lunes, 26 de noviembre de 2012

De la mano

Por Melanie Rossi


Junto a cuatro compañeros más iniciamos lo que hasta el momento parecía algo complicado. ¿Cómo armar noticias para que pudieran ser publicadas?... “Hay que publicar, por lo menos dentro de las 24 hs del evento” dijo un profesor. Creo que no fui la única que sintió algo de pánico al escuchar esas palabras.

Nos separaron en grupos y nos asignaron una sección, LOCALES fue la nuestra.

Cinco nos sentamos haciendo un círculo con los bancos, nos pusimos de acuerdo casi de inmediato, la única condición fue avisarnos quién cubriría los eventos, para así poder abrir más el abanico de noticias que teníamos pensado publicar.

La inseguridad de salir a la calle a buscar las noticias y cruzarnos con los periodistas de la ciudad, hacía de esa tarea algo más complicado.

Elegí salir acompañada, con alguien con quien pudiera ser quien soy, que tuviera lo que a mí me falta y así fuera más fácil para las dos. Florencia Martínez Romero fue quien me acompañó a “patear la calle”. 

Anduvimos por todos lados, aprendimos la gentileza de la gente cuando explicás que estás aprendiendo, que lo hacés para hacer del periodismo algo mejor el día de mañana, la desconfianza de aquellos que creen que “somos todos cortados por la misma tijera”, la necesidad de algunos porque se publique lo que piensan, lo que quieren decir si nadie los escucha.

Personalmente descubrí lo difícil que se hace conseguir la noticia, que no es para todos sentarse a redactar, a veces se complica.

Gracias a Periodismo en Redacción, en el primer año de la carrera pudimos tener las primeras experiencias periodísticas, las primeras anécdotas, los primeros triunfos, las primeras desilusiones. Viví la hermosa experiencia de trabajar en equipo, con gente que te respalda, que te acompaña. Lo importante que es quien te da el visto bueno, quien yo denominé “la encargada de la sección”. Nos educó, literalmente, para trabajar ordenados, para cumplir en tiempo y forma. Aprendí de ella que un profesor no es sólo la autoridad de la cátedra, es quien te acompaña, quien te ayuda a crecer como profesional, que hace de uno alguien más capaz de desarrollar esas capacidades que a veces cuestan. Quien logra hacer de nosotros alguien con confianza, con seguridad, listo para salir.

La experiencia de trabajar para el blog no tiene comparación, marcó un antes y un después en aquellos que por primera vez incursionábamos en el periodismo.

Largo camino de aprendizaje, formación y esfuerzo, que con gusto se camina; decisiones, opciones y criterios que se eligen con el tiempo.

Claramente es difícil de recorrer este camino si no se trabaja en equipo, si no nos apoyamos unos con otros, el esfuerzo de todos por igual fue el “producto” que ofrecimos, del cual hoy me siento orgullosa.

Llegar tarde a la noche y sentarte a redactar, correr por una nota, la inexplicable sensación de alegría cuando alguien te dice “me gustó lo que escribiste”, conseguir una foto, un testimonio, son experiencias únicas que adquirimos este año.

Sólo queda un merecido descanso, algo de tiempo para recargar pilas, pero sin dejar atrás a los que nos formó y nos unió como sección, como grupo de compañeros.

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