miércoles, 27 de marzo de 2013

Recorriendo una parte de la historia: Museo del Holocausto de Buenos Aires


Por Stéfano Puliafito


Un folleto en blanco con dibujos de bigotes y una frase: “A los 18 años, Adolf Hitler intentó sin éxito ser artista. Lamentablemente hoy, su obra está en nuestro museo”. Lo primero que uno recibe al ingresar es eso. Parece casi imposible que con una simple frase se pueda condensar todo lo plasmado en las instalaciones de Montevideo 919, Capital Federal.

El Museo por dentro

El Museo del Holocausto de Buenos Aires tiene como principal objetivo integrar la visión histórica del genocidio nazi durante la Segunda Guerra Mundial y sus repercusiones en la Argentina. Para esto, recurre tanto a la muestra de determinados objetos, como a la exposición de datos e información plasmada en las inmediaciones del salón. Es posible observar uniformes usados en los campos de concentración, armas pertenecientes al ejército alemán y fotos originales tomadas a niños utilizados para experimentos médicos a cargo de Josef Mengele, médico nazi muerto en Brasil luego de haber pasado varios años como refugiado en Argentina.

Declarado Sitio de Interés Cultural por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y ganador del Premio Clarín a la creatividad 2012, el museo cuenta con determinados sectores especiales dedicados a distintas personas particulares. Dos de los sectores más destacados son: uno sobre la vida de Janusz Korczak, médico, pedagogo, escritor y activista social asesinado en campo de exterminio alemán. Y en contraposición, otro sobre Adolf Eichmann, responsable directo de la solución final en Polonia, y de los transportes de deportados a los Campos de Concentración alemanes. Quien luego de haberse refugiado 10 años en Argentina, fue descubierto por un alemán judío, capturado y llevado a juicio en Israel.

Valijas de las víctimas, cartas de prisioneros hacia sus familiares, pequeñas placas numeradas que debían ser usadas por judíos dentro de los campos, perchas de una tienda de ropa derribada por soldados alemanes, muñecas de trapo utilizadas por las niñas en los campos. Innumerable cantidad de objetos son los que se pueden apreciar y nos permiten adentrarnos aún más en la magnitud de los hechos llevados a cabo por el nazismo.

El Museo cuenta también con la denominada “Sala de la memoria” en la que se encuentran sobre una pared cientos de nombres de judíos asesinados durante el holocausto, y con un sector para aquellos que decidan recordar a las víctimas en silencio.

La institución brinda la posibilidad de llevarse gran cantidad de información sobre el holocausto y la cronología de los hechos de forma gratuita, de sacar fotos en todo momento, y de dedicarle la cantidad de tiempo que le plazca para recorrer las instalaciones del museo.
Definitivamente el recorrido por este Museo es una actividad sumamente interesante para todo aquel que se encuentre por Capital Federal y se vea atraído por los diversos acontecimientos que marcaron para siempre nuestra historia. La entrada al mismo es de un valor de 10 pesos, y se encuentra abierto de lunes a jueves de 11 a 19 y viernes de 11 a 16.

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