viernes, 2 de noviembre de 2012

"Invertir es la forma de proteger el trabajo de uno"

Por Carolina Padilla


El desarrollo local en estos tiempos es una jugada complicada. Las constantes crisis económicas que pasaron a lo largo de la historia hicieron que algunos se desanimaran en desarrollar actividades comerciales, otros a pesar de algunas caídas nunca se rindieron y siguieron apostando al crecimiento y a la ciudad.

El caso de Santos Presti es un vivo ejemplo. Llegó desde Italia a los 7 años. Después de pasar por la escuela de aprendices de la Base Naval Puerto Belgrano, se dedicó 13 años a la actividad laboral de la cual se retiró con el cargo de técnico supervisor.

Frente del flamante hotel.
Los conocimientos adquiridos le sirvieron para desarrollar su primer micro emprendimiento brindando un servicio de reparación técnica, televisores, radios, todo lo que era electrónico en ese tiempo. 

Después paso al rubro de venta de artículos del hogar, e invirtió también en los rubros alimenticios. "Hemos hecho un poco de todo, siempre acompañado de mi familia y apostando a mi ciudad ̋, afirmó Presti.

"Creo que Punta Alta se va desarrollando muy lentamente, demasiado lento, el tema de la B.N.P.B hace que todos o la gran mayoría se acostumbren a vivir del empleo público, pocos son los que apuestan a la actividad privada, bajo mi punto de vista ̋, son las palabras de Santos Presti cuando hablamos de cómo ve el desarrollo en la ciudad.

El empresario lleva 10 años en el rubro hotelero, siempre desempeñándose en la parte gerencial administrativa. El proyecto Barcelona Center se hizo en base al posible desarrollo de la ciudad hace 5 años atrás con los proyectos de Puerto Rosales, la Planta Regasificadora, refinerías, Parque Industrial y Zona Franca. Se esperaba que a esta fecha todos estos proyectos estuvieran concretados, lo que traería un gran número de empresas a trabajar en la zona y por ende nuevos clientes. 

"Ahora estamos a la espera de que esos proyectos se concreten para así poder cubrir las expectativas que teníamos en el nuestro ̋, comentó con total optimismo Presti.

El nuevo hotel buscó la deficiencia de la competencia para diferenciar y potenciar sus servicios, los materiales y el equipamiento, que en su gran mayoría fue adquirido en la ciudad y en localidades vecinas como Bahía Blanca. El personal es de la ciudad, muy joven y sin experiencia en el rubro, apuestan a su capacidad de desarrollo tomando cursos de capacitación que les son ofrecidos por medio de la cámara hotelera a la cual pertenecen.

“Guardar dinero no sirve para nada, pienso que el que tiene un peso debe invertir, arriesgar es la única forma de salir adelante, es la forma de defender el trabajo de uno ̋, fue la reflexión que nos dejó Presti, un comerciante que vive y apuesta a su ciudad.




OPINIÓN

Por Carolina Padilla
   
Desarrollo o simples proyectos

Según el último censo, más de 60 mil habitantes conforman el distrito de Punta Alta, del cual sobre desarrollo se sabe muy poco.

En una entrevista con el actual Director de Desarrollo Local, Carlos Aramayo, me dejó una duda que hoy aún intento entender: en su relato acotó que la ciudad tuvo una época de auge, donde los comercios trabajaban muy bien y las pequeñas industrias empezaban a desarrollarse.

Si la ciudad tuvo su inicio de desarrollo, la pregunta sería: ¿Qué paso después?. Aquellos pequeños y medianos comerciantes no pudieron desarrollar un Parque Industrial, donde trabajar sobre la fabricación o producción de nuevos productos o servicios.

Será, tal vez, que prefirieron no arriesgar sus ganancias y vivir cómodamente con los beneficios hasta allí obtenidos. Hasta aquí le damos la derecha a las palabras de un comerciante de la ciudad, Santos Presti, quien comentó que el ciudadano al vivir del empleo público muestra poca iniciativa a la inversión y tal vez las faltas de políticas de desarrollo potencian este estancamiento productivo.

Hoy la ciudad se encuentra en un pleno desarrollo de proyectos que llevarían al incremento en la productividad y el empleo. Si todo llega a concretarse, es una buena señal de que Punta Alta mira hacia el futuro y deberíamos esperar que los comerciantes o pequeños productores acompañen los mismos, incentivados y apoyados por el gobierno municipal.

Zona Franca empezó a trabajar, la firma tan esperada llegó y abre así una nueva puerta concreta al desarrollo. La Planta Regasificadora, si bien no es un proyecto de este distrito, de concretarse abriría nuevas fuentes de empleo, como también la reactivación de los talleres del Arsenal Naval.

La instalación de nuevas empresas trae la apertura de nuevas fuentes de trabajo, la ciudad crece y sus habitantes pueden tener una calidad de vida mucho mejor. Fomentar el desarrollo es una actitud que deben tomar los gobiernos pero debe ser acompañada por todos, una familia económicamente estable permite el desarrollo de muchas otras actividades que hacen al crecimiento de la ciudad propiamente dicho.

El primer recurso que tiene una ciudad son sus habitantes, acompañarlos y ayudarlos cuando éstos lo necesitan es el primer eslabón en la cadena del desarrollo.

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