miércoles, 27 de marzo de 2013

"Memoria, Verdad y Justicia es lo que buscamos ayer, hoy y siempre"



Por Constanza Aquino
Fotografías: Ana María Domínguez


Bahía Blanca- El domingo, pasadas las 10 se realizó el acto por el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia, en el predio del ex centro clandestino del V Cuerpo del Ejército “La Escuelita”. Al finalizar se descubrió la figura de una mujer embarazada.



Silueta emplazada para recordar los dos niños nacidos ahí

Cerca de un centenar de personas, participaron del aniversario por los 37 años del último golpe militar, organizado por la Red por la Identidad de Abuelas de Plaza de Mayo Bahía Blanca, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH BB) e H.I.J.O.S Bahía Blanca, en el ex centro de detención “La Escuelita” ubicado en el Camino a la Carrindanga.
Durante el mismo se leyó la última carta que María Graciela Izurieta- una de las dos madres que tuvo a su hijo en cautiverio- le envío a su familia estando en prisión.

Entre los oradores, se destacó Eduardo Hidalgo, secretario de la APDH BB y sobreviviente de la última dictadura cívico-militar, quien recordó y celebró el fallo del juicio realizado en septiembre pasado al V Cuerpo del Ejército.
Para finalizar, Natalia Carabajal - integrante de HIJOS- exclamó “Memoria, Verdad y Justicia es lo que buscamos ayer, hoy y siempre”.
A continuación se invitó a los presentes a descubrir la escultura de una mujer embarazada, que tiene sus ojos vendados, que fue colocada al lado de la señalización que recuerda que ese es un lugar de la Memoria . “Es para recordar a las dos jóvenes madres que estuvieron detenidas en este sitio” declaró Hidalgo a Periodismo en Redacción.

Al preguntarle a Gabriela Bustos, familiar de víctimas e integrante de la Red por la Identidad de Abuelas de Plaza de Mayo Bahía Blanca, comentó que “la iniciativa de la silueta surgió a partir de un acuerdo entre las agrupaciones (HIJOS Bahía Blanca, Red por la Identidad, etc.) después de la sentencia del juicio en que se juzgaron y se encontraron las responsabilidades de los represores en cuanto a las apropiaciones de los dos niños que se robaron en La Escuelita. Ahí también nace la idea de empezar a visualizar la vigencia del hecho, en dónde está colocada, que faltan dos chicos y hay parte de la historia bahiense que no está aclarada aún. Está probado que los dos bebés fueron apropiados en este centro clandestino, hijos de Alicia Romero de Metz y María Graciela Izurieta”. Y añadió, que el dictamen a los genocidas fue ejemplificador, en relación a otros que han acontecido en el país y que espera que los próximos vayan en sintonía, refiriéndose a la segunda parte del V Cuerpo y el Ejército, el de Armada y La Nueva Provincia que se realizarán este año.

La reconstrucción de la Escuelita
La Dra. María Alejandra Pupio, docente y miembro del equipo de arqueología del Departamento de Humanidades de la Universidad Nacional del Sur, que trabajó en el relevamiento arqueológico a pedido de la Justicia Federal, explicó a este medio como fue l
a labor y la estructura que tenía ex centro de detención. “La primera etapa de la reconstrucción fue en el año 2010 hicimos una proyección de toda el área que tiene forma de un trapecio hasta llegar al V Cuerpo. Después trabajamos cuatro meses, entre septiembre y diciembre del 2011.
Lo primero que encontramos fue un muro y a partir de él comenzamos a excavar. Adelante (señalando hacia el Camino de la Carrindanga) estaba La Escuelita, atrás una casa antigua que tenía forma de L. Para transformarlo en centro clandestino, lo único que tuvieron que hacer fue una pared de bloque que cercó el eucaliptus – que es lo único que permanece en pie de esa macabra instalación-. La casa tenía dos galerías, una externa y la otra estaba cubierta. Dos habitaciones, de las cuales sólo se utilizó una, la segunda era el área de ingreso de los detenidos. Luego seguía la sala de tortura, la de guardia, el baño, la cocina y las dos de enfrente eran las de detención de dormir. Los testigos describieron un aljibe, pero en realidad era una cisterna de agua.
Los escombros que se pueden observar en la zona son parte del desguace de la construcción, es viejo, de los 80. Parte fue tirada acá, otra en el predio de al lado”.

Al consultarle en que consistirá la segunda fase, Pupio respondió que “la idea es techar el predio y comenzar a excavar 30 cm más, se van a realizar sistemas de pasarelas que se habilitarán para que se pueda recorrer”.
Entre 1980 y 1983 comenzó la destrucción del edificio, para tapar lo que había acontecido en el lugar, de aquella época solamente quedan un árbol, escombros y una tristeza infinita.



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