A 29 años del “Nunca Más”

Por Micaela Tamames

Horacio Hugo Huarte, miembro de la CONADEP

El pasado martes, a las 19.30 en la Universidad Nacional del Sur- Avenida Alem 1253, se dio lugar a la charla denominada “A 29 años del Nunca Más” presentada por Horacio Huarte, miembro de la CONADEP (Comisión Nacional sobre las Desapariciones de Personas)

Al comenzar, el músico bahiense D´Alessandro acompañado por una profesora del conservatorio de música de la ciudad, interpretaron, por primera vez en el país, un instrumental llamado “Homenaje a Víctor Jara” (una de las víctimas de la represión de la dictadura militar). A continuación, se expuso un film donde el presidente de la comisión Ernesto Sábato entregaba un informe final al presidente Raúl Alfonsín. Al finalizar, Horacio abrió la puerta para indagar en la tarea de la CONADEP, durante el gobierno de facto.

PeR: -¿Qué fue la CONADEP, y para qué fue creada?

Huarte: La CONADEP, fue una comisión creada con el objetivo de investigar las graves, reiteradas y planificadas violaciones a los derechos humanos, durante la dictadura militar.

PeR- Estamos al tanto de que existen dos microfilms guardados de los testimonios de las víctimas ¿Dónde depositaron los videos? 

La CONADEP realizó dos microfilms sobre los testimonios de las víctimas y uno de ellos fue ubicado en una bóveda del Banco Nación de la Argentina, en Capital Federal frente a la Plaza de Mayo. Y el otro fue entregado al Reino de Noruega, porque es uno de los pocos países en el mundo que no participó ni en la Primera ni en la Segunda Guerra Mundial.

PeR- ¿Las víctimas recibían ayuda psicológica? 

Sí, había psicólogos y psicólogas para los familiares y amigos que venían a concretar la denuncia. En todos los casos consultábamos si necesitaban, hay veces que sí, y otras que no.

PeR- Una vez finalizada la entrevista, ¿Ustedes tenían algún tipo de terapia? 

Si, aunque yo nunca. Cada uno tenía su propia terapia. Ernesto, se iba a la casa; Carlos, se iba a su iglesia metodista; Marshall, al finalizar la jornada se iba a su templo; Jaime, se recluía en su iglesia; Santiago, caminaba por la calle Corrientes y cuando veía un cine con dibujitos animados entraba; los tres disputados buscábamos separarnos. Debajo de la CONADEP había un grupo de música que tocaba y cuando salíamos de la CONADEP, yo me quedaba ahí; Magdalena, se iba a radio Continental, y Rabossi no me acuerdo.

PeR- ¿Cómo fue la tarea que debieron llevar a cabo dentro de la CONADEP?

La ardua tarea que nos tocó desempeñar. Bueno, de los insultos que se pueden imaginar, todos. Además, los 13 miembros de la Comisión fuimos amenazados de muerte, tanto por escrito como por teléfono. 

Lo más difícil era la reunión de pruebas para poder enviar a juicio. Se nos había designado un tiempo de 16 meses, pero era tanta la cantidad de denuncias de la gente, que no nos alcanzaba el tiempo. Trabajábamos de lunes a viernes de corrido, de las 9 a 18. 

Nos habíamos distribuido el trabajo y como nos pedían entrevistas las distintas embajadas, los martes los dedicábamos para recibir a las filiales de la CONADEP.