Programa Pro-Huerta

Por Yamila Acuña
 

El Instituto Nacional de Tecnologías Agrarias, INTA, junto con el Ministerio de Desarrollo Social llevan a cabo hace 20 años el programa “Pro-Huerta”. Con presencia de todo el país, el programa cuenta hoy con 624 mil huertas, 130 mil granjas y 3,4 millones de personas involucradas.  

La ingeniera agrónoma Silvina Bracamonte

En Punta Alta, desde hace 7 años se realizan distintas capacitaciones acerca de éste proyecto. El objetivo del dictado hace hincapié en la enseñanza de la instalación de una huerta orgánica familiar para el autoabastecimiento de alimentos naturales y frescos. 

La huerta en pleno funcionamiento

La ingeniera agrónoma Silvina Bracamonte junto con Claudia Lencina son las encargadas de dictar los talleres. Estos se ofrecen en temporadas de primavera, desde septiembre hasta noviembre y en otoño, desde marzo hasta mayo. Los encuentros se realizan en sociedades de fomento, salitas médicas, escuelas, centros sociales y en la oficina del INTA, que se encuentra en Rosales 900 (ex estación Solier). A su vez, se llegaron a dictar en lugares como Villa del Mar, Villa Arias, Pehuen Co y Bajo Hondo. Las personas que concurren son mayormente jubiladas y hay muy poca participación de familias jóvenes. 

Durante las charlas que se brindan dentro de estos cursos ,se abarcan temas como el ambiente, el suelo, el diseño de una huerta y muchos otros más. A su vez, se le otorga a cada participante herramientas para poner en funcionamiento su propio proyecto. 

Además de realizarse estos talleres, se dicta un curso de capacitación docente avalado por la provincia de Buenos Aires que da puntaje a los profesionales de jardines de infantes y de escuelas primarias y secundarias. El mismo ya fue realizado en el año 2009 y se volvió a retomar este año. Actualmente, 35 docentes están participando y para su previa inscripción se propuso realizar un proyecto escolar para trabajar durante todo el año, finalizando con la instalación de una huerta en cada establecimiento educativo. 

El programa se centra en la “Huerta Familiar”, a partir de ahí se incorporan algunos otros proyectos que acompañan, como el de las pollitas ponedoras para incorporar en la huerta y mejorar la alimentación, los vegetales, entre otros. Después, se encuentra otra línea de trabajos que se encuentran vinculados con emprendimientos, siempre relacionado con producir en ambientes urbanos y periurbanos. Con la población socialmente más vulnerable y la impronta del INTA que es la de producir, el programa tiene un componente social y técnico y sobre todo urbano y suburbano, donde la mayoría de las actividades que se realizan es para el autoconsumo de las familias.

OPINIÓN

Por Yamila Acuña

CULTIVAR EN FAMILIA

El Instituto Nacional de Tecnologías Agrarias, INTA, es un organismo estatal dependiente del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. Fue creado en 1956 y desde entonces desarrolla acciones de investigación e innovación tecnológica en las cadenas de valor, regiones y territorios para mejorar la competitividad y el desarrollo rural sustentable para el país. 

Elementos para cosechar tu propia huerta

La institución tiene presencia en las cinco ecorregiones de la Argentina -Noroeste, Noreste, Cuyo, Pampeana, y Patagonia- a través de una estructura que comprende: una sede central, 15 centros regionales, 5 centros de investigación, 50 estaciones experimentales, 16 institutos y más de 300 Unidades de Extensión. 

El INTA desarrolla distintas actividades y propuestas, entre ellas se encuentra el proyecto de “Pro-Huerta” que se realiza junto al Ministerio de Desarrollo Social. Su objetivo es la enseñanza de una huerta orgánica familiar para el autoabastecimiento de alimentos naturales y frescos. 

En Punta Alta, en el año 2005, se inauguró una oficina de unidad de extensión del INTA. Allí se llevan a cabo capacitaciones acerca de este proyecto en distintos puntos de la ciudad e inclusive dentro del partido de Coronel Rosales. 

La ingeniera agrónoma Silvina Bracamonte manifestó “el objetivo sobre todo es, en líneas generales, enseñar como instalar una huerta. Nosotros tenemos semillas disponibles en el programa para entregar pero las semillas son sólo una excusa porque el núcleo del programa, la esencia, es la capacitación para aprender lo básico de cómo sembrar, y cómo cuidar las plantas, entre otras cosas. Si la huerta no se instala hoy, que en el día de mañana al menos, las personas tenga la capacitación y los conocimientos para poder empezar el proyecto”. 

Desde el 2007 se está trabajando con las huertas, y la cantidad de personas registradas que estuvieron participando son apróximadamente 1200. 

Este escaso número, debido a la cantidad de tiempo que se viene llevando a cabo el proyecto, tiene como causa su poca difusión por parte de los medios de comunicación locales. El emprendimiento es una buena oportunidad para adquirir conocimientos acerca del cultivo de plantas, frutos y vegetales que sirven para el autoabastecimiento de una familia. Sin tener que utilizar recursos económicos, sino la predisposición y paciencia de la persona que incremente su propia quinta. Es un proyecto benefactor para todas las familias. Además, se puede disponer de los productos que cultive uno mismo sin tener que concurrir a otras tiendas o supermercados. 

Es una buena iniciativa concurrir a las capacitaciones que se dictan, en primera estancia porque son libres y gratuitas, y en segundo lugar, porque se aprende sobre el cultivo de la tierra.