El desarrollo local en estos tiempos es una
jugada complicada. Las constantes crisis económicas que pasaron a lo largo de
la historia hicieron que algunos se desanimaran en desarrollar actividades
comerciales, otros a pesar de algunas caídas nunca se rindieron y siguieron
apostando al crecimiento y a la ciudad.
El caso de Santos Presti es un vivo ejemplo. Llegó desde Italia a los 7 años. Después de pasar por la escuela de aprendices
de la Base Naval Puerto Belgrano, se dedicó 13 años a la actividad laboral de la
cual se retiró con el cargo de técnico supervisor.
Frente del flamante hotel. |
Los conocimientos adquiridos le sirvieron para
desarrollar su primer micro emprendimiento brindando un servicio de reparación
técnica, televisores, radios, todo lo que era electrónico en ese tiempo.
Después paso al rubro de venta de artículos del hogar, e invirtió también en los
rubros alimenticios. "Hemos hecho un poco de todo, siempre acompañado de mi
familia y apostando a mi ciudad ̋, afirmó Presti.
"Creo que Punta Alta se va desarrollando muy
lentamente, demasiado lento, el tema de la B.N.P.B hace que todos o la
gran mayoría se acostumbren a vivir del empleo público, pocos son los que
apuestan a la actividad privada, bajo mi punto de vista ̋, son las palabras de
Santos Presti cuando hablamos de cómo ve el desarrollo en la ciudad.
El empresario lleva 10 años en el rubro hotelero, siempre
desempeñándose en la parte gerencial administrativa. El proyecto Barcelona Center se hizo en base al posible desarrollo
de la ciudad hace 5 años atrás con los proyectos de Puerto Rosales, la Planta
Regasificadora, refinerías, Parque Industrial y Zona Franca. Se esperaba que a esta
fecha todos estos proyectos estuvieran concretados, lo que traería un gran número de
empresas a trabajar en la zona y por ende nuevos clientes.
"Ahora estamos a la espera de que esos
proyectos se concreten para así poder cubrir las expectativas que teníamos en
el nuestro ̋, comentó con total optimismo Presti.
El nuevo hotel buscó la deficiencia de la
competencia para diferenciar y potenciar sus servicios, los materiales y el
equipamiento, que en su gran mayoría fue adquirido en la ciudad y en localidades vecinas como Bahía Blanca. El personal es de la ciudad, muy joven y sin
experiencia en el rubro, apuestan a su capacidad de desarrollo tomando cursos
de capacitación que les son ofrecidos por medio de la cámara hotelera a la cual
pertenecen.
“Guardar
dinero no sirve para nada, pienso que el que tiene un peso debe invertir,
arriesgar es la única forma de salir adelante, es la forma de defender el
trabajo de uno ̋, fue la reflexión que nos dejó Presti, un comerciante que vive
y apuesta a su ciudad.
OPINIÓN
Por Carolina Padilla
Desarrollo
o simples proyectos
Según el último censo, más de 60
mil habitantes conforman el distrito de Punta Alta, del cual sobre desarrollo se sabe muy
poco.
En una entrevista con el actual Director de
Desarrollo Local, Carlos Aramayo, me dejó una duda que hoy aún intento
entender: en su relato acotó que la ciudad tuvo una época de auge, donde los
comercios trabajaban muy bien y las pequeñas industrias empezaban a
desarrollarse.
Si la ciudad tuvo su inicio de desarrollo, la pregunta sería: ¿Qué paso después?. Aquellos pequeños y medianos comerciantes
no pudieron desarrollar un Parque Industrial, donde trabajar sobre la
fabricación o producción de nuevos productos o servicios.
Será, tal vez, que prefirieron no arriesgar sus
ganancias y vivir cómodamente con los beneficios hasta allí obtenidos. Hasta
aquí le damos la derecha a las palabras de un comerciante de la ciudad, Santos
Presti, quien comentó que el ciudadano al vivir del empleo público muestra poca
iniciativa a la inversión y tal vez las faltas de políticas de desarrollo
potencian este estancamiento productivo.
Hoy la ciudad se encuentra en un pleno
desarrollo de proyectos que llevarían al incremento en la productividad y el
empleo. Si todo llega a concretarse, es una buena señal de que Punta Alta mira hacia el futuro y deberíamos esperar que los comerciantes o
pequeños productores acompañen los mismos, incentivados y apoyados por el
gobierno municipal.
Zona Franca empezó a trabajar, la firma tan
esperada llegó y abre así una nueva puerta concreta al desarrollo. La Planta
Regasificadora, si bien no es un proyecto de este distrito, de concretarse
abriría nuevas fuentes de empleo, como también la reactivación de los talleres
del Arsenal Naval.
La instalación de nuevas empresas trae la
apertura de nuevas fuentes de trabajo, la ciudad crece y sus habitantes pueden
tener una calidad de vida mucho mejor. Fomentar el desarrollo es una actitud
que deben tomar los gobiernos pero debe ser acompañada por todos, una familia
económicamente estable permite el desarrollo de muchas otras actividades que
hacen al crecimiento de la ciudad propiamente dicho.
El primer recurso que tiene una ciudad son sus
habitantes, acompañarlos y ayudarlos cuando éstos lo necesitan es el primer
eslabón en la cadena del desarrollo.
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