miércoles, 25 de junio de 2014

Nuevas Aplicaciones: Cochera Urbana, otra creación para manejar desde el celular o la PC


Por Yanina Scherger
 
Una nueva aplicación
Si de solucionar problemas se trata, no cabe duda de que Javier Luján es un referente. Y de la manera en que lo hace lo catapulta como uno de los desarrolladores más emprendedores de la ciudad de Bahía Blanca y la región.
 
El nexo entre los que tienen la posibilidad de arreglar los problemas de los ciudadanos y éstos mismos, viene enriqueciéndose con una nueva “camada” de perfeccionistas en materia de plataformas virtuales. La mayoría de ellos no están ligados a títulos o carreras que tratan en el tema, sino que son simples estudiantes universitarios que tienen ganas de hacer algo con los problemas cotidianos que se presentan en la sociedad de hoy en día.
Javier Luján transita la carrera de Ingeniería Química en la Universidad Nacional del Sur. Hace poco menos de un mes lanzó Saldo Urbana, una aplicación para consultar el saldo de la tarjeta de transporte y de los parquímetros, o la cantidad de pasajes que quedan si el usuario carga bonos escolares o laborales. Hasta el momento lleva nada más y nada menos que 4000 descargas, y otro dato que aporta es el punto más cercano de recarga, de acuerdo a la posición del consultante. Ayer presentó su cuarta creación en menos de un año, desde su primer trabajo para Radio UNS. “Esta versión inicial te dice si hay lugar o no en determinada cochera; la dirección de cada una de ellas y tiene un asistente de voz que ayuda a que el conductor no tenga la necesidad de manipular el celular. Entonces, el usuario, antes de subirse al auto, busca en la aplicación en qué cochera hay lugar. Si mientras conduce, el lugar disponible en la cochera deseada se ocupa, el asistente te indica cuál es la cochera más cercana que tiene disponibilidad”, comenta Luján.
 
PeR:-¿Cuáles son las cocheras que entran en el sistema?
Luján:- Por el momento son las más céntricas: una que está en San Martín al 400, otra en Colón 20, las dos de Estomba 154 y 138, otra de Estomba 570, la de Chiclana al 300 y la de Brown 343. Con el pasar del tiempo iremos agregando más. Ya hoy me contactaron desde una cochera de Monte Hermoso también; la idea es que esto sea escalable. Primero quiero ver qué es lo que la gente necesita, dependiendo del uso que ella dé a la aplicación, ir desarrollando de acuerdo a lo que necesita.
 
PeR:-¿Cómo fue el recibimiento y la colaboración por parte de las empresas?
Luján:- Fue genial, ellos tienen que tomarse un pequeño trabajo para aggiornarse a la modalidad de la plataforma. Siempre se mostraron con buena predisposición. De hecho, vamos a trabajar en conjunto para que dentro de poco tiempo el usuario pueda reservar el lugar en la cochera; de que pueda enterarse por ese medio de las ofertas de la empresa, y hasta una línea de software para que la compañía pueda manejar mejor sus datos.
 
PeR:- ¿Cómo ves el mercado en el cual se puede llegar a utilizar más a Cochera Urbana?
Luján:-Es un desafío, porque la mayoría de las personas son adultas. En general, cuando uno ya está trabajando con aplicaciones, se pone más intuitivo y simple; entonces, la idea es que sea sencilla, enfocada y directa.
 
PeR:- ¿Estás planificando algún otro trabajo de estas características?
Luján:- Si, trabajar con un proyecto de ordenanza relacionado al aspecto ecológico de la ciudad; esa sería mi próxima diversión. Después alguna aplicación para taxis, ya tengo varias ideas dando vueltas.
 
PeR:-¿Te gustaría estar en algún momento participando dentro de la política?
Luján:-Sí, me interesaría por un lado para poder realmente solucionar más de los problemas de los ciudadanos. Y por otro, demostrar que existe otro tipo de política. En la cual el funcionario no vive dentro de una burbuja, fuera de la realidad. Un funcionario que se supone que tiene que resolver problemas, pero que no sabe qué problemas hay, siempre los va a resolver a medias. Me interesaría ser un ciudadano más, no alguien aparte. Tratar de romper con eso de que la política por un lado y la gente por el otro: los dos son lo mismo. Y apostaría por incluir tecnológicamente a las personas, tratar de desarrollar la idea de ciudadanos inteligentes, tratar de generar espacios de co-creación y de innovación y no de tirarle todas las ideas al polo tecnológico, que no está mal, pero que se encarguen de trabajos grandes. 
 Los laburos más cercanos al pueblo, que no se tenga que llamar a licitación para crear una aplicación como Saldo Urbana. Sino, por ejemplo, elegir un colegio técnico, trabajar con los chicos de tercer año y decirles “bueno muchachos/as, ustedes generen aplicaciones y yo les doy un premio monetario o de insumos para el desarrollo de otras tecnologías. En fin, motivar. Y, al mismo tiempo, generar conocimientos.
 
Para añadir al tema, el bahiense Facundo Pons creó una plataforma llamada Clickfood, en la cual el ususario puede pedir delivery a través de la página web. Y es ingeniero industrial: otro caso que surgió de las ganas de emprender buscando pequeñas soluciones dentro del mundo cibernético que muchos manejamos en el presente.
Estos ejemplos demuestran que la innovación y la construcción pueden originarse en todo sujeto visionario que frente a cualquier tipo de crisis trabaje para encontrar una solución.
 
 
 
Un puente y cuatro maquinistas
Por Yanina Scherger

Lograr finalizar este paso nos ha costado meses de lectura y escritura. Un paso que nos fue designado no sólo desde la institución, sino también (y con más énfasis) desde los profesores que dejaron este blog en nuestras manos. Redactando para Periodismo en Redacción la última nota, bajo el cumplimiento como alumna, traté de recorrer en mi mente todos los momentos y aprendizajes hasta el momento. Las primeras bajadas, los primeros copetes, las primeras horrendas noticias, y no porque el contenido haya sido horrendo, sino por la manera en que las había escrito. Todo era más confuso, más trabajoso. También recordé la primera salida a la calle. La consigna era entrevistar a los ciudadanos rosaleños sobre qué problemáticas preocupaban más a la comunidad. Y recuerdo que la mayoría de los vecinos se remitía a la seguridad. (Ahora que lo pienso, me resulta un poco irónico, esa primera vez entrevistando ¡nosotros también sentíamos inseguridad!)
Con el transcurrir de los meses, entre teoría y práctica (sobre todo esta última) nos fuimos haciendo más estudiantes de periodismo. Pero no nos dábamos cuenta que detrás de nuestro camino de comunicadores sociales, eran los profesores quienes se encontraban dándonos palanca. Ellos supieron encender los motores de la búsqueda de información en nuestra labor, ya desde los comienzos de la tecnicatura. Siempre aconsejándonos en hacernos valer como periodistas, inculcándonos el respeto a la veracidad de los hechos, a la actualidad, a la historia; pero sobre todo, a la importancia de la difusión para apoyar y darle la validez que merece la opinión pública.
El compromiso como estandarte y este blog como puente, nos forjaron una profesión que defendemos y construimos día a día, creyendo en el periodismo como una herramienta, no como un poder; como un acercamiento a toda la sociedad, no como un medio para unos pocos; como un derecho a difundir y generar opiniones que sean escuchadas en todo el país (por qué no en todo el mundo), no como un privilegio de grupos que sólo eligen qué información transmitir.
Como la famosa marca de agua que los autores dejan en las fotografías, los docentes que nos acompañaron para poder expresarnos periodísticamente en este sitio, quedarán para siempre en nuestros “motores” de los todos los pasos que dimos y que daremos de ahora en más, dentro de nuestra querida profesión. Un GRACIAS POR HABERNOS MACHACADO TANTO así de grande no basta.
Y ni las nuevas experiencias que tendremos en el año y medio que nos queda de carrera, ni los puestos que podamos llegar a ocupar más adelante como periodistas, podrá opacar la oportunidad que Periodismo en Redacción marcó en nuestra profesión.
Y en nuestros corazones.

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