jueves, 13 de septiembre de 2012

La memoria se hizo presente


Por Constanza Aquino
Concentración a la espera del veredicto
Ayer en un histórico fallo, en el Aula Magna de la Universidad Nacional del Sur, la justicia condenó a 14 de los 17 represores, la mayoría del Ejército, a cadena perpetua.
El juicio que comenzó en junio de 2011, tuvo su dictamen final. Pasadas las 18, los Tenientes Coronel del Ejército: Juan M. Bayón, Norberto E. Condal, Hugo J. Delme, Hugo C. Fantoni, Carlos A. Taffarel, Jorge H. Granada, Jorge E. Mansueto Swendsen, Jorge A. Masson, Carlos A. Méndez, O. Bernardino Páez, W. Bartolomé Tejada, recibieron por decisión unánime de los jueces, la pena de prisión perpetua por los crímenes cometidos en la zona del V Cuerpo del Ejército durante la última dictadura militar. La misma sentencia fue para los Comisarios de la Policía Federal Vicente Antonio Forchetti y Héctor J. Abelleira.
Por otro lado, los integrantes del Servicio Penitenciario Bonaerense: Héctor L. Selaya y A. Reynaldo Miraglia y los agentes de la Policía Federal: Sargento Héctor Arturo Gonçalvez y el policía Carlos Alberto Contreras, recibieron 17 años y 6 meses de prisión. Actualmente todos se encuentran detenidos en la Unidad Penal Nº4 de Villa Floresta del Servicio Penitenciario Bonaerense y cumplirán su condena en una cárcel común.
Los militares fueron procesados por privación ilegal de la libertad agravada, homicidio calificado con alevosía, entre otros.
Asimismo el tribunal dejó “por expresa mención y unanimidad que la totalidad de los crímenes (…) resultan ser de lesa humanidad” y por mayoría, que los mismos fueron realizados en el marco del genocidio realizado en nuestro país.
Además se solicitó la baja de las filas del Ejército, la Policía Federal y el Servicio Penitenciario, a los acusados. Recordemos que son todos miembros retirados, es decir, actualmente no se encuentran cumpliendo funciones.
Treinta años pasaron desde que familiares de las víctimas comenzaron su lucha. Ayer comenzaron a ver una esperanza en la justicia.

La Previa

Desde las 15 en la Plaza del Sol - ubicada en O’Higgings al 100- un centenar de personas pertenecientes a distintas movilizaciones sociales de Bahía Blanca y la zona, realizaron un acto a favor del juicio. En el mismo participaron bandas locales, la murga “Desde el Barro” y diversos referentes nacionales en derechos humanos como Nora Cortiña -Madres de Plaza de Mayo línea Fundadora-. También estaba prevista la presencia de Adolfo Pérez Esquivel, pero no pudo concurrir.
A la misma hora hubo otro evento en Colón y Drago. Allí se montó un escenario para que los presentes, entre ellos familiares y amigos de las víctimas, pudieran ver en vivo la resolución.
En este sector, se reunieron agrupaciones militantes, tales como La Cámpora y La Güemes, centros de estudiantes, como el CeHum –Centro de Humanidades , perteneciente a la UNS- quienes llevaron en diversas pancartas 30.000 cuadraditos, que fueron pintados el día 23 del agosto, realizados en conjunto con HIJOS Bahía Blanca y Arte Memoria en homenaje a los desaparecidos. También se sumaron músicos como Savoretti, que cantó en vivo el tema “Nietos”.
A las 17 las dos actividades se fusionaron en Colón, para esperar el veredicto.
 
Un relato conmovedor
Ignacio, familiar de víctimas de la última dictadura cívico-militar, nos relató muy emocionado que “es un día muy esperado por la historia argentina, es un “momento muy difícil, pero lindo (…)tantos años tuvieron que pasar para que se haga justicia, pero todo llega en la vida”.
Sus tíos eran militantes de la Juventud Universitaria Peronista. Fueron secuestrados, de su domicilio, en junio de 1976 a las 4 a.m y asesinados el 4 de septiembre a las 23 en “La Escuelita”, junto a dos amigos varones del matrimonio. “A mi papá lo secuestraron, pero gracias a Dios lo tengo conmigo”, finalizó.
 
Durante la sentencia
A medida que el juez condenaba a un represor, la gente aplaudía y celebraba. Muchos lo hicieron entre llantos y alegría.
Un grupo de mujeres habían ubicado a lo largo, entre dos postes, fotos de los imputados. Con cada dictamen, colocaban unas rejas y un cartel que decía “genocida condenado”.
Mientras tanto, una joven embarazada subió a la tarima: sus ojos estaban tapados y sus manos estaban entrelazadas con sogas. Con cada fallo, se iba desatando. Al finalizar destapó sus ojos y marchó con serenidad.
Pasadas las 20.30, el juez culminó. Y los presentes, entre cánticos y bailes festejaron la decisión tomada.
La jornada en fotos
Acto en Plaza del Sol
La murga en la Plaza del Sol


Transmisión en Colón y Drago
Acto en Colón




Conmemoración y discursos previos

A la espera de los veredictos

2 comentarios: