domingo, 7 de abril de 2013

Cine del bueno en Punta Alta

Por Rosario Torres Carbonell

Ayer se editó nuevamente, en la Asociación Cultural Juan Bautista Alberdi, el ciclo de cine “Dos Miradas” liderado por los Hermanos Correa.
Los hermanos Correa en acción

A las 20, un gran número de asistentes se dio cita en las instalaciones de la Biblioteca, para ver el film de Michael Haneke, La Cinta Blanca. Introducida por una breve sinopsis e indagando en las raíces literarias y filosóficas en las que abreva el film, Héctor Correa dio inicio a la cinta la cual duró poco más de 2 horas. Durante las mismas, el silencio dejaba traslucir el impacto que generaban tanto la trama como las imágenes en blanco y negro y la música. La película, que causó sin dudas gran impacto en los espectadores, es ganadora del Globo de Oro a la película de habla no Inglesa, la Palma de Oro en el Festival de Cannes, y fue nominada también a los premios Oscar.
Al finalizar la proyección, el auditorio se llenó de bullicio por el efecto que causó el film en el público. Con gran cintura los hermanos Correa lograron encauzar la discusión para así ahondar en aquello que les interesaba destacar y de las intenciones del director.
Articulada dentro de la segunda edición del ciclo “Dos Miradas” en este 2013, la película fue precedida por títulos tales como La Stanza del Figlio y Habemus Papam, enmarcadas bajo el titulo “El cine de Nanni Moretti”.
Apasionados por el cine desde temprana edad, los hermanos Luis y Héctor Correa fueron convocados por la comisión directiva de la Biblioteca para reeditar experiencias pasadas de cine debates.
En declaraciones exclusivas para Periodismo en Redacción, Héctor Correa comentó acerca de la razón por la cual decidieron, junto a su hermano, aceptar la propuesta y llevarla a cabo. “Somos amantes del cine de autor, ese cine que circuló durante todo el siglo 20, pero que se apartó de la industria y del cine comercial para ahondar en experiencias ya sea estéticas, técnicas, de contenido a través de las concepciones de los autores, de los guionistas; y de los que proveían al arte cinematográfico de esos contenidos tan importantes que la industria y el cine comercial no les interesaba. De ahí la importancia de haber indagado en su historia para poder ver y ahondar en aquellos autores olvidados tal vez, que hicieron punta en lo estético y técnico en las grandes obras del siglo 20.”
Al consultarlo acerca del público al que apuntan con la generación de este espacio, dijo que “el cine que proponemos no es un cine masivo que convoca multitudes como sí podría haber convocado en otras épocas. Es un cine que, si bien no es elitista, no está proyectado a una elite de grandes críticos, ni grandes gustosos del arte, está dedicado a aquel que quiere indagar en el arte cinematográfico.”
Interesados en mostrar lo que subyace a los films, Correa define al cine como “un producto artístico, donde hay una concepción del mundo, donde hay un pensamiento, una idea” y por ello, se desprende su objetivo con la realización de este cineclub. “Tratamos que la gente cuando ve la película indague más profundo, la lea como lo que es un texto elaborado con mucha dedicación, afán, criterio estético, y con mucho contenido de todo tipo: social, político, y artístico”.

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