lunes, 6 de octubre de 2014

La Armada y el cuidado del medio ambiente


Por Claudio Bosco
Teniente de Corbeta Paz  y  Suboficial Primero Villavicencio

La Armada Argentina cuenta entre sus destinos con uno en especial que se dedica al control y cuidado del medio ambiente: el Servicio de Salvamento de la Armada, que tiene como objetivos contrarrestar y minimizar los accidentes de polución que se produzcan en su ámbito de trabajo y para colaborar con la comunidad en la preservación de nuestra calidad de vida. El Teniente de Navío Roberto Javier Ovando, quien es Bioquímico, se desempeña como Jefe del Departamento Medio Ambiente del Servicio de Salvamento de la Armada (SISA). Nos comentó acerca de las tareas que puede llevar a cabo este destino de la Armada: “realizamos protección sobre los derrames de hidrocarburos de toda densidad - desde combustibles livianos hasta petróleo- de los buques de la Armada. Ocasionalmente, Prefectura puede llegar a solicitar nuestra ayuda ante derrames producidos por terceros. La Prefectura Naval Argentina es el ente regulador sobre el control de derrames de petróleo en los espejos de agua de nuestro país” -aclaró el Teniente Ovando.
Barrera de contención de derrame en acción

PeR: ¿Nos puede explicar cómo se realiza el control de polución?
Ovando: El Servicio está capacitado para contener y recoger carburantes de distintas densidades en el agua. Para este propósito tenemos barreras de contención de hidrocarburos que son semioceánicas (éstas sirven para actuar tanto en ríos como en el mar), además contamos con un equipo de absorción denominado skimmer 1250.

PeR: ¿Cuál es el procedimiento para quitar la contaminación del agua?
Ovando: Se debe tratar de llegar lo más rápido posible al área del derrame ya que, por ejemplo, un litro de carburante derramado cubre varios metros de agua, dependiendo de la densidad del contaminante. Luego de arribar a la zona, se despliega la barrera de contención para evitar su dispersión. Una vez contenido el contaminante se pueden utilizar distintas sustancias para extracción. Los precipitantes sólo se utilizan en mar abierto, ya que en lagunas y espejos de poca profundidad están prohibidos. Los floculantes, como por ejemplo la turba canadiense, mejoran la capacidad de absorción; con esto se consigue aumentar la manejabilidad del contaminante. La turba se tira sobre el derrame, ésta capta el hidrocarburo y facilita la tarea de juntar el contaminante. También están los dispersantes, que evitan que la mancha de combustible se compacte, hacen que se disgregue y la ventaja que tienen es evitar que la polución se concentre. La elección del procedimiento a utilizar va a depender de la situación que se dé en la zona del desastre.

El Suboficial Primero buzo Villavicencio agregó que “el Servicio de Salvamento también puede recoger un derrame que ocurra sobre la costa o en tierra firme; para tal fin cuenta con algunos elementos para la recolección del contaminante como paños y cordones absorbentes”.
Desde el verano 1998-1999 las Armadas de Chile y Argentina vienen realizando ininterrumpidamente la Patrulla Antártica Naval Combinada (P.A.N.C.), la cual tiene por objetivo efectuar tareas de búsqueda, rescate y de salvamento marítimo, como así también, el control de la contaminación que las embarcaciones puedan ocasionar en el continente blanco. “Para cumplir con este propósito el SISA embarca un grupo de hombres con equipos adecuados para controlar y combatir cualquier accidente de polución que pueda ocurrir” -explicó Villavicencio.

PeR: ¿Cómo colabora el SISA con la comunidad?
Ovando: El SISA colabora con la comunidad de varias maneras. Una es la estrictamente naval, controlando los posibles accidentes que produzcan polución en el medio ambiente. Otra es la ayuda civil; en las últimas grandes lluvias que sufrió Punta Alta, un grupo de personal del destino se desplegó al barrio de Ciudad Atlántida a realizar un achique de agua debido a la gran cantidad que se había acumulado. Se transportaron bombas de achique de 470 toneladas hora que trabajaron toda la noche.
Villavicencio: Cuando se producen siniestros en el agua, como desapariciones de personas en lagunas, diques, estanques o el hundimiento de alguna embarcación, el SISA participa en la búsqueda de los cuerpos de los tripulantes accidentados
Ovando: En estos casos los buzos de la Armada trabajan en colaboración con los buzos de Prefectura y de la Policía Federal. De igual manera colaboramos con Defensa Civil cuando ésta es sobrepasada por los hechos. Asimismo trabajamos con APELL en el polo petroquímico de Bahía Blanca, asesorando qué facilidades puede aportar la Armada ante un eventual siniestro producido en el área.
Entre las tareas que tiene asignadas el SISA se encuentra el reflotamiento de buques hundidos, como los llevados a cabo en el puerto de la Ciudad de Mar del Plata en 1999.

PeR conversó con el Teniente de Corbeta buzo Rodrigo Paz integrante del SISA.

PeR: ¿Cómo se realiza la tarea de reflotar un buque hundido?
Paz: Hay varios métodos, entre los cuales podemos citar: el inflado, el achique (por empuje propio del buque hundido) y el empuje adicional (utilizado en el crucero Costa Concordia hundido en la costa italiana y reflotado el año pasado). La diferencia entre el inflado y el achique es la forma en que se extrae el agua del interior del barco. En el achique se tapan todos los accesos por los cuales ingresó el agua, se ingresa aire por superficie y el objeto, por su propio volumen, sale a flote. En el caso del inflado se inyecta aire dentro del objeto y el agua es expulsada de éste por la presión ejercida por el aire. Cuando el objeto queda con el peso suficiente para que el empuje venza al peso que tiene, emerge a superficie.

Como es de conocimiento público las autoridades navales y el gobierno nacional han decidido reflotar El buque de la Armada Argentina A.R.A. “Santísima Trinidad”. El método a utilizarse para lograr el reflotamiento será el de achique.

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