jueves, 13 de septiembre de 2012

Proceso histórico en el Aula Magna de la UNS

                                                                                                                 Por Marcelo Tedesco   
Culminó el juicio a 17 imputados por delitos de lesa humanidad cometidos en jurisdicción del V Cuerpo del Ejército durante la última dictadura militar. Catorce recibieron prisión perpetua, uno 18 años y dos de 17 y 6 meses. Todos serán dados de baja de sus respectivas fuerzas.
En el marco del juicio realizado durante más de un año con la UNS como sede, donde se analizó las acusaciones a diecisiete ex integrantes del Ejército Argentino, el Servicio Penitenciario y la Policía Federal por asesinatos, desapariciones, torturas y otros, el Tribunal Oral Federal de Bahía Blanca condenó a prisión perpetua a Juan Manuel Bayón, Hugo Delmé, Jorge Granada, Norberto Eduardo Condal, Carlos Alberto Taffarel, Mario Carlos Antonio Méndez y Hugo Carlos Cantoni. También, a Walter Bartolomé Tejada, Jorge Enrique Mansueto Swendsen, Jorge Aníbal Mason, Osvaldo Bernardino Páez, Vicente Antonio Forchetti, Héctor Jorge Abelleira y Héctor Arturo Gonçalves.
Además, condenó a Carlos Alberto Contreras a 18 años y a Reynado Miraglia y a Hectór Luis Selaya, a la pena de 17 años y 6 meses de prisión. El veredicto fue leído por el juez Jorge Ferro, quien estaba secundado por sus pares José Mario Triputti y Martín Bava. El Tribunal encuadró los hechos como "crímenes de lesa humanidad, que fueron perpetrados en el marco del genocidio ocurrido en nuestro país durante la última dictadura civico- militar", ordenó las excarcelaciones otorgadas en su momento a los imputados y el beneficio de la detención domiciliaria de la cual gozaba Fantoni, y  dispuso que las penas se cumplan en prisiones comunes.
Por otra parte, los jueces solicitaron que se extraigan los testimonios de las publicaciones del diario La Nueva Provincia y del sacerdote de la Iglesia católica Aldo Bara y remitirlas al juzgado federal en turno para que investigue la posible comisión de delitos de acción pública.
La previa de la lectura de la sentencia fue acompañada por un escenario donde actuaron bandas locales, y en el que a través de una pantalla gigante se pudo seguir el fallo. Allí se congregó numeroso público, agrupaciones políticas, centros de estudiantes y organizaciones de derechos humanos. Primero, aplaudieron cada condena. Luego, al igual que ocurrió adentro de Colón 80, muchos se abrazaron y lloraron. Y para cerrar, bailaron y festejaron que aún 30 años después se hizo justicia.
Testimonios:
“Para nosotros hoy es un momento histórico, desde el punto de vista institucional lograr que la UNS sea sede y que se llegue a una sentencia ejemplar va a queda como un punto de inflexión en la historia de esta Universidad. Va a resultar inspirador para las generaciones que vienen, y tenemos la tranquilidad y la alegría de ver que la lucha de las víctimas del Estado terrorista dio sus frutos, y ver también que puedan tener su momento de felicidad en nuestra casa” (Pedro Silberman, subsecretario de Derechos Humanos de la UNS)

“Una lectura que nos ha emocionado y nos muestra la importancia de que actúe la justicia en la Argentina. Me impresiona también que se haya recordado que La Nueva Provincia y el cura Bara tuvieron responsabilidad, que estos crímenes no prescriben, y que sea el salón de actos de la UNS el lugar donde esto se haya podido hacer es traer a todos los compañeros de la Universidad detenidos, asesinados y torturados que estaban ahí presentes, en cuerpo y en alma, y que nuestra universidad tendrá que hacer memoria de ellos y de tantos otros a lo largo de su historia” (Fortunato Mallimacci, ex alumno de la UNS, ex decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA).
“En primer lugar quiero agradece especialmente a la Universidad porque nos hemos sentido como en nuestros tribunales, lo que nos hizo estar mucho más cómodos a la hora de dictar sentencia. Esta es una sentencia que tiene una profunda convicción en nuestras firmas. Hemos tratado de abarcar todo el espectro de lo que ha ocurrido en Bahía Blanca en esta causa con la mayor objetividad posible. Se ha actuado con prudencia, aunque las penas han sido altas. Y subrayo que se ha realizado en un marco que puede ser ejemplificador, por todo lo que ha ocurrido en esta casa durante las dictaduras. Hay un conjunto de factores que hacen que uno esté tranquilo. No podemos decir contentos o tristes, pero si tranquilos porque hemos sido justos y hemos cumplido a rajatabla la ley” (Jorge Ferro, presidente del Tribunal Oral Federal a cargo del juicio)
“Creo que esta es una sentencia ejemplar en la Argentina, porque sólo esta Cámara de Bahía Blanca estableció que el homicidio del desaparecido, en lugar de tener seis años como pena máxima, tiene como pena la prisión perpetua. Eso es una novedad en la Argentina. La figura de crímenes de lesa humanidad que se está aplicando en todo el país es el fundamento de que se puedan llevar a cabo estas causas, porque son delitos imprescriptibles. Pero que se enmarque dentro de la figura legal del genocidio es una novedad y es muy importante para toda la sociedad” (Mirta Mántaras, abogada especialista en Derecho Militar y defensora de organizaciones de Derechos Humanos)
“Vimos que se ha valorado cada uno de los aspectos presentados en la prueba. Si bien hubo escollos en el avance de estas causas, es muy relevante esta sentencia que repara los hechos que sufrió casi un centenar de víctimas, y que nos deja muy conformes con su resultado. Es una sentencia muy valiente que no ha dejado pasar aspectos graves, y el encuadre que correspondía como crímenes de lesa humanidad nos pone muy contentos”. (Abel Córdoba, fiscal federal)

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