lunes, 7 de septiembre de 2015

Un Woodstock bahiense

Agostina Pitton- Bahía Blanca
El evento contó con gran apoyo de la gente
Dada las recientes clausuras de diversos centros culturales, en Bahía Blanca comenzaron a desarrollarse reclamos a esta situación. Es que dentro de lo que compone la cultura bahiense, estos lugares son núcleo de reunión para gran parte de la juventud, dado el bajo costo que manejan y los espectáculos locales que allí se presentan. Esta capacidad de juntar las manifestaciones “under” para ser expuestas y humildemente conocidas, y así darles una posibilidad a los artistas de la ciudad de expresarse y compartir cuando normalmente no se puede, hacen de estos lugares sitios únicos para pasar un buen rato.
Pero el día sábado 22 de agosto, dado que fue clausurada La casa del Pueblo, un centro cultural últimamente muy reconocido a nivel local, llevó al descontento de la sociedad toda concurrente, así como también de los artistas que allí se presentaron hasta entonces. Como medida para intentar solucionar esta situación, en el día de ayer se llevó a cabo un Festival Cultural en el playón de la UNS, tanto para apoyar la continuación y necesaria habilitación de estos Centros, como así también juntar fondos para cubrir los gastos requeridos por el reciente lugar clausurado.
Pese a la buena intención de sus responsables, el problema se presenta cuando, las condiciones no son del todo favorables y se evidencian los gastos de mantenimiento. Entonces se hace visible la otra cara de la moneda: si bien se cobra una entrada, propiamente representativa, una parte la gana el o los artistas que allí se presentan, mientras que sólo un pequeño porcentaje queda para el lugar. Dicha realidad impide que los costos de mantenimiento sean solventados y por lo tanto, no pueda autorizarse tampoco la habilitación correspondiente por parte de la Municipalidad.
Claro que el reclamo de quienes concurren allí pone en foco lo siguiente: mucho demandan los ejes políticos, pero poco apoyo otorgan para revertir esta situación. Como consecuencia, siguen cerrándose los Centros, y esta vez le tocó a la Casa del Pueblo, ubicada en la calle Saavedra, a la altura del 200. 
La Casa del Pueblo funciona como Centro Cultural desde 1983, pero el movimiento actual empezó dos años atrás, con el grupo de teatro de Perro Azul, desde la gestión cultural. El lugar no está habilitado, pero la situación es que por ser un centro independiente, autónomo y auto gestionado la capacidad no llega nunca a cumplir todos los requisitos exigidos de una instalación eléctrica, y tampoco el acceso a un crédito del Estado, entre otros ítems necesarios.   
“Este Festival en sí lo organizamos para visibilizar la situación de la Casa, y usarlo de puntapié para que todos entiendan la problemática de los Centros Culturales. Lo organizamos con todas las bandas que se presentaron hoy: Minga, Lo Luiggi, Raíces de Limón, Damasco… La Suela, que puso todo lo que es sonido e iluminación, la Universidad que cedió el espacio, y la Municipalidad que aprobó la solicitud para poder llevar a cabo el evento. “- relata Franco Berdini, uno de los responsables del evento. 
“Después, aparte, lo que fue la clausura generó que se forme el encuentro de espacios culturales que quieren habilitar, que está Pez Dorado, Hamaca, E.P.A., que están funcionando por el hecho que nadie ha denunciado, pero se encuentran en la misma situación.”
Y culmina: “La intención es ir atrás de la habilitación, poder llegar a los fondos, que esa es la única traba. Y empezar a trabajar con los espacios- creo que ya se juntó la comisión de apoyo a esto, lo que generó una respuesta del Municipio-. Después empezar a esto: a insistir todos juntos, que seguramente va a deparar en algo distinto a lo que se venía.” 

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