Por Patricia Berrutti
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| La pelota es de goma espuma y tiene municiones, lo que hace que suene. |
Comenzó este jueves en la escuela Nº502 de la ciudad de Tres Arroyos, la prueba piloto de tenis para ciegos. El proyecto comenzó hace apenas unos meses, con una clase abierta y gratuita, iniciativa de la Dirección de Deportes de la Municipalidad de Tres Arroyos junto a la Biblioteca Braille y Parlante Ilusiones.
La actividad ya cuenta con un organizador, la Asociación Argentina de Tenis para Ciegos (AATC) que preside Eduardo Raffetto. Después de un tiempo de capacitación, hoy comienza la primera prueba, con un mes de duración.
Una propuesta diferente donde los alumnos con discapacidad visual esperan ansiosos.
La idea de practicar este nuevo deporte surge de Lautaro Aguirre, quién en el año 2015 se acercó a la Biblioteca Ilusiones con su inquietud: realizar tenis para personas ciegas. Fue entonces que junto al director de deportes, Guillermo Orsili, comenzaron las tratativas para llevarlo a cabo en nuestra ciudad.
Este nuevo deporte no es muy diferente al tenis convencional. La diferencia principal radica en el uso de la audición, no se ve, solo se siente. El jugador debe escuchar hacia dónde va la pelota y pegarle con su raqueta juniors.
La cancha, que es de single y la red está a 80cm de altura. Todas las líneas están demarcadas por una soga de 3mm de espesor, recubierto por una cinta adherida al piso que sirve de relieve para que los jugadores se ubiquen. La pelota puede ser negra (para disminuidos visuales) o amarillas (para ciegos).
Eduardo Raffetto, es el presidente de la Asociación Argentina de Tenis para Ciegos y visitó la ciudad de Tres Arroyos, hace un tiempo atrás. Esta Asociación tiene sede en Buenos Aires, en el Barrio de Caballito.
Hoy la práctica está a cargo de Lautaro.
Antes de la jornada, Aguirre afirma: “la verdad que doy gracias a la ONG, la Biblioteca Ilusiones, que me respaldó y a la Dirección de Deporte que impulsó este proyecto”.
“Yo soy profesor de tenis de hace; ahora estoy terminando la capacitación en Buenos Aires, con Eduardo, de esta forma podré dar clases de tenis para ciegos”.
Lautaro cuenta “éste encuentro en la escuela es un taller prototipo que se dará durante el mes de noviembre, serán cuatro clases y ya tiene un nombre, “Los Halcones”. Es un comienzo y creemos que el próximo año se concretará definitivamente”-afirmó.
Un grupo interesante, docente, padres y con alumnos ciegos y disminuidos visuales, también se acercaron chicos de otras instituciones para ver de qué se trataba.
Luego de algunas palabras de Lautaro, quién se presentó y comentó brevemente el juego, se dio comienzo.
Se formaron grupos, separados por edades y coordinados por el profesor, iniciaron la experiencia, en silencio.
Escucho el cascabel y trato de adivinar por dónde va. Parece que va a la derecha, pero la raqueta del joven se movió para otro lado. La voz del profesor, “estuvo cerquita, probamos otra vez”.
Un encuentro movilizante, no solo para los chicos que estaban muy atentos, sino para los docentes y los ayudantes de Lautaro.
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