontró estos restos que no habían podido ser identificados.
“Este descubrimiento nos permite empezar a conocer a estos animales tan raros con mayor profundidad. A partir de ahora, vamos a poder ver cómo ha sido su historia evolutiva, que es muy curiosa ya que está totalmente presionada por sus hábitos subterráneos. Eso ha condicionado una serie de morfologías y estructuras muy derivadas que son únicas en el mundo”, indica Barasoain.
Fuente Conicet
Información y testimonios extraídos de Conicet
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Información y testimonios extraídos de Conicet
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