lunes, 20 de octubre de 2014

Entrevista a Florencia Albanesi: Una periodista y mucho más

Entrevistando al ex presidente Néstor Kirchner
Por María Cristina Gallo
Con una cálida bienvenida en LU2 Radio Bahía Blanca, luego de concluido el programa “Dalo por Hecho” del que participa, Florencia se prestó a una entrevista que ya habíamos concertado.
Florencia en el informativo
Empecemos por lo obvio, le dije, o sea…. y allí ella, con una carcajada me dice:… sí, cuándo empezaste y comenzó a contar:
En el 88, cuando estaba en el secundario, hice un curso de Periodismo Deportivo, en ese momento no había ninguna carrera de ese tipo en Bahía Blanca. Mi tío Carlos Vecchietti tenía el programa “Buen día Viajero”, allí comencé a trabajar de movilera. Luego me recibí de Periodista Deportiva. ¡Ahí nació la movilera! Lo que tiene el Periodismo en la calle es que tiene mucho de oficio. El movilero va donde está la noticia; estás con la gente, en sus casas, dónde fue el accidente, es el que tiene la noticia en la epidermis. En radio tiene una doble misión porque son su ojos. Tiene que ser lo suficientemente descriptivo como para que vos, que estás en tu casa escuchando,  te puedas hacer la imagen lo más acertada posible de lo que el movilero está viendo. Luego de ésto, egresé del secundario, comencé a estudiar Historia en la U.N.S y mientras tanto empecé a hacer notas para un programa de televisión de Néstor Machiavelli; trabajé en Radio Universal, Identidad y Palihue. Era la época del inicio de las FM y por lo tanto había mucho de informalidad, poco de especialización y mucha expectativa de ver que era lo que se podía hacer porque había mucho lugar para realizar la tarea y pocos periodistas. Era muy joven, no tenía demasiada práctica y tuve pequeñas intervenciones. Participé durante muchos años en el programa “La Sombrilla” que se hacía desde Monte Hermoso. Luego empecé a hacer más cosas con cierta regularidad, algo de lectura de informativo y comentario en estudio y el móvil. También para el diario “La Nueva Provincia” escribí dos páginas, una de deporte femenino; los fines de semana, una llamada “Sábado en la Peatonal” y colaboraciones en “Bronceado”, un suplemento de verano. Además, hice la conducción de un programa de campo en Canal 7. Después de Universal empecé a hacer la producción de “Por Bahía” en Canal 9 por casi nueve años y dejé el diario. Mientras tanto surgió venir a trabajar en LU2,  ya efectiva.
-Lo que siempre me llamó la atención de vos, aparte de la alegría que siempre tenés y trasmitís, es que no hay muchos periodistas que informen tan claramente como lo hacés,  revelás que tenés  formación en los temas que tratás, por ejemplo la información que das desde Tribunales.                                                                                                          
El Periodista es un especialista en generalidades, tiene un mar de conocimiento pero de un centímetro de profundidad, salvo el periodista deportivo.  
-¿A vos te parece que es porque ha cambiado el público, la audiencia?                        
No, creo que es porque hay más oferta entonces la gente elige más.
-¿Pensás que a la gente le interesa que se le desarrolle una noticia en forma muy extensa, que le den muchos detalles del tema?                                                                                                       
No, pero lo que sí quiere es que la persona que hable lo haga para que entienda todo el mundo, o sea, si vos hablás de un tema de Tribunales lo que tenés que hacer es no hablar como un abogado. A veces la gente me pregunta ¿vos estudiaste Abogacía? Yo les digo no. Yo lo que intento es descifrar, es como leer la receta de un médico, yo me pregunto, ésto para qué sirve. En Tribunales ponía el acento en explicarle a la gente los pasos, traducir el lenguaje técnico, poder hacer accesible la información para que todos entiendan. Hice casi doce años de Tribunales. Cubrí la tragedia de Patagones, lo de Victoria y Horario, el crimen de Glasman, el caso Heit. También los juicios de Lesa Humanidad. Un día cubrí la violación de una nenita, eso me hizo muy mal y dije no. En algún momento de tu vida algo te hace un “click” y decís acá paro, hasta acá llegué, quiero cambiar. Me pareció que era un momento para cambiar, pedí de volver al móvil general. Mientras tanto surgió de estar en la Mesa con Lorenzo Natali, no había estado nunca y fue un tiempo de prueba para mí. Y luego volví a la calle con el móvil. Ahora, también, estoy participando de “Dalo por Hecho” hasta febrero. En la tarde tengo el espacio “Buenas-Buenas”.
-En estos 26 años que llevás de profesión ¿vos pensás que a algunos periodistas les ha cambiado el rol,  que pasaron a ser ellos los protagonistas de la noticia?                                                 
No, no acá en Bahía. Hay que ver cuál es la mirada que uno tiene del Periodismo. Yo la que tengo es del Periodismo como Servicio, el de informar pero también el de aportar algo. Ahí va asociada la parte de la alegría. Yo creo que vos podés trasmitir una noticia sin necesidad de  ser tan ceremonioso o tener un gesto adusto, claro si las circunstancias lo merituan. Creo que la sonrisa está devaluada. Que se pueden hacer las dos cosas, con más amabilidad, con más explicación, tratando a la gente como si uno estuviera charlando en su casa, pueden entender mejor las cosas. No me sirve dar cátedra. El periodista deba pasar lo más inadvertido posible y que la gente analice: ¿qué toma de esa noticia, cómo la toma y qué quiere hacer con eso?
-¿Cómo has vinculado el Periodismo con el Arte? ¿Vinieron juntos, o uno vino primero?
En realidad una cosa es consecuencia de la otra. El arte estuvo siempre. Todos en mi familia son artistas, somos seis hermanos y catorce sobrinos. Una linda familia. Mi Papá era médico pediatra y tocaba muy bien la guitarra, tenía una voz hermosa, cantaba folklore y tango y era muy divertido. Actuaba en las fiestas de fin de año de medicina pediátrica, y éso en algún lugar está. Y a partir del 2010, por circunstancias personales, cambié la cabeza, iba a clases de canto desde hacía muchos años y por una circunstancia casual en el Histórico Café Museo el dueño me invitó a cantar tango y me pregunté ¿porqué no hacerlo? Así armé mi show “Canciones de Amor y de Humor”, con tangos, milongas, melódicos y  rancheras mejicanas; me gustaba que las canciones tuvieran un hilván y que la gente se divirtiera, que yo me divierta. Esas cosas te rescatan de muchas cosas, del laburo, que en generalmente son malas noticias y de lo cotidiano de la vida. En el marco del Festival del Tango hice “El Morocho y la Flor”. En dos oportunidades en el Paseo de la Pasos Perdidos del Congreso de la Nación con una delegación de Bahía en acto de Reparación Histórica de Carlos Di Sarli  y en el 93º Aniversario de la Radiofonía. Con Gaby "la voz sensual del Tango", hacemos a veces “Noche de Brujas” y “Muñecas Bravas” en el Histórico Café Museo. Ahora estoy pensando un show distinto, en el que tenga alguna intervención el público.
-Contame, ¿alguna “metida de pata” o alguna nota rara?                                                                                         
Muchas, por ejemplo que se te abra el micrófono, encajarse con el móvil en medio de la nota. Otra cuando vino Carlos Saúl Menem al CONICET,  ya había cubierto el acto y me estaba volviendo al auto, cuando veo que baja el helicóptero a cien metros de donde estaba, entonces empiezo a correr a campo traviesa, grabador en mano y bolso. Lo veo a Menem, Ramón Hernández, Corach, Kohan y toda la delegación. A pocos metros de llegar a ellos se me rompe el taco del zapato, seguí corriendo hasta que llegué hasta Menem, él me miró, se empezó a reir y me dio la nota. Le hice las preguntas con el taco y el grabador en la mano.
-¿´Tenés alguna noticia que puedas decir “ésta fui mi la nota”? O no hay ninguna en particular?
A veces uno le hace una nota a alguien más ignoto. Entrevistar a los padres de un chico muerto es algo que me conmueve, a Silvia Braun, a Perla Muñoz. Como contraparte de las malas noticias yo tengo un espacio ahora a la tarde, que se llama “Buenas. Buenas” que intenta mostrar la sociedad silenciosa que hace el trabajo solidario. Una de las notas que más me emocionó fue a Marisa Businelli, es la mamá de tres chicos, el más pequeño no tuvo problemas de salud hasta los 5 años y luego desarrolló una enfermedad neurodegenerativa, es un chiquito con muchas dificultades y ella, superando ese dolor, creó una O.N.G. viendo que los chicos que tienen discapacidades, pese a que van a escuelas especiales,  no tienen un lugar de recreación. Entonces tiene una casita, un lugar donde se juntan los chicos. Esos héroes anónimos son los que me conmueven, la gente de “Hogares de Belén” o Nela Agesta, por ejemplo. Mis padres siempre han tenido actitudes solidarias. Mi mamá trabajó con ella en un hogar en forma solidaria durante treinta y cinco años, o sea que conozco lo que es el laburo internamente y lo que es la ingratitud que hay detrás del trabajo solidario; ese trabajo anónimo del día a día que no siempre se conoce. “Red Solidaria”, “Ayuda-Le”, cantidad de comedores, O.N.G., gente que hace tarea de prevención en la calle, de prevención de suicidio y tantos otros. O los médicos que operaron a una beba que tiene el corazón del tamaño de una aceituna. Yo desde mi lugar intento visibilizarlos para que no quede la sensación de que nadie hace nada para que el mundo esté mejor. A veces está esta sensación de desesperanza porque hacen más ruido los malos. A veces hay que hacer una mea culpa en los medios, ¿la gente consume eso o es lo que el medio le da? A mí me ha pasado muchas veces que después de las “Buenas-Buenas”, la gente llama y dice gracias. Son cosas que a uno le gratifican. Esas noticias hay que contarlas.
-¿Hay cosas a las que le decís no? 
Yo trabajo con mucha libertad. Le digo que no a las cosas que tienen que ver con algo que no sume, el sólo lucimiento personal me fastidia un poco, o cubrir una noticia de un hecho negativo y utilizar el amarillismo o resaltar la faceta más cruel. Con el dolor ajeno no se juega, ese es mi límite.
-¿Algo que te gustaría hacer?
A mí me hubiera gustado ser muchas cosas y lo que tiene el Periodismo es que te permite cubrir todas esas facetas un poco cada día y es lo que hace que no te aburras. No tengo grandes frustraciones. El trabajo de periodista tiene mucho de histriónico cuando te parás frente a la gente para pedir una nota. Lo que tiene la radio es que vos entrás en la casa, sos uno más y la gente te saluda como si te conociera, porque vos estás todos los días con ellos.
-¿Cómo cuidás tu voz? 
El día que canto suelo dormir bien, no salir, descansar. No fumo, hago la administración del aire, los ejercicios de la voz. Hice la carrera de Locución Nacional en el Juan XXII, que duró tres años, pero yo hablo como me gustaría que me hablaran, charlando frente a frente.
-¿Qué te gustaría que se resaltara en esta nota?
Que el Periodismo es un servicio y que también los medios pueden ser portadores de buenas noticias. Creo que se puede hacer un periodismo positivo, sin descuidar lo otro  y un periodismo responsable, de chequear la noticia, de informar bien, de explicar. A veces faltan datos, referencias o se publican noticias sin contexto, puede ser por falta de preparación o de falta de responsabilidad de quienes contratan pero también tiene que ver con una responsabilidad personal. Yo me intereso siempre en escuchar la crítica, porque eso es lo que te puede aportar.
-Creo que una cosa que vos tenés, y que me encantaría tenerla yo, es la credibilidad.
Sí, pero eso se construye. Se construye y se destruye. La credibilidad no sólo es del medio, también uno construye su credibilidad personal independientemente de aquel.
¡Gracias Florencia Albanesi! Periodista, Locutora Nacional y Artista. Creíble y querible.


No hay comentarios:

Publicar un comentario