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| El mural y sus autores |
Por Rosario Torres Carbonell
El movimiento internacional Acción Poética tuvo eco en Punta Alta, donde un grupo de profesores de arte, inglés y lengua y literatura aunó esfuerzos para sacar a las calles la poesía, haciéndola accesible a toda la sociedad. En su página de Facebook ya suman más de 300 seguidores.
El viernes pasado en Islas Malvinas al 30, se pintó el mural que representa el comienzo de Acción Poética Punta Alta como parte integrante del movimiento iniciado en la ciudad de Monterrey, México, 15 años atrás. La frase elegida para la ocasión, “Sin poesía no hay ciudad”, es de autoría de Armando Alanís Pulido, inspirador del movimiento cuyo fin es la revalorización de la palabra mediante la inclusión de la poesía como parte del paisaje urbano.
La historia de Acción Poética Punta Alta tiene dos vertientes. Por un lado, Maximiliano Müller, Elsa Fridrich y Ailen Pascual se juntaron movidos por el interés de replicar esas acciones que habían visto en otros lugares a través de la red, y pintaron un mural en San Martin y Avellaneda con el mensaje “Hoy puede ser un gran día”. Paralelamente, Sandra Guzmán y Murga y Luján Ávalos, interesadas en el mismo movimiento, y con un contacto en la Acción Poética de Bariloche comenzaron a comunicarse con los coordinadores de las otras acciones y así conocieron a Fernando Ríos, coordinador de Acción Poética Tucumán y organizador de los grupos del país, quien les facilitó las bases del movimiento. Luego, por casualidad, a través de un mensaje de Facebook que pretendía dar difusión a lo que estaban haciendo, los dos grupos se pusieron en contacto y “café mediante”, según nos cuentan, deciden poner en marcha el segundo mural.
Se dieron tiempo para organizarse, ya que una vez que largaron la página de Facebook, a través de la cual reciben mensajes y donaciones para realizar las pintadas, tuvieron mucha adhesión de los vecinos locales. Según Maximiliano “en la página de Facebook tuvimos varios mensajes de gente interesada en participar. Pero por una cuestión de organización aun no pudimos darles el espacio, pero es lo que viene.” En este sentido, es importante señalar que para el futuro ya tienen pensadas acciones para integrar a la comunidad en el movimiento. “Nos estamos organizando para que en un futuro no muy lejano podamos establecer un día y un horario para implementar esto como una rutina, para no perder la constancia. También, darle participación a la gente, queremos seleccionar varias frases y a través de la red someterlas a votación, y la más votada sea la que se pinte. Para que no sea algo que solo nosotros definimos”, comentó.
También y como pauta establecida en las bases del movimiento, van a integrar a poetas locales, para darle valor a sus producciones.
El movimiento ha logrado en muy poco tiempo muchos adeptos, especialmente entre la gente más joven, y lo atribuyen al poder de las redes sociales, y a que “se sienten identificados con alguna poesía o con alguna canción”. Por ello, buscan utilizar esto como un medio para trabajar sobre el lenguaje, confiando en el poder de la palabra como un medio de cambio social y también realizar un aporte estético a la ciudad.
El movimiento internacional Acción Poética tuvo eco en Punta Alta, donde un grupo de profesores de arte, inglés y lengua y literatura aunó esfuerzos para sacar a las calles la poesía, haciéndola accesible a toda la sociedad. En su página de Facebook ya suman más de 300 seguidores.
El viernes pasado en Islas Malvinas al 30, se pintó el mural que representa el comienzo de Acción Poética Punta Alta como parte integrante del movimiento iniciado en la ciudad de Monterrey, México, 15 años atrás. La frase elegida para la ocasión, “Sin poesía no hay ciudad”, es de autoría de Armando Alanís Pulido, inspirador del movimiento cuyo fin es la revalorización de la palabra mediante la inclusión de la poesía como parte del paisaje urbano.
La historia de Acción Poética Punta Alta tiene dos vertientes. Por un lado, Maximiliano Müller, Elsa Fridrich y Ailen Pascual se juntaron movidos por el interés de replicar esas acciones que habían visto en otros lugares a través de la red, y pintaron un mural en San Martin y Avellaneda con el mensaje “Hoy puede ser un gran día”. Paralelamente, Sandra Guzmán y Murga y Luján Ávalos, interesadas en el mismo movimiento, y con un contacto en la Acción Poética de Bariloche comenzaron a comunicarse con los coordinadores de las otras acciones y así conocieron a Fernando Ríos, coordinador de Acción Poética Tucumán y organizador de los grupos del país, quien les facilitó las bases del movimiento. Luego, por casualidad, a través de un mensaje de Facebook que pretendía dar difusión a lo que estaban haciendo, los dos grupos se pusieron en contacto y “café mediante”, según nos cuentan, deciden poner en marcha el segundo mural.
Se dieron tiempo para organizarse, ya que una vez que largaron la página de Facebook, a través de la cual reciben mensajes y donaciones para realizar las pintadas, tuvieron mucha adhesión de los vecinos locales. Según Maximiliano “en la página de Facebook tuvimos varios mensajes de gente interesada en participar. Pero por una cuestión de organización aun no pudimos darles el espacio, pero es lo que viene.” En este sentido, es importante señalar que para el futuro ya tienen pensadas acciones para integrar a la comunidad en el movimiento. “Nos estamos organizando para que en un futuro no muy lejano podamos establecer un día y un horario para implementar esto como una rutina, para no perder la constancia. También, darle participación a la gente, queremos seleccionar varias frases y a través de la red someterlas a votación, y la más votada sea la que se pinte. Para que no sea algo que solo nosotros definimos”, comentó.
También y como pauta establecida en las bases del movimiento, van a integrar a poetas locales, para darle valor a sus producciones.
El movimiento ha logrado en muy poco tiempo muchos adeptos, especialmente entre la gente más joven, y lo atribuyen al poder de las redes sociales, y a que “se sienten identificados con alguna poesía o con alguna canción”. Por ello, buscan utilizar esto como un medio para trabajar sobre el lenguaje, confiando en el poder de la palabra como un medio de cambio social y también realizar un aporte estético a la ciudad.
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