Sol Anconetani
La Licenciada en Enfermería, Isabel Martínez, se graduó de la Universidad Nacional de Rosario y hoy en día vive en la Ciudad de Punta Alta. |
El 16 de noviembre, tras la aprobación de la norma que
trasformó a los enfermeros de CABA a empleados administrativos, la Licenciada
en Enfermería Isabel Martínez, del Hospital Eva Perón, aceptó responder una
serie de preguntas al respecto y de su profesión.
P: ¿Qué es lo que a usted le inspiró a ser enfermera?
R: Algunas veces me es difícil definirlo. Porque cuando uno
es joven habla de la vocación y de todo este sentimiento que cuando uno elige
una carrera no es que lo sienta previamente, a veces, se elige una carrera
porque tiene ciertas inclinaciones. Verdaderamente, la vocación la sentís
después.
En mí caso, por ejemplo, entré por primera vez a un hospital
y sentí que era mi segunda casa. Pude sentir que podía manejarme en todos los
lugares, y que cada lugar en donde yo iba pasando empezó a ser parte de mi
vida, y una sensación de alegría que no lo había sentido antes. Esa sensación
de felicidad de poder ayudar a un paciente o hacer todas las funciones que se
van haciendo dentro de enfermería. Por ello, puedo afirmarte que solo sentí una
inclinación, luego descubrí que era mi vocación.
Con el tiempo si fui dándome cuenta que había cosas que me
habían marcado. Por ejemplo, recuerdo la vez que le mostré una foto a mi mamá
de cuando me recibí, ella se puso a llorar. La abracé tímidamente mientras le
decía “Bueno, mami esto es lo que elegí. Lo siento si no te gusta.” Y ella
después me dijo: “Es que yo toda mi vida quise ser enfermera, y nunca pude”.
Entonces yo de ahí me doy cuenta de que, por eso es que de niña he estado en
los hospitales más de lo habitual de lo que un niño iría. Justamente porque
acompañaba a mi mamá, porque ella siempre estaba siendo solidaria con vecinos,
o familiares, y siempre iba al hospital. Yo por ser la menor la acompañaba.
Creo que esa es la explicación de porque sentía que el hospital era mi segundo
hogar.
P: ¿Cómo fue siempre su trabajo como enfermera?
R: Como enfermera yo he pasado por diferentes funciones.
Desde la función asistencial propia, que se hace desde el hospital que es el
cuidado, el abordaje al paciente que sería del segundo nivel de atención de
salud. He estado en cuidados críticos de adulto que eso ha marcado bastante mi
accionar del día de hoy. También estuve en el primer nivel de atención, que
son: promoción; prevención; y todo lo que hace el área de las salas médicas o
los CAPS, en los cuales he hecho mucha actividad. Además de estar en lo que es
Jefatura de Enfermería, en donde estuve tres años, y enseñé mucho tiempo en la
Universidad Nacional del Sur.
Hoy en día trabajo para el Ministerio de Educación, dictando
cursos para cuidadores de adultos mayores a domicilio o en instituciones, a la
vez que estoy cumpliendo una función de coordinación de las Salas Médicas de
todo el Distrito de Coronel Rosales, lo cual incluye la programación;
supervisión; la ejecución de trabajos; y sistematización de todas las
actividades que se desarrollan dentro de cada sala médica y a su vez en general
de todo el Partido de Coronel Rosales.
P: ¿Qué es lo que ud opina de la problemática del no
reconocimiento de los enfermeros como profesionales de la salud?
R: Esto que está ocurriendo hoy no es más ni menos el comienzo
de hacerse visible un problema que viene desde hace mucho tiempo atrás.
La enfermería, si bien se considera que es una de las
primeras profesiones que ha estado en el mundo, ejercido por mujeres y que ha
tenido esta misión de cuidar al otro, no ha sido reconocida debidamente. Se ha
visto al cuidado de la salud como una cuestión de género, por lo que no se le
dio mucha validez. Sin embargo, a través del tiempo esto ha ido cambiando ya
dejamos el empirismo, y el cuidar a alguien por ensayo y error; se fue
incorporando la educación formal, hoy tenemos enfermeros que se formalizan en
las universidades.
Pero, esta lentitud que nos está pasando en el
reconocimiento de la enfermería como profesión viene también por esta otra
cuestión de que nosotros hemos estado formando lo que es la vocación,
internalizando ese término, de que lo hacemos porque es nuestra aptitud y que
por ello debemos aceptar lo que se nos ofrezca. Ahora estamos cambiando, y a
eso le estamos acompañando con lo que es “somos profesionales de la salud”, por
lo tanto, pasado un tiempo de la aparición de nuestras leyes, y llegada la
nueva generación de enfermeros, se comenzó a visibilizar esta falta de
reconocimiento. Ya sea a nivel social, económico, o jerárquico. Estamos sumidos
en un momento de alerta, porque en la ciudad de Buenos Aires no se a querido
incluir a los Licenciados en Enfermería dentro de la carrera de la profesión
hospitalaria.
Son muchos los factores que han hecho que no fuera
valorizada, nosotros tenemos solo el reconocimiento puro de la población,
porque enfermería es una profesión muy querida, pero nos falta esos otros
reconocimientos que son: remuneración—que es a igual tarea, igual sueldo— y los
cargos de relevancia o de importancia son difícilmente alcanzados, siendo una
lucha permanente.
P: ¿Qué es lo que usted opina de la situación de la poca
cantidad de enfermeros recibidos en el país?
R: Nosotros tenemos que hacer un análisis sobre este tema.
Tenemos enfermeros recibidos que son auxiliares en enfermería—que son muchos—; enfermeros
profesionales y universitarios—que son un poco más—; y Licenciados en
enfermería— que somos en todo el país, nada más que el 15%—. La razón por la
que no hay más enfermeros con títulos universitarios y demás es la falta de
reconocimiento en distintos ámbitos, como, por ejemplo, en lo social; y
salarial.
La carrera de enfermería, lo que es licenciatura, son cinco
años, más el secundario, es decir, ningún profesional puede serlo si no tiene
previamente el secundario aprobado; y luego tener cinco años más de carrera.
Por lo tanto, pensar en estudiar la profesión en donde a mí me va a dar un
sueldo “x”, mientras que en otras carreras si me van a redituar mucho dinero.
Ahí no hay mucho para analizar. Realmente, mejor hago el esfuerzo de estudiar
otra cosa y no enfermería, que sabemos que vamos a entrar en una lucha desigual
contra muchas otras profesiones. Eso es lo que creo que esta pasando al
respecto con los pensamientos de las personas cuando eligen una carrera.
P: ¿En qué consiste la ley Larreta y qué opina al respecto?
R: Tiene un ámbito de competencia en la ciudad de Buenos
Aires. Se trata de excluir de la carrera profesional hospitalaria a los
Licenciados en Enfermería, y dos especialidades más. Por eso, es que al
excluirlos toda la enfermería del país está en alerta y el 21 de noviembre, el
día de la enfermería en Argentina, hay una movilización hacia Buenos Aires y
también en las distintas ciudades se van a hacer manifestaciones, de manera que
esto sea un encuentro nacional y que se haga visible el problema en todo el
país para que se tomen cartas en el asunto y se revierta esta situación. Es
inadmisible que, teniendo dos leyes que nos amparan venga otra ley a anular
esos derechos que ya son adquiridos y que están por ley.
P: ¿Cuáles son las leyes que los amparan?
R: La primera que nos amparó es la Ley Nacional 24.004 que
es el Régimen Legal del Ejercicio de la Enfermería—aprobada en 1991—; y la otra
ley que es la Ley Provincial 12.245 que es de Ejercicio de la Enfermería en la
Provincia de Buenos Aires—sancionada en 1998—. Estas son las dos leyes madre
que nos rigen acá dentro de nuestra provincia. Entre ambas solo hay algunos
puntos diferentes que tenían que ver con los tiempos para la matriculación de
enfermería, el resto es todo igual.
P: ¿Qué palabras de aliento le puede ofrecer a los
estudiantes para que no se desanimen?
R: Verdaderamente, yo
considero que el trabajo de enfermería, independientemente de todos los sin
sabores que teneos con respecto a este tema, es la satisfacción, el abordaje, y
el reconocimiento de todas aquellas personas a las cuales nosotros tenemos
contacto. Eso es impagable. Siempre les digo a mis alumnos que no dejen; que
continúen; que el reconocimiento social y el dinero es algo que podemos seguir
luchando, que en algún momento esto va a cambiar, y que si no desean quedarse
en nuestro país hay otros países en los cuales la enfermería— de acuerdo a los
títulos obtenidos— tienen una alta remuneración. Y, entonces, si ellos sienten
esa vocación o inclinación de ser enfermeros que no abandonen, porque sabemos a
lo que nos vamos a enfrentar, pero, eso no es invencible. Ahora nos estamos
uniendo, y la unión hace la fuerza.
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