domingo, 1 de noviembre de 2015

Relmu Ñamku, juzgada por resistir en defensa de su territorio

Lautaro Peñaflor- Bahía Blanca
Para el juicio se montó una globa especial, que garantiza el acceso
al público. Foto de laretaguardia,com.ar
Relmu Ñamku es miembro y dirigente de la comunidad Mapuche Wincul Newen, situada en la provincia de Neuquén de nuestro país. Específicamente, en el Paraje Portezuelo Chico, cerca de la localidad de Zapala. Desde el pasado 26 de octubre hasta el 4 de noviembre, estará enfrentando un juicio oral y público, acusada de “tentativa de homicidio”, por resistir un desalojo arrojando piedras, una de las cuales impactó en el rostro de la oficial de justicia Verónica Pelayes, quien había ido a la zona, a notificar la orden del procedimiento.
Los mapuches habitan esas tierras ancestralmente y en las mismas, los hermanos llevan adelante su cultura, y todo lo que su cosmovisión implica: desde la obtención de su alimento, hasta sus homenajes a la Madre Tierra. No dañan a nadie: simplemente, viven diferente. Lo hacen del modo y con la idiosincrasia de nuestros primeros pobladores: los pueblos indígenas.
Pero sus tierras no son cualquier tierra, ni todo es tan tranquilo como se describió en el párrafo anterior: hace tiempo su terruño es pretendido por diversos sectores de poder, por ser una zona rica en petróleo, gran fuente de riqueza, y motor de muchas economías. Es en este contexto, que allí se encuentra instalado el Yacimiento Portezuelo Norte, explotador por diferentes petroleras a lo largo del tiempo (entre ellas, Apache y Pioneer).
Es por ello, que tanto el Estado como las Petroleras han avanzado, sin tener en cuenta más que superficialmente los derechos de los Pueblos Indígenas, sin escuchar sus opiniones, y sin valorar que esa tierra, es esencial para que las comunidades allí instaladas puedan llevar adelante todas y cada una de sus creencias, como históricamente lo han hecho. Cada elemento de la naturaleza dentro del mismo, tiene una significación especial para los mapuches. Representa algo. Y disputar ese territorio, es disputar cada elemento representativo, y con ellos, su misma cultura.
Ante este panorama, los Pueblos estuvieron dispuestos a resistir, a defender su tierra, su identidad y sus derechos. Cuando en 2012, el Poder Judicial de Neuquén ordena desalojar a la comunidad Wincul Newen, para dar lugar a la explotación de petróleo, la misma no se quedó quieta. Resistió. Y lo hizo con los elementos que tenía, que no eran más que sus propios cuerpos y algunas piedras. Y ahí estaban Relmu Ñamku, Martín Maliqueo y Mauricio Rain, defendiendo lo que les pertenece.
En ese marco, la comunidad se defendió a piedrazos. Y una de esas piedras hirió a Verónica Pelayes, oficial de justicia que sólo fue a notificar la orden de desalojo. Por este hecho, hoy Relmu Ñamku y sus dos hermanos mapuches, enfrentan un juicio penal. A ella, podrían corresponderle 15 años de prisión por el hecho caratulado como “tentativa de homicidio”.  
El juicio por tal imputación, se está llevando a cabo en la localidad de Zapala hasta el 4 de noviembre, día en el cual se conocerá si el veredicto es de culpabilidad. Allí se encuentra, presenciando y acompañando, Nilo Cayuqueo, integrante de la Comunidad Mapuche y miembro de la Mesa de Diálogo de Pueblos Originarios de la Provincia de Buenos Aires. Con él, Periodismo en Redacción pudo dialogar telefónicamente, respecto al caso.
“Lo sucedido fue consecuencia de querer explotar los recursos de forma irresponsable, por parte de las autoridades, del Gobierno, de las compañías multinacionales y de la Justicia, que también es cómplice. Nada hubiera pasado si se hubieran explotado los recursos naturales de forma consciente, si se hubiera respetado la vida”, explicó Cayuqueo.
Al superar los 15 años de condena, el juicio debe ser por jurados, conforme a la Ley Provincial. Se trata de la primera vez en Latinoamérica, que el jurado es intercultural, compuesto por mitad de personas mapuches. Al respecto, el miembro de la Mesa de Diálogo dijo a PeR: “Se eligieron 30 apellidos mapuches de la guía telefónica, pero no hay ninguna certeza de que pertenezcan a alguna comunidad”. Además, el debate será traducido al idioma mapuzundung (el que habla la etnia).
Por otro lado, los miembros de la comunidad Wincul Newen denuncian que se trata de un caso de criminalización de los pueblos, con el objetivo de amedrentarlos, amenazarlos e intimidarlos, y así poder avanzar sobre sus tierras. Al respecto, el representante del pueblo mapuche comentó: “Quisieron entrar a la fuerza con la policía a explotar el petróleo, la gente se puso en el camino, tiraron piedras, y ahora quieren condenar a Relmu Ñamku a 15 años de prisión. 15 años por tirar una piedra, que ni siquiera pueden probar que fue la acusada quien la tiró. Está claro que es una intimidación, una forma de amedrentar a la gente que defiende a la Madre Tierra”.
Asimismo, respecto a las garantías que deben rodear toda causa penal, Nilo Cayuqueo advierte: “cambiaron la carátula a ´tentativa de homicidio´, pidieron 15 años de pena cuando por un homicidio se piden entre 8 y 10 años, el Juez corta al Abogado Defensor y deja extenderse a la Fiscal, que tiene malos antecedentes en materia de derechos humanos… Pero con los testimonios queda en evidencia la situación. Los que tendrían que estar en el banquillo de acusados son el Gobierno y las empresas trasnacionales, depredadores de los recursos naturales”.

El veredicto de culpabilidad o no, se conocerá la semana próxima y luego, se evaluará la cuantificación de la pena. Mientras tanto, la comunidad Mapuche se encuentra unida, y acompaña a sus hermanos en cada audiencia del Juicio oral y público. “El mayor apoyo es de organizaciones y medios de comunicación alternativos, que nos ayudan a llegar a la mayor cantidad de gente posible”, explica Cayuqueo.

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