martes, 11 de diciembre de 2012

“NO QUEREMOS UN CROMAGNÓN EN NUESTRA CIUDAD”


El Honorable Concejo Deliberante de la ciudad de Bahía Blanca, sancionó el pasado jueves una ordenanza con el fin de regular la realización de fiestas privadas. La medida fue aprobada por unanimidad y ya está en funcionamiento.

Por Franco Cardone
Manuel Mendoza en su despacho del Concejo Deliberante
La nueva disposición establece que los organizadores de este tipo de eventos en lugares privados, ya sean en viviendas particulares, casas de campo, quintas, fincas o galpones, y de concurrencia masiva, deben solicitar una autorización excepcional al municipio por lo menos treinta días antes de la fecha. La misma, se analizará previa  presentación de todos los datos y especificaciones correspondientes en orden: lugar, fecha, horario, cantidad de personas, tipo de vivienda, plano a escala, informe técnico de instalación eléctrica, seguro de responsabilidad civil y contratación de servicios de emergencia, entre otras.

El ex presidente del Concejo Escolar y actual Concejal por el Frente Amplio Progresista, Manuel Mendoza, dejó en claro que la nueva ordenanza no tiene como objetivo prohibir las fiestas privadas, sino  regularlas y dar mayor seguridad a sus concurrentes.
La medida se pensó también en respuesta a las repetidas quejas y demandas de vecinos. “Las fiestas podrán extenderse hasta las 5:30 de la madrugada, se le medirán previamente los decibeles a los equipos que van a ser utilizados y las paredes tendrán que ser las necesarias para este tipo de eventos, como tienen los boliches”, dijo el Concejal bahiense.
Por otro lado, uno de los objetivos es generar que la competencia sea más justa y leal entre los sitios bailables. Los lugares autorizados por el municipio, por ejemplo boliches, cabarets, pubs o bares, deben cumplir una serie de condiciones y pagar impuestos que quienes realizan fiestas privadas evaden. Esto, según Mendoza, les favorece a quienes las realizan ya que pueden manejar a su gusto precios de entradas y de consumiciones, teniendo menores gastos.
Según lo establecido, se otorga solamente un permiso anual a cada persona. “Hay fiestas privadas todos los fines de semana lo cual creó una nueva modalidad de negocio que hay que regular de alguna manera. Es un negocio bárbaro que no está reglado”.
En el caso de haber pileta en el domicilio o predio, la misma deberá estar cercada. En caso utilizarse en la fiesta se deberá contratar un guardavidas con título profesional.
El Cuerpo Único de Inspectores Municipales (CUIM), según el concejal consultado, es el principal encargado que esta ordenanza se lleve a cabo de una manera correcta. “Tienen la obligación de controlar este tipo de fiestas como si fuese un boliche, verificando cantidad de personas, salidas de emergencia, que no se venda alcohol a menores y que todo vaya según lo estipulado”. De no ser de esta manera, el responsable recibirá fuertes multas. El costo  de las mismas depende de la gravedad del hecho.
Para culminar la charla, Manuel Mendoza agregó: “No queremos un Cromagnón en nuestra ciudad” y anticipó que se harán importantes controles en las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
Esta medida ya se encuentra en marcha y el CUIM está trabajando para que la normativa se cumpla. El sábado pasado se clausuró la fiesta del Centro de Humanidades de la Universidad Nacional del Sur y se realizaron varios controles nocturnos en la ciudad. 

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