Por
Fernando Sebastián Ahumada
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| La festividad colmó las instalaciones de El Fortín |
El
sábado 17 y domingo 18 de agosto, se llevó a cabo la fiesta de veneración a la Virgen
de Urkupiña, en la localidad de General Daniel Cerri, Bahía Blanca.
Desde
el 8 de agosto comenzó la novena de oración, donde varias familias se reunieron
en diferentes casas de Bahía Blanca, Punta Alta y Gral. Cerri, para rezar el
rosario y reflexionar sobre la palabra de Dios, con diferentes pasajes
bíblicos.
El
sábado 17, se celebró la misa de culminación en la capilla San Javier Apóstol
de la ciudad de Bahía Blanca, la que estuvo a cargo del sacerdote Abel Vitaluz.
Luego
de la ceremonia religiosa, los devotos a la virgen fueron en procesión desde la
capilla hasta el salón de actos de la peña folclórica “El Fortín”, situada en
la calle Migueletes al 220 de Cerri. Allí la comunidad boliviana, descendientes
e invitados se congregaron para realizar
la fiesta y con esta dar inicio a la ceremonia cultural.
Una
vez entonados los himnos de Argentina y Bolivia, un despliegue de colores y
danzas llenaron los ojos de los más de 200 presentes. Más de 10 agrupaciones de
Saya y Tinku de las tres localidades, deleitaron con su Baile. Ejecutaron danzas
de saya, tinku, salaque y morenada.
Artistas
de todas las edades, entre 4 y 60 años
hicieron sus coreografías hasta las 18:00hs, de esta manera dieron gracias a la
virgen por las peticiones cumplidas. La celebración contó con la degustación de
comidas, bebidas y mesa dulce, típicas de Bolivia. Las que fueron donadas por
los fieles. Luego siguió el baile multitudinario de los presentes hasta las 02:00
hs.
Las
agrupaciones concurrentes fueron: Caporales de Corazón, América Morena, Inti
Waira, Wuilca Tusui, Huaira Cussi, Fuerza Norteña, Tinkus Quella, Sendero de
Fuego, Luz Sagrada, Sol Naciente, Grupo
Wara y Tinkus Tarabuco Pujllay.
La
festividad se celebra cada 15 de agosto en honor a la asunción de la Virgen
María. En Quillacollo, Bolivia, la fiesta logra atraer a cerca de un millón de
feligreses y turistas nacionales y extranjeros. La misma constituye un hito
importante tanto en la vida religiosa y social, como en la economía, el
folclore y recorrido turístico en Bolivia y los Andes.
Esta
fiesta si bien es de origen boliviano, no sólo se celebra en ese país, sino
también en cada lugar del mundo donde haya una
colectividad boliviana. En la zona se llevó a cabo en la ciudad de Punta Alta,
General Cerri y seguirá por las localidades de Hilario Ascasubi y Mayor Buratovich.
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