domingo, 7 de septiembre de 2014

“GENTE” que quiere seguir “DE A PIE…”

Por Susana Rubio
El equipo de Gente de a Pie

En el mediodía del viernes, oscilante entre el gris de las nubes y los tibios rayos del sol, el Histórico Café, observaba sorprendido placenteramente, cómo se cubrían los rincones de cada uno de sus espacios.
Las mesas, un rato antes silenciosas, se llenaban de murmullos, sonrisas y encuentros, convocados por una transmisión de radio “en vivo”.

Pero no era un evento como los que acostumbraban a sucederse en el centenario bar: era la transmisión en vivo del programa “Gente de a Pie”, que se emite por Radio Nacional de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires(CABA), compartiendo vivencias desde la Blanca Bahía, hacia todo el país.
Allí estaban su conductor, el periodista Mario Wainfeld, y parte del equipo: Martín Rodríguez y Néstor Restivo. Manejando momentos y pausas, silencios y “puestas en el aire”, María y Raúl. Y no podía faltar el anfitrión, Omar Turconi, director de Radio Nacional Bahía Blanca. 
Entrevista a Néstor Restivo

Mientras los equipos eran puestos a punto, entrevisté a Néstor Restivo, ahí nomás, en la vereda, con los sonidos de fondo, febriles y apurados, de la calle.

PeR: Vos nos vas a contar todo lo que hacés en el periodismo, y todo lo que hacés con el periodismo. Ahora, quiero saber: ¿qué hace el periodismo con vos? ¿Cómo afecta tu vida? ¿O no te podés “sacar el traje” cuando volvés?
NR: No, no. Estudié periodismo de muy jovencito, me gusta mucho. Me gusta, es la profesión que elegí…Sí, te condiciona la vida personal, porque uno le dedica muchas horas, y en una época trabajé mucho en prensa gráfica, en el diario Clarín, y me hacía viajar. Y eso te pone alguna condición en tu vida personal. Pero es lo que elegí hacer y me encanta, así que te condiciona en el sentido positivo. Te permite conocer gente, conocer temas. Tengo un amigo que dice que “es la forma más linda de ser pobre”. Porque uno accedió a despachos presidenciales, a palacios, y de todo, que el común de la gente no lo hace, y como periodista tenés esa posibilidad. Pero no me creo nada de lo del cuarto poder y todo eso. No me la creo.
Vista del público asistente

PeR: Y tu familia, ¿cómo lo acepta?
NR: Bien. A ver… cuando era chico, terminé el secundario y empecé a estudiar, a mis viejos no les gustaba la carrera, les parecía que era peligrosa, bohemia, pero, bueno, se la bancaron y están orgullosos de lo que hice. Después, cuando me casé, tuve hijos…Les gusta, me acompañan siempre. Tengo un perfil no muy visible, porque el medio gráfico y la radio es más el anonimato, pero me gusta cultivar eso, ser como es una persona común y corriente.

PeR: O sea, muchos enemigos no, muchos amigos tampoco.
NR: No, de las dos cosas hay también, en el periodismo te ganás eso, te ganás de las dos cosas.

PeR: Aunque no quieras.
NR: Aunque no quieras, pero uno si lo hace realmente convencido de lo que dice, de lo que escribe y lo hace profesionalmente, es parte del oficio.

PeR: Y por ahí, cuando recién empiezo, ¿sostengo mis principios o flexibilizo bastante? ¿Qué hago?
NR: No, yo creo que uno los tiene que sostener siempre. Tuve la posibilidad de trabajar en Clarín y trabajé más de 20 años. Es una empresa privada y éste es un medio público, y uno, por supuesto, sabe que todos los medios públicos, privados, tienen una línea editorial. Y es bueno trabajar en uno con cuya línea editorial uno más o menos coincide. Pero cuando eso no pasa, a mí, por ejemplo, me pasaba en Clarín hasta el 2010. En el 2010 ya no me lo banqué más y me fui. Pero, hasta esa fecha, Clarín igual era un diario no enemigo de la administración pública, pero siempre fue un diario “derechoso”, y yo más bien pienso lo contrario. Pero depende de uno. Uno puede tener cierta, digamos…; sin salirse de la línea que marca un diario, los puede forzar esos límites. La bronca que más tengo con colegas profesionales, es con aquellos que son “más papistas que el Papa”. Los hay en todos lados, en los medios públicos y en los medios privados. Que un medio, radio, televisión, diario, revista, marca una línea editorial, y el tipo éste, por crecer ahí adentro, por hacer carrera, o por lo que sea, se compra ese discurso. Me siento un laburante de prensa. Milité mucho en el gremio de Prensa como delegado, como directivo. Sigo militando en el gremio de Prensa. Me considero un profesional, pero sigo siendo un trabajador. La empresa tiene sus intereses empresarios, o sea que los principios uno los puede mantener absolutamente. Si no los mantiene, es porque no quiere.

Comenzó la transmisión con las recomendaciones del caso: silencio cuando “hay aire”, celulares apagados, y engrosar un coro para terminar “a toda voz”. La apertura a cargo de Mario, agradeciendo el recibimiento y presentando a sus compañeros, y las columnas de Martín y Néstor, pero esta vez y, para los bahienses “en vivo y en directo”. Martín recordó a personajes destacados de la Bahía, mientras que Néstor se ocupó de dos temas polémicos de actualidad nacional. Patricia Régoli, acompañada de su guitarrista, interpretó varias canciones. Se entrevistó al Sr. López, secuestrado durante la dictadura por “32 días”, como explicó, y las sensaciones que le dejó el hecho. Desde Buenos Aires, se transmitieron los mensajes que, mediante los teléfonos y las páginas web de “Gente de a Pie”, iban llegando a partir del inicio del programa.
Y, como todas las cosas disfrutables, la transmisión, llegó puntualmente a su meta de las 14. Pero ese final se convirtió en canción, y, guiados por la voz de Patricia, todos los presentes hicieron coro a un tango, que terminó una y otra vez, en un solo y conmovido grito: “¡Argentina, Argentina…!”

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