martes, 7 de abril de 2015

La Tradición Bahiense...


Por Susana Rubio
 
Los festejos en la Fiesta del Camarón y el Langostino
En una conjunción religiosa y pagana, mientras esperaba una nueva Pascua de Resurrección, la Bahía se vistió de arco iris, celebrando la Fiesta del Camarón y Langostino en la zona del puerto.
A metros del mar, que alzaba sus olas para asomarse al evento, los puestos multicolores ofrecían variados productos: ropa, golosinas, artesanías de varios tipos, y hasta las delicias de pescado, la cazuela de mariscos y las rabas, una vez terminada la gran paella, preparada en los galpones del muelle.
 
Las banderas ondeaban cerca de las lanchas amarradas, mientras el viejo bote se erguía orgullosamente, y el museo mostraba solemnemente sus tesoros.
La celebración se extendió desde el jueves al domingo, como siempre coincidiendo con la Semana Santa, como allá en sus inicios, en 1989, cuando los inmigrantes italianos y sus descendientes decidieron develar un poco historia y tradiciones, que continuaron en “su lugar en el mundo”.
Además de la gastronomía, la feria de los artesanos y los juegos infantiles, el teatro, conciertos, y distintos espectáculos, acompañaban la programación de cada día.
 
La Gesta de Malvinas estaba representada por Los Malvineros, un grupo de folklore, coincidiendo con una fecha tan cara a los sentimientos de la ciudad.
Tango, rock para grandes y chicos, cumbia, batucada, todos los ritmos estuvieron presentes, acompañados de danzas varias, y espectáculos circenses.
Un sentido homenaje a la Sociedad de Fomento de Ing. White y la elección de la Reina, que fue el eje central del sábado 4, organizada por esa institución.
El atardecer del domingo invitó a una brisa cada vez más intensa, como rebelándose ante la fiesta terminada.
El silencio, abrazado a las nubes grises que lo acompañaban, se fue instalando poco a poco en el lugar, asegurando, eso sí, que la alegría de La Fiesta del Camarón y el Langostino, “pegaría la vuelta” en el 2016

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