Por Silvia Majluf
-Para hablar del museo tenemos bastante hacia
atrás, allá por la década del 80 alguien comentó que posiblemente, una de las
viejas casitas de madera y chapa que están sobre calle Dufaur fuera donada para
que se estableciera un Museo Histórico, algo que refiriera a la historia de
Monte Hermoso. Eso quedó en nada, pasaron los años y llegando al año 1995 el
que por entonces era director del Museo de Ciencias Vicente Di Martino, tuvo la
idea de hacer el “Grupo de rescate histórico de Monte Hermoso”. Consistía en
una encuesta que se presentaba a los viejos pobladores con algunas preguntas que
contara vivencias que recordaran de ese Monte Hermoso del principio cuando ellos habían llegado a este lugar. Si
bien esa idea ser volcó a la comunidad, se obtuvieron algunas encuestas pero quedó
allí también, como que faltaba algo. Fue pasando el tiempo y en el año 1999, la
profesora que dictaba la cátedra de guía de turismo en el Centro Profesional,
se le ocurrió la idea de trabajar en un “Pro Museo” así conformamos un pequeño grupo que comienza
a buscar un espacio donde reunirnos y demostrar una idea seria, de ese modo la gente
podría confiar a la hora de donar los objetos los que conformarían nuestro
museo, de otro modo no se desprenderían de los mismos. Esa iniciativa no
prosperó mucho que digamos y recién en el año 2005 es cuando podemos hablar de
algo realmente concreto ya que se nos otorga un espacio, que sería reacondicionado para que funcionara
un museo, que en principio era donde desde el año 1951 funcionó la delegación
Municipal para luego ser Palacio
Municipal a partir del año 1979 cuando Monte Hermoso se separa del partido de
Coronel Dorrego y así el día cuatro de Abril del 2009 se inaugura el Museo
Municipal de Monte Hermoso.
La voz de Juan es clara, firme, su vehemente relato deja ver su pasión por la
historia y por su pueblo.
-Vos hablás de un pequeño grupo de personas que
se habían reunido con intención de formar un Museo Histórico, ¿Recordás los nombres de sus integrantes?
-Si, como no, en principio estuvo la directora
de la escuela secundaria Sra. Pocha Franceschini, la docente Mary Fossatti, el
Dr. Maguet, Rubén Lozano, Mercedes Dumrauf, personas que en un principio
estuvimos presentes pero al ver que no se concretaba se fueron alejando y así
pocos quedamos hasta el final, tal es así que finalmente solo estábamos la Sra.
Pocha Franceschini y yo. Lamentablemente la Sra. Franceschini falleció y quedé
solo, siempre con aquella idea, ya contábamos con algunos objetos, fotografías
y testimonios, pero como te decía anteriormente nos era indispensable el lugar.
A partir de contar con ese espacio físico todo cambió. La gente se volcó
totalmente a la donación de objetos y hoy día ya no nos queda espacio y nuestro
Museo crece día a día.
Es una tarde apacible, la charla se desarrolla
en las instalaciones de la radio que está sobre la playa, ésta cuenta con una
gran vidriera a través de la cual podemos
ver un mar en calma, alguien que camina por la costa llevando una correa en su
mano con seguridad es de ese cachorro juguetón que chapotea corriendo gaviotas,
desparramando esa espuma que las olas
mansamente van dejando sobre la orilla.
-Generalmente
los museos, ya cualquiera sea su temática, cumplen una importante
función en la comunidad, además teniendo en cuenta, que nuestro balneario es
visitado por una importante afluencia turística, ¿Podés decir que se muestran
interesados en visitarlo, vuestra expectativa es satisfecha?
-Si, por supuesto esta temporada pasada recibimos
cuatro mil quinientas persona en los meses de Enero y Febrero, el turista se
interesa y quiere ver todo lo que tenemos además puedo decirte que el Museo
cumple una función muy pero muy importante en la comunidad estudiantil, los
chicos están con sus maestras visitándolo a diario, los directivos llaman al
museo pidiéndonos los temas que desean ver y nosotros le preparamos el tema a
desarrollar. Les preparamos un power point por ejemplo para comparar épocas, cómo
fue la construcción en años anteriores, los medios de locomoción, cómo era la
vida en el balneario antes que tuviéramos luz eléctrica, cómo se comienzan a
hacer obras importantes, de ese modo empiezan trabajando los temas que luego continúan desarrollándolos
en las escuelas, podemos decir que estos
chicos que nos visitan saben mucho más de la historia de Monte Hermoso que sus
papás y son ellos quienes los instruyen sobre el tema.
-¿Qué tipo de elementos tienen en el museo?
- Hay de todo. Hoy podemos decir que el museo
cuenta con más de mil objetos, más de dos mil quinientas fotos, documentos que además
acompañamos con la historia de los mismos, por ejemplo tal el caso del
emblemático Hotel de Madera, tenemos algo de vajilla, artefactos del baño, la
ruleta que funcionaba, la campana del hotel.
-¿Cómo logran contar con esos elementos teniendo
en cuenta que son de tantos años podemos
decir 1920, 1930?
-Hay muchas familias que tienen cosas aún en
Monte Hermoso y nosotros, oportunidad que tenemos de salir en algún medio
pedimos que donen al museo los objetos antiguos que puedan tener, pues es el
lugar adecuado donde deben estar, porque pasarán los años y estarán por
siempre, pero si quedan en casa seguramente algún día irán a parar al basurero,
ya que nietos o bisnietos pueden no saber de qué se trata y seguramente no les
darán importancia.
- Es verdad seguramente no les darán el valor
que históricamente tienen.
Una paloma se posa sobre la baranda del balcón
de madera y allí se queda por un buen tiempo, parece escuchar atenta la
interesante charla sobre su playa.
-Te cuento sobre la ruleta del Hotel de Madera
que tenemos, es increíble la historia que ha tenido; la ruleta comienza a
funcionar en el Hotel desde su inauguración en el año 1918, y allá por el 1925,
1926 hubo una denuncia, de que había juego clandestino en Monte Hermoso, entonces vinieron de
Lotería Nacional y se llevaron la ruleta, después de casi cincuenta años
llamaron por teléfono contactando a los por entonces dueños del hotel de madera
que eran los descendientes de don
Antonio Benito Costa diciendo que querían devolver la ruleta, pues algo que
correspondía a la historia de este pueblo no tenía sentido que estuviera
guardada en un lugar donde nadie iba a darle importancia.
-Que hermoso gesto, de alguien que entendió la
importancia de tener ese elemento en nuestro pueblo que prácticamente marca el
inicio del balneario.
-Así vuelve a manos de Carlos Costa y es
Carlos quien se la alcanza a Vicente Di Martino, entonces cuando el cuatro de Abril del año 2009,
como te comenté, el Museo abre sus puertas, es Vicente Di Martino quien me alcanza la
ruleta y dice, “Esto pertenece a la historia del pueblo, debes tenerlo en el
museo”.
-Realmente una emotiva historia, Juan cuando
vos dispongas me gustaría continuar con esta charla, sumamente interesante por
cierto, para hablar sobre el Hotel de Madera.
-Si con mucho gusto, del Hotel prácticamente
tenemos averiguado todo, desde las primeras tablas que caen al mar hasta el fin
de sus días.
-Muchas gracias por haberme brindado tu tiempo, hasta el próximo
encuentro.
El sol nos regala sus últimos rayos, debe
abrirse paso entre esas caprichosas nubes que si o si
quieren esconderlo, pero astuto se va filtrando entre ellas, hasta que nos regala el bellísimo espectáculo de ver
cuando lentamente comienza a esconderse en ese mar del oeste, para luego en un
instante desaparecer rápidamente, dejando
detrás un cielo pincelado de colores… y es la más hermosa pintura, semejante al mejor artista plástico.
Más allá del interesantísimo relato de Juan Sorensen.... Qué maravillosa manera de pintarnos el paisaje Silvia!
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