Viviana Montenegro
El
Partido Justicialista que se ubica en Roca al 400, tiene como objetivo este año
interesar a los jóvenes puntaltenses, con propuestas que los involucren y de
esa manera obtener una mayor participación de los mismos.
Desde
el comienzo de la democracia, ha aumentado la intervención de los adolescentes
en distintos ámbitos de la política. Nahuel, de 23 años, estudiante de abogacía
manifestó, “hoy no se considera a las ideologías como tema principal, para
militar en algún partido político, sólo se tienen en cuenta, que ganancias y
beneficios se pueden obtener.”
Carlos,
padre de familia y peronista, considera que antes existía una mayor
responsabilidad a la hora de pertenecer a una agrupación y llevar adelante los
pensamientos de la misma.
Jorge
Izarra, referente del justicialismo rosaleño, considera que los adolescentes
están preparados para tomar decisiones y es necesario como ciudadanos darles un
lugar en la sociedad para que comiencen a madurar junto a la política.
Con
el proyecto de ley, que lleva media sanción, para que los adolescentes voten de
forma optativa a los 16, es el comienzo de un cambio, en el país. Ésta es una
de las metas que tiene el peronismo y luego fomentar la libertad de expresión
en toda la República. Nadie sabe el futuro que nos repara, pero es mejor tener
las ideas claras y de esa manera no repetir los errores del pasado.
No hay empleo, no hay objetivos
En
Coronel Rosales es preocupante, en la actualidad, el desconcierto que hay en
los jóvenes, por la falta de empleo.
No
existen políticas claras ni objetivos que se lleven adelante, pensando en el
desarrollo de la ciudad. Los adolescentes terminan su escolaridad, eligen una
carrera y después optan en establecerse
en otra localidad.
Los
adultos exigen en cada elección que las metas presentadas y los proyectos para
la expansión económica de Punta Alta se ejecuten. No quieren que sean solo promesas sin cumplir.
La
crisis que está atravesando la provincia, pone en evidencia, que los municipios
necesitan del dinero que se les daba para realizar las inversiones necesarias.
Hoy solo alcanza para pagar los sueldos y una que otra obra toda la recaudación
de los impuestos.
No
se entiende manifestó Jorge Izarra, referente del justicialismo, como los
negocios que hoy están establecidos en el centro, prefieren cerrar sus puertas
y acumular sus ganancias en un banco. Si no hay apoyo y concientización de los
inversionistas, nunca se va a llevar adelante un crecimiento económico. Quizás
de esa manera aumentarían las posibilidades de trabajo y nadie debería dejar su
lugar de origen.
La
Universidad Provincial del Sudoeste, abre las puertas a un cambio significativo
para el futuro de aquellos, que no logran llegar a estudiar fuera de la ciudad.
Tiene carreras que incentivan al desarrollo de Zona Franca, de los medios
periodísticos, en el lugar de residencia y otras alternativas para obtener un
titulo universitario, que no es un detalle menor. Se espera que sea el comienzo
de algo mucho más grande, incentivando a que hay que seguir apostando por el
lugar que los vio crecer.
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