Por Yanina Schenger
Se celebró
en Ingeniero White la Fiesta Nacional del Camarón y el Langostino. El
evento abarcó el feriado largo desde el
28 de marzo hasta el domingo 31 inclusive, en el anfiteatro ubicado en
las calles Guillermo Torres y San Martin. Los festejos se extendieron hacia las instalaciones del Museo del Puerto, donde
también se desarrollaron muestras y degustaciones de comidas típicas.
En el predio se pudo disfrutar de diversos
espectáculos musicales locales y nacionales. Entre ellos se presentaron grandes
figuras , como Teresa Parodi (los vecinos aseguraron que su voz se escuchó en
casi todas las casas de la localidad portuaria) , Fidel Nadal y el grupo Bersuit
Vergarabat. En un amplio sector del
evento, se ofrecieron varios juegos que se mezclaban entre los clásicos de tipo
“kermesse”: tiro al blanco, embocar aros,
hacer un gol en un pequeño arco con un costo de diez pesos. Por otro
lado, las modernas atracciones como toboganes inflables gigantes, gomones
chocadores que circulaban dentro de una pileta circular, colchones elásticos, toro mecánico y el juego de parque de diversiones Zamba. Para
participar de estos atractivos se debía
abonar veinte pesos. Diez menos que los del grupo anterior. Como si “lo de
antes” tuviesen menos valor.
A pesar que la Fiesta se llevó a cabo durante
cuatro días, el clima sólo acompañó durante el viernes. Allí el público era
generalmente familiar y entre mates,
tortas, alfajores y tortas fritas
(que se vendían en el predio),
visitaban la variada cantidad de puestos aunque, en relación con el año
pasado, eran menos. Entre ellos los
vendedores ofrecían bijouterie, relojes, juguetes, ropa y hasta accesorios para
mascotas. También este año hubo un número significativo de puestos de distintas concesionarias, mostrando los
últimos modelos de automóviles cero kilómetro y ofreciendo al público innumerables
planes de pago. Por supuesto, nada de lo anteriormente mencionado se asemeja a
los famosos puestos de artesanos, que,
en años anteriores, eran una de las
mayores atracciones de la Fiesta del Camarón y el Langostino. Sólo se
encontraban tres espacios artesanales. En uno se ofrecían trabajos en cerámica,
otro en cuero, y, en el último un grupo de mujeres realizaba muestras en
lana. Para ellas, el motivo de la
ausencia de tantos puestos de artesanías
era que “están todos en Bariloche, en la Fiesta del Chocolate, allá
deben estar vendiendo mejor”.
Cayó la tarde y en el escenario, muy bien
equipado, comenzó a tocar una banda de rock local: Vita Set, quienes, además de
cantar sus propios temas, también
rindieron homenaje a Soda Stereo interpretando algunas de sus canciones. Muchas
personas jóvenes arribaron al lugar
más cercano a la tarima, para cantar y saltar, cuando se presentó el grupo Bersuit Vergarabat, alrededor
de las 00.30, ya del día sábado. Por otro lado, gran cantidad de gente se
acercó a las carpas para degustar de los platos típicos regionales, que aluden
el nombre de la Fiesta Nacional. Los precios rondaban los cincuenta pesos.
Muchos, llegaban a la fila de gente que esperaba entrar para sentarse a comer,
pero al enterarse de los precios, se marcharon. Claro, ya
habían gastado lo suficiente.
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