Un ejercicio de memoria, a 38 años del golpe.

Por Maximiliano Ercoli

Acto por el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia en "La Escuelita"

Ayer a las 10 se realizó el acto en conmemoración al 38° aniversario del golpe militar en el predio donde funcionó el Centro Clandestino de Detención “La Escuelita”. Durante el acto se pudo disfrutar de la lectura de poemas, cartas y testimonios. Un buen marco de público se hizo presente.

El acto fue llevado a cabo por la agrupación HIJOS, la Asociación Permanente por los Derechos Humanos (APDH), Red por la Identidad de Abuelas de Plaza de Mayo y Red por el Derecho a la Identidad; en el predio donde funcionó “La Escuelita”. 

“Se puede ver que hay mayor cantidad de gente acto tras acto, muchos jóvenes, que es muy importante. Cada año con esta premisa de ir construyendo memoria colectiva, de no olvidar y de seguir presentes en la lucha por la búsqueda de la memoria, la verdad y la justicia. Está bueno porque acá se concentran sobrevivientes, familiares, amigos y militantes políticos que adhieren a la causa, con el fin de que año tras año se siga recordando”, dijo Rocío Galindo, integrante de Red por la Identidad.

“El acto acá en La Escuelita, que es donde funcionó el Centro Clandestina de Detención, donde estuvieron los compañeros detenidos ilegalmente, hace muchísimos años que lo hace APDH, pero hace unos cinco o seis años que se puede entrar. Estaba la ministra Garré cuando APDH pidió permiso para poder realizar los actos los 24 de marzo, porque esto pertenece al Ejército todavía. Este acto se diferencia de los otros porque se hace con mucho sentimiento y respeto. Los actos posteriores se caracterizan por tener más ruido, más de alegría con cánticos, banderas y aplausos. 

Sabemos que para muchos asistir a este acto significa el único momento para hacer el duelo de aquel amigo o familiar que no está. Por eso es que tiene una carga especial, la de estar en el mismo lugar donde ocurrió todo y reencontrarse un poco con la historia viva, plena. A este acto vienen sobrevivientes, hijos y familiares de personas que estuvieron acá aprendidas y hoy se encuentran desaparecidas o fallecidas y por eso es otra la carga y la emotividad que se vive” , dijo Alejandra Santucho, integrante de la organización HIJOS.