El cuidado del medio ambiente ha ido colonizando conciencias, a medida que los daños que se hacen en él se fueron acrecentando. Aún no existe en el general de la gente un conocimiento integral de cómo ser un ciudadano sustentable. Hasta hace poco tiempo los ciudadanos bahienses no tenían noción del gran caudal biológico y los importantes servicios ambientales que nos brinda nuestro estuario. Es posible que se acuse al ciudadano de no interiorizarse, pero esta ausencia de interés por saber, no es casual. Hace tiempo en Bahía Blanca el ambiente que nos sustenta dejó de ser significativo. Las políticas económicas y sociales fueron girando en cuestiones que de a poco dejaron al vecino como comúnmente se dice “de espaldas al mar”.
Hace un año y en respuesta a la amenaza de la instalación de una plata regasificadora en General Daniel Cerri, un grupo de ambientalistas, gente preocupada por el ambiente en que vive, comenzó a movilizar los sentimientos dormidos hacia la belleza del paisaje cerrense. Trabajando en sensibilización ambiental lograron que mucha gente de Bahía y Cerri despertara a la realidad de que somos una ciudad costera.
Se hizo mucho y se intentó llegar a todos. Pero siempre faltó una pata de la mesa, los medios de comunicación. Muy pocos en la zona cuentan con una sección de medio ambiente, como si ésta no fuera de interés público. Tal vez hasta hace un tiempo esto fue así, pero el periodismo debe acompañar los cambios sociales y comenzar a informar sobre los temas que pide el lector.
Existe mucho trabajo surgido de este primer y complejo tema del dragado. Algunos no tienen que ver directamente con esto, pero llevan la esencia del cuidado del ambiente. Es urgente el buscar soluciones a las necesidades reales de la población, que las medidas políticas que se ejecuten sean tomadas a conciencia y conocimiento consultando las instituciones que el mismo estado pone a disposición como el CONICET, la Universidad Nacional del Sur y la Universidad Nacional Tecnológica. Políticos y dirigentes deben adquirir el hábito de incluir antes de tomar sus decisiones, estudios de impacto ambiental y consultas a profesionales en la temática.
En la última manifestación donde se celebró un año de trabajo por la ría, logró verse la emoción del trabajo cumplido. Mucha gente que se esforzó y logró cumplir el objetivo. Queda mucho por hacer y hay quien lo haga, pero a veces da que pensar el hecho de que siendo más de trecientos mil habitantes no se vea reflejado en el número de gente movilizada.
Los bahienses todavía no se sienten responsables de la salud del lugar donde viven, y a veces ni siquiera de su propia salud. Temas como el agua, el tren de potasio y otros dejados de lado por gente y medios. Estamos cambiando, toda la población debería acompañar el esfuerzo y los comunicadores tenemos la obligación de informar sobre temas ambientales.
Hace un año y en respuesta a la amenaza de la instalación de una plata regasificadora en General Daniel Cerri, un grupo de ambientalistas, gente preocupada por el ambiente en que vive, comenzó a movilizar los sentimientos dormidos hacia la belleza del paisaje cerrense. Trabajando en sensibilización ambiental lograron que mucha gente de Bahía y Cerri despertara a la realidad de que somos una ciudad costera.
Se hizo mucho y se intentó llegar a todos. Pero siempre faltó una pata de la mesa, los medios de comunicación. Muy pocos en la zona cuentan con una sección de medio ambiente, como si ésta no fuera de interés público. Tal vez hasta hace un tiempo esto fue así, pero el periodismo debe acompañar los cambios sociales y comenzar a informar sobre los temas que pide el lector.
Existe mucho trabajo surgido de este primer y complejo tema del dragado. Algunos no tienen que ver directamente con esto, pero llevan la esencia del cuidado del ambiente. Es urgente el buscar soluciones a las necesidades reales de la población, que las medidas políticas que se ejecuten sean tomadas a conciencia y conocimiento consultando las instituciones que el mismo estado pone a disposición como el CONICET, la Universidad Nacional del Sur y la Universidad Nacional Tecnológica. Políticos y dirigentes deben adquirir el hábito de incluir antes de tomar sus decisiones, estudios de impacto ambiental y consultas a profesionales en la temática.
En la última manifestación donde se celebró un año de trabajo por la ría, logró verse la emoción del trabajo cumplido. Mucha gente que se esforzó y logró cumplir el objetivo. Queda mucho por hacer y hay quien lo haga, pero a veces da que pensar el hecho de que siendo más de trecientos mil habitantes no se vea reflejado en el número de gente movilizada.
Los bahienses todavía no se sienten responsables de la salud del lugar donde viven, y a veces ni siquiera de su propia salud. Temas como el agua, el tren de potasio y otros dejados de lado por gente y medios. Estamos cambiando, toda la población debería acompañar el esfuerzo y los comunicadores tenemos la obligación de informar sobre temas ambientales.
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