Por Pamela Gómez
La treslomense Elisabet Castrillón , quién brilló en cada competencia, ganó muchos premios de torneos de velocidad donde obtuvo medallas de plata y bronce, pero su mayor satisfacción fue representar a su pueblo.
Fue campeona Argentina por dos años consecutivos en 1993 y 1994. Con esfuerzo y dedicación logró pedalear hasta con viento en contra.
¿Cómo nace la idea de correr?
Con la primera bicicleta que me compré empecé a competir. En Tres Lomas Rubén Gil organizó una carrera en circuito callejero: era una posta y competían dos corredores.
Mi sobrino Luján quería ir a competir y me pidió que lo acompañara, yo solo iba a verlo y al momento de la competencia no quiso correr, y se necesitaba un compañero con el que le tocaba competir. Decidí correr para que el otro corredor no quedara afuera; en ese momento fue que empecé a correr en bicicleta.
¿Qué edad tenías? ¿Había más mujeres?
Tenía 14 años. Sí, competían otras chicas del pueblo, entre ellas Mariela Alonso y Karina López, entre otras.
¿Competían acá en Tres Lomas o en zona también?
Primero empecé en Tres Lomas y después comenzamos en la zona. Cuando me pude asociar a la Federación de Trenque Lauquen, que era la más cercana, pude ir a diferentes lugares del país. Me acompañaban mis padres y en otras oportunidades mi hermano Omar.
¿Cómo solventabas los gastos?
Los costos eran muy altos, tuve la suerte que en ese momento me ayudaron muchos comercios del pueblo y algunas empresas. Con mi familia hacíamos rifas para poder ayudar con los gastos, estoy muy agradecida por toda la gente del pueblo que me ayudó.
¿Cómo fue tu primera competencia, dónde se desarrolló y qué sentiste?
¿Tenías algún entrenador o persona que te ayudaba con los entrenamientos?
En el momento que comencé mi entrenador fue mi hermano Omar, quien sin tener muchos conocimientos medianamente me ayudaba para poder entrenar.
¿Cuál fue tu premio más importante?
Premio gané muchos de primero, segundo y tercer puesto en muchas competencias, compitiendo tanto con mujeres como con varones.
El más importante fue por dos años consecutivos ser campeona Argentina en vueltas puntables en velódromo. En eso mismos torneos gané en velocidad o en persecución, obtuve medallas de bronce y plata, aprovechaba diferentes especialidades para presentarme.
¿Por qué dejaste de correr?
El ciclismo es un deporte muy caro, es muy difícil el mantenimiento de una bicicleta, para poder competir, estar a un buen nivel y poder solventar los gastos.
En su momento estaba representando a Mar del Plata, vivía en una pensión y el último campeonato que competí mis compañeros de la pensión me armaron una bicicleta para estar medianamente a la altura de lo que era el torneo.
A medida que pasan los años se iban perfeccionando las bicicletas, los materiales de la competición y para mí era muy difícil, yo misma puse todo en la balanza y decidí dejar porque cada vez se complicaba más estar a un buen nivel y poder competir.
Con el paso del tiempo ¿tomaste dimensión de lo que lograste en el ciclismo y siendo mujer?
Darme cuenta de lo que logré con el ciclismo me di cuenta después de grande, quizás porque el pueblo me ha hecho muchos reconocimientos por haber competido y traer buenos resultados para Tres Lomas- En especial porque las mujeres no participaban de muchos deportes.
¿Disfrutaste tu carrera?
Sí, disfruté mucho mi carrera, pude hacerme de muchos amigos, vengo de una familia humilde y este deporte me permitió, junto con mi familia, conocer varios lugares de nuestro país.
Me siento feliz y agradecida de que el ciclismo fuera parte de mí vida.
Actualmente es dueña de un negocio de productos de limpieza, está casada y su familia está compuesta por su marido Raúl y sus dos hijos Agustín (14) y Angie (8)
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