Fiesta Anual del Corpus Christi

Multitud en procesión por los barrios

Por Viviana Montenegro

Ayer se llevó a cabo la celebración del Corpus Christi o Cuerpo de Cristo, en el marco de la fiesta cristiana que se realiza anualmente. En este día, los devotos se unen a Jesús Eucaristía y en Él se unen los unos con los otros para formar la unidad.
Las actividades comenzaron a las 11 con una misa en la Parroquia Cristo Rey, de Punta Alta. Luego, a las 15, comenzó la procesión por las calles, que fueron decoradas con anterioridd por los niños de catecismo y los jóvenes del grupo prejuvenil, con globos y guirnaldas. La concurrencia aproximada fue de unas 900 personas.

En la peregrinación, con pancartas, entre cantos y oraciones, se llegó hasta la Capilla Virgen Niña, donde el Párroco, Walter París, cerró la festividad con la última ceremonia a las 17.
El sacerdote, durante la homilía, recordó la importancia del sacerdocio en comparación con cada uno de los fieles y el deber actuar como pecadores, no como corruptos. “Cada uno es responsable a la hora de comulgar el cuerpo de Cristo, si estamos en verdadera gracia con Él”. Luego, agradeció por la colaboración de las comunidades de la Parroquia Cristo Rey y la Capilla Virgen Niña, por todo el trabajo que implica la organización del evento.
El Papa Francisco, insistió desde Roma diciendo que “la Iglesia no es una organización cultural, ni de religión, ni social, es la familia de Jesús. La Iglesia confiesa que Jesús, es el Hijo de Dios hecho carne: ése es el escándalo y por eso Jesús fue perseguido. Y, al final, fue condenado a muerte por decir que era el Hijo de Dios. Éste es el centro de la persecución. Si nos convertimos en cristianos razonables, cristianos sociales, cristianos de beneficencia solamente, ¿cuál será la consecuencia? Que no tendremos más mártires. En cambio, cuando nosotros los cristianos decimos ésta verdad, que el Hijo de Dios ha venido y se ha hecho carne, cuando predicamos el escándalo de la Cruz, vendrán las persecuciones, vendrá la Cruz, y eso será bueno; así es nuestra vida”.
Al concluir, se ofrecieron tortas fritas y mate cocido, realizado por creyentes, Infancia y Adolescencia Misionera, quienes cumplieron 170 años en el mundo.