lunes, 7 de abril de 2014

Crónica de un lustrador de guitarras


Por Yanina Scherger
 
Salinas y sus músicos en pleno recital
Más de 200 personas se presentaron el jueves pasado en el Teatro Municipal de Bahía Blanca a las 21.30 para presenciar el show que ofreció Luis Salinas, con una selección de excelentes músicos que lo acompañaron.
Con una variedad de generaciones (adultos, jóvenes y adolescentes) entre los espectadores, se abría el telón y Luis Salinas comenzaba a tocar su criolla Antigua Casa Núñez (guitarra especialmente confeccionada para él) y el silencio y la admiración se apoderaron del público. Muy bien escoltado por el baterista Martín González; Patán Vidal en teclado y el bajista Facundo Ciminelli, el improvisador nato supo deleitar a la audiencia con varios géneros musicales, siempre bajo el concepto de Jazz Latino.
 
De tipo concertista (sólo instrumental), su función tomaba dinamismo con los concurrentes cuando el mismo Salinas intercambiaba diversos coros con ellos, entre baladas y blues. Al momento de hacer sonar las cuerdas de su Godin, anunció el único tema cantado: “Cuenta Conmigo”, de Chico Novarro, versión a la que sólo adicionó algunos punteos de su propia autoría. Minutos después, subió la adrenalina llevando un estilo musical más parecido al funk, junto a su guitarra Gibson Les Paul Standard. Mientras tocaba, desde los sillones parecía que en algún momento los instrumentos se encarnaban entre sus brazos. Sus expresiones faciales y corporales no dejaban duda alguna; Salinas disfrutaba al máximo lo que hacía tanto como los demás músicos y el resto de los presentes.
 
“Si no me paran ellos, yo sigo y sigo” decía el mismo Salinas detrás del escenario cuando, entre fotos, saludos y un cálido diálogo recibía a sus seguidores después de la hora y media que duró el recital. Entre anécdotas que le surgían en respuesta a los comentarios que recibía de sus admiradores, comentaba “Menos mal que están ellos que me frenan, porque mañana tocamos en General Acha y hoy llegamos de Buenos Aires. Y uno tiene que estar bien descansado para ofrecer lo mejor” manifestaba refiriéndose a Sur Producción, responsable y organizador principal del evento.
 
Entre las 15 personas que dejaban el Teatro Municipal se comentaba lo humilde, gracioso y buen narrador que resultó ser Luis Salinas. Músico autodidacta, con una trayectoria implacable y el amor y el apoyo que le brinda a su hijo Juan en los pasos de su carrera, dejan a quien tuvo el agrado de presenciar su espectáculo en vivo una grandeza interior, la experiencia de conocer a uno de los mejores guitarristas del mundo. Y lo mejor de todo: es nuestro, es argentino.

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