Por Rocío Zamora
Cada pueblo cuenta con su historia, Punta Alta no es la excepción a la regla. La ciudad posee sus propias leyendas que hace mucho tiempo fueron transmitidas de generación en generación y que hasta el día de hoy se siguen escuchando. La leyenda del “Capitán Sin Cabeza”, el cementerio de las cruces blancas ubicado en la ruta 229 y el actual monumento que se encuentra en la Plaza Belgrano dan cuenta de ello.
El equipo de investigaciones del Archivo Histórico de Punta Alta se encargó de buscar el origen de estas leyendas. Hablamos con Fernanda Martel, miembro del grupo de investigación del archivo, quien nos contó los verdaderos acontecimientos de dichas leyendas. “Sobre el cementerio de las cruces blancas se conocieron muchas interpretaciones en la población, una de ellas era que la gente enterrada allí había sido víctima de una epidemia provocada por una vacuna fallada”. Buscando en las actas de difusión del cementerio pudieron comprobar que esos mitos eran erróneos, ya que el cementerio estuvo habilitado desde 1900-1907 y la epidemia se produjo 20 años después en 1922. Además, se verificó que la muerte de aquellas personas habría sido por causas naturales y no por culpa de una epidemia.
Un hecho más, es la antigua leyenda del “Capitán Sin Cabeza” que recorre los pasillos y largas guardias que realizan los marineros en la Base Militar de Baterías. Los superiores suelen contarles dicho relato para mantenerlos despiertos y en alerta durante sus largas jornadas de guardia; advirtiéndoles que estén atentos porque podría aparecerles el “Capitán Sin Cabeza”. Los hechos demostraron que por el año 1900 un soldado subordinado, Pablo Funes, había sido agredido por su superior Carlos Mayo; de esta manera el soldado lo apuñaló repetidas veces ocasionándole la muerte. Funes fue condenado al presidio perpetuo en e l sur; y en 1911 el Presidente de la Nación, José Figueroa Alcorta otorga su libertad.
Un gran mito y dentro de la ciudad que no se pude dejar de pensar y relatar es el majestuoso y misterioso monumento que se encuentra en el centro de la Plaza Belgrano. Muchos dicen que si uno pudiese verlo desde arriba observaría la forma de la bandera argentina; pero las investigaciones realizadas por el archivo histórico desmienten dicho relato, y en una entrevista con el arquitecto, que diseñó dicho monumento, cuenta que el mismo fue realizado con el objetivo que pueda ser visto desde ocho puntos de vistas diferentes, y así poder observar diferentes figuras del mismo. Pero jamás una bandera.
Gracias al trabajo e investigación del archivo, hoy podemos decir que estos hechos que formaron y forman a parte de la leyendas de un pueblo; solo son relatos que surgieron para poder expresar los deseos, los temores, los ideales y sueños que son parte de la visión que tiene una sociedad de su propia historia.
El equipo de investigaciones del Archivo Histórico de Punta Alta se encargó de buscar el origen de estas leyendas. Hablamos con Fernanda Martel, miembro del grupo de investigación del archivo, quien nos contó los verdaderos acontecimientos de dichas leyendas. “Sobre el cementerio de las cruces blancas se conocieron muchas interpretaciones en la población, una de ellas era que la gente enterrada allí había sido víctima de una epidemia provocada por una vacuna fallada”. Buscando en las actas de difusión del cementerio pudieron comprobar que esos mitos eran erróneos, ya que el cementerio estuvo habilitado desde 1900-1907 y la epidemia se produjo 20 años después en 1922. Además, se verificó que la muerte de aquellas personas habría sido por causas naturales y no por culpa de una epidemia.
Un hecho más, es la antigua leyenda del “Capitán Sin Cabeza” que recorre los pasillos y largas guardias que realizan los marineros en la Base Militar de Baterías. Los superiores suelen contarles dicho relato para mantenerlos despiertos y en alerta durante sus largas jornadas de guardia; advirtiéndoles que estén atentos porque podría aparecerles el “Capitán Sin Cabeza”. Los hechos demostraron que por el año 1900 un soldado subordinado, Pablo Funes, había sido agredido por su superior Carlos Mayo; de esta manera el soldado lo apuñaló repetidas veces ocasionándole la muerte. Funes fue condenado al presidio perpetuo en e l sur; y en 1911 el Presidente de la Nación, José Figueroa Alcorta otorga su libertad.
Un gran mito y dentro de la ciudad que no se pude dejar de pensar y relatar es el majestuoso y misterioso monumento que se encuentra en el centro de la Plaza Belgrano. Muchos dicen que si uno pudiese verlo desde arriba observaría la forma de la bandera argentina; pero las investigaciones realizadas por el archivo histórico desmienten dicho relato, y en una entrevista con el arquitecto, que diseñó dicho monumento, cuenta que el mismo fue realizado con el objetivo que pueda ser visto desde ocho puntos de vistas diferentes, y así poder observar diferentes figuras del mismo. Pero jamás una bandera.
Gracias al trabajo e investigación del archivo, hoy podemos decir que estos hechos que formaron y forman a parte de la leyendas de un pueblo; solo son relatos que surgieron para poder expresar los deseos, los temores, los ideales y sueños que son parte de la visión que tiene una sociedad de su propia historia.
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