lunes, 9 de septiembre de 2019

Cáritas siempre dando una mano.


Por Mónica Carmelino

La actividad se realiza en la sede de Cáritas.
En la mañana del viernes 6 de septiembre estuvimos en la sede de Cáritas en pleno corazón del Barrio Esperanza.
Allí nos encontramos, no solo con ese edificio magnífico que respira la mano y la solidaridad de todo el barrio, sino también con los pequeños que van a recibir apoyo escolar en forma gratuita y desde la experiencia de dos maestras con gran práctica y que –aunque ya jubiladas- dejan percibir en su tarea no solo el amor por la profesión que nunca se extingue, sino también el cariño y compromiso con estos niños.
Una tarea que la Seño Elsa Dumrauf y la Seño Marcela Martínez realizan en forma gratuita los días lunes, miércoles y viernes de 10 a 12 brindando apoyo escolar. Hoy están presentes 7 pequeños que concurren a diferentes años de la Escuela Primaria N° 2 que pertenece a esta comunidad educativa.
“Van rotando, no siempre son los mismos; pero si hay un grupo permanente de chicos y notamos que les viene muy bien hacer la tarea acá”, nos dice la seño Elsa. “Son actividades de apoyo, se les ayuda en todas las tareas que traen desde la escuela y cuando no tienen se les generan acá actividades como para que vayamos reforzando en el lugar que les está faltando un poquito”, detalló la Seño Marcela.
El lugar está aún en construcción y se pueden apreciar permanentes mejoras, como la colocación del piso con el último dinero recaudado. Asimismo han comprado muchos libros y juegos didácticos, tres máquinas de coser usadas y continúan desarrollando talleres y actividades con los adultos.  También compraron elementos para la cocina porque los lunes aproximadamente 12 señoras vienen a este lugar a aprender a fabricar pastas, por eso compraron una Pastalinda y cuentan con el apoyo del Instructor de Formación Profesional Julio Coñoen que también desempeña una tarea solidaria.  Nos cuentan también que los martes producen pan y los miércoles manualidades con otra colaboradora la Sra. Marta Ullua.
Preguntamos si lo que se elabora se vende o es para consumo propio “por ahora es para ellas porque están aprendiendo” nos relata Elsa, “después ojalá se desprenda un microemprendimiento por parte de ellas”. También nos cuenta que tienen el proyecto de vender las manualidades en la Fiesta de la Primavera y que con ese fin compraron un gazebo “para que el trabajo que ellas hacen les reditúe un dinero que les pueda ayudar”, nos dice Elsa con una mirada positiva y emprendedora.
La charla se vio amenizada por los niños, que además de mostrarnos las tareas hechas en esa mañana, nos invitaron a jugar al “Preguntados”. Conversamos con Blas de 7 años, Iara de 6, y con los más grandecitos Matías, Laureano,  Ruth y Abel.
Maravillosa tarea que hacen estos profesionales, que siempre apuestan a dar un poco de lo que uno sabe para ayudar al vecino y acompañar a los niños en su tránsito escolar. Una labor que solo se hace cuando hay amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario